¿Qué decir del Instrumento? Maltrecho, todavía sus medios se resisten a admitir en sus titulares que Cristina ganó. Si hasta manda a uno de sus periodistas más desacreditados (por sus últimas "notas") a trastocar durante toda una crónica espantosa lo que se niega (en un caso de encerramiento y obstinación digno de ser analizado por un panel de psicólogos sociales): lo que se le critica es que no obró de la misma forma que cuando su amado Mauricio ganó en Capital Federal. A las 18 horas, Santo y María Laura leían la placa soñada: "Gana Macri". No hicieron lo mismo ayer a la misma hora. Prefirieron un distraído "Esperamos resultados".
La tan criticada supuesta característica negadora de la realidad del kirchnerismo en verdad es una proyección de la empresa de Ernestina, que hoy, a través de sus plumas, busca desenmarcarse de la aplastante derrota de sus empleados políticos, azotándolos cuales esclavos.
"La votación de Cristina estaría corroborando tres cosas que, los últimos traspiés, habían puesto en duda: a la Presidenta no le ha pasado el estado de gracia política al que fue llevada por la súbita muerte de Néstor Kirchner; el auge del consumo sigue siendo un fuerte factor de seducción para importantes sectores sociales, sobre todo en las capas medias; el enorme sistema de asistencia social , a través del Estado, no genera inclusión pero ayudaría a paliar los padecimientos de los sectores mas humildes y postergados.
Si no fuera por su aparente blindaje, que supo cuidar con inteligencia desde que quedó sola en el poder, la Presidenta no hubiera podido sortear sin manchas ni costos –en apariencia– muchos de los episodios que vienen jalonando su administración", analiza el amigo íntimo de Alberto F (¿sacará su libro sobre el pos kirchnerismo?), para nombrar varios casos en los cuales los medios que comanda Magnetto tuvieron protagónica tarea.
Kirschbaum, fiel ladero del mandamás clarinista, no pierde las esperanzas: "El peronismo del interior ha sido fiel a la tradición partidaria y ha apoyado la candidatura de Cristina, a pesar de que la construcción de las listas de candidatos fue hecha a dedo desde la Casa Rosada y, también, contra la opinión de los propios distritos. En las primarias, no hubo “venganza” justicialista contra Cristina. Quizá en algunos prevaleció la cautela y se reservaron para octubre para pasar la cuenta, cuando se elija en serio".
Sin embargo, Aulicino azota a las pobres expresiones opositoras: "El masivo apoyo logrado por Cristina Fernández de Kirchner marca sin dudas el camino que resta hacia octubre . Y es posible además que estallen conflictos y enojos hacia el interior de algunas fuerzas opositoras. Es difícil imaginar que en ese clima se puedan procesar las señales surgidas de las urnas, con destino directo a los referentes de las distintas expresiones opuestas al Gobierno. No hubo claridad para anticipar este cuadro; difícil superarlo si no se registra la magnitud del mensaje".
Así, Paladini se encuentra con la inexpresividad política de Ricardito, Ceriotto devela ahora que Carrió apenas aspiraba a un escaso 10% (y ni llegó), Thieberger se anima a mofarse del hasta ayer inflado a más no poder Eduardo Duhalde y Naishtat se sorprende por el voto del "Campo".
Demasiado. Todo demasiado para un monopolio mediático que ve que ni con campañas contra los jueces de la Corte ni mediante sus inútiles políticos adictos podrá detener el proceso que la sociedad, hace tiempo, ya ha desencadenado para él.
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