Desbordados de calificativos peyorativos e injuriosos, las columnas de opinión de los dos medios se han poblado de ataques enojosos contra los adolescentes e infantes, en una arremetida que seguramente no tendrá nada que ver con la llegada que el kirchenrismo, desde su discurso y praxis, ostenta sobre esa construcción simbólico-cultura a la cual denominamos juventud, a la cual ya es anacrónico circunscribirla a un grupo etario.
Muchnik: "En la Argentina, cerca de tres millones de jóvenes menores de 25 años tienen un trabajo extremadamente precario y mal remunerado. En busca de mejores oportunidades, cambian frecuentemente y diluyen cualquier tipo de lealtad o aprendizaje. Y hay otros 800.000 que no trabajan ni estudian: vegetan. Andan de aquí para allá; vagabundean; se prestan para cualquier changa comercial o política, o son tentados para ingresar en la delincuencia".
Novaro: "¿Por qué en las primarias del 14 de agosto los jóvenes de todas las clases sociales han estado más inclinados a votar a Cristina que los mayores, y por qué esto sucede ahora, y no sucedió así en 2007, o en 2005, cuando también ella encabezó las listas del kirchnerismo? Parte de la explicación es matemática: los jóvenes han visto incrementarse las vías a través de las cuales reciben o pueden recibir recursos del Estado, y por eso valoran su tarea de “socialización de los beneficios del crecimiento”, por la cual responsabilizan a la Presidente (y más en general, a todos los que gobiernan), y en cambio no perciben o no sufren por ahora demasiado la socialización de costos, a través de impuestos, inflación o deterioro de las prestaciones y las cuentas previsionales?".
La Nación: "El estudio Kiddo's se presentó en julio pasado, en la última Feria del Libro Infantil y Juvenil porteña, y es realizado sobre la base de intereses, conductas y actitudes de 5938 niños (de entre 6 y 11 años) de América latina, correspondientes a sectores socioeconómicos medios y altos de Brasil, México, Colombia, Venezuela, Chile y nuestro país.
Uno de los primeros resultados que llaman la atención es que, comparados con sus pares de América latina, los niños argentinos son "los que menos involucrados están en una cultura del esfuerzo en el proceso de aprendizaje". Es cierto que hay algunos motivos ajenos a su voluntad, que pertenecen al área organizativa escolar: son los que menos tiempo permanecen en la escuela (4 horas, 48 minutos) y menos tiempo extraescolar invierten en actividades educativas (3 horas, 48 minutos)".
Uno de los primeros resultados que llaman la atención es que, comparados con sus pares de América latina, los niños argentinos son "los que menos involucrados están en una cultura del esfuerzo en el proceso de aprendizaje". Es cierto que hay algunos motivos ajenos a su voluntad, que pertenecen al área organizativa escolar: son los que menos tiempo permanecen en la escuela (4 horas, 48 minutos) y menos tiempo extraescolar invierten en actividades educativas (3 horas, 48 minutos)".
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