Su momento de esplendor lo vivieron en 2008, cuando una constelación de variables e intereses confluyeron detrás de su protesta por no querer más impustos. Detrás de ellos, en un movimiento populista, en los términos técnicos de Laclau, y aunque ellos mismos no lo crean, los odiadores seriales del populismo, ya que lo toman como sinónimo de mayor inclusión social y menos ganancias para el sector (aún los desmientan todos los números), se encolumnaron inocentemente muchas personas y para nada ingenuamente muchos otros sectores de Poder Real de la Argentina para desestabilizar a un gobierno y cambiarlo por otro más afín, si era necesario.
Le llevó mucho tiempo a mucha gente entender los reales motivos económicos e ideológicos que perseguían principalmente los titulares de las cuatro entidades patronales agrarias. Si todavía duele ver a la Federación Agraria asociada ilegítimamente con la Sociedad Rural. A cuántos les costó (y les cuesta aún hoy) aceptar el historial de 3 de esas entidades, ligadas con lo peor de la Historia argentina. El tema es que siguen en esas prácticas, reivindicando modelos de país excluyentes y que sólo los beneficia a ellos.
Mancharon a tanta gente honesta que trabaja el campo (esa palabra que tuvieron el tupé de querer igualarla con Patria y País, como siempre, para desde ahí igualar sus intereses mezquinos con los de un obrero común), que está muy lejos de lo que representa la Mesa de Enlace (¿representa a alguien a estas alturas?), que desea realmente un país mejor.
Mintieron tanto que de a poco, desde aquel violento 2008, donde mostraron su fuerza física y simbólica, cortando más de 300 puntos en todo el país, desabasteciendo amplias zonas de la nación e imponiendo una dictadura de pensamiento único por el cual no podía criticárselos, cada vez más gente se empezó a dar cuenta y los dejó solos, hasta el extremo de manifestaciones convocadas como multitudinarias por sus medios cómplices y que terminaban siendo un rejunte de una docena de tractores intencionalmente añejados.
Lección no sólo para estos vetustos dirigentes/empresarios sino para los partidos políticos que le vendieron su ideario y sus símbolos por el sólo hecho de pensar que los iban a votar por colocar a los Llambías, González Fraga, Momo Venegas en sus listas.
Las Patronales Agrarias, uno de los actores fundamentales del Poder, han sido derrotadas como se debe: en las urnas. Ahora sólo falta seguir explicando que un país solamente exportador de materias primas es insustentable en el tiempo y sólo disfrutable por unos pocos.
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