viernes, 21 de septiembre de 2012

Los columnistas de La Nación tienen ese no sé qué...

¿Y crónicas como ésta sobre La Cámpora? Ya sabemos el qué que tienen...
Pero volvamos a las plumas empleadas por Mitre y Saguier, que ya enternecen...
Ahora Garrido dice que lo de Boudou fue un trabajo intra-gobierno: "El politólogo Manuel Balán, que investigó hechos de corrupción en América latina en los últimos 20 años, sostiene que, en su mayoría, éstos surgen a partir de disputas internas en los gobiernos. La falta de elecciones dentro del oficialismo hace que la filtración de información sobre otros sectores del Gobierno sirva como un mecanismo para apartar competidores o avanzar hacia el podio de las preferencias presidenciales.
Esto se agrava cuando el mismo gobierno presidencialista se perpetúa en el poder y cuando la oposición, fragmentada, no está, aparentemente, en condiciones de acceder al gobierno, posibilidad que -de existir- funcionaría como un elemento desincentivador de las filtraciones que pondrían al gobierno en riesgo de pasar a manos de otra fuerza política. La situación del vicepresidente Boudou es un buen ejemplo de estas dinámicas que se desarrollan según intereses ocultos, pero evidentes".
Por su parte, Venturita cree en las críticas sin fundamentos, con tal de que sean anti K: "Hay muchos cuestionamientos al Código, y aunque no todos tienen fundamentos jurídicos sólidos, lo que buena parte de la sociedad está planteando es que no existen garantías de que los argentinos sigamos viviendo en libertad y con derecho de propiedad, los dos ejes de una democracia capitalista sobre la que el Gobierno echa sombras".
Rosendo quiere la unión de Binner y Macri a toda costa para reflotar su "dos tercios que se oponen al gobierno": "Las alianzas electorales tienen un límite más estrecho: se dan entre quienes tienen visiones semejantes o convergentes sobre la solución de los problemas del país. Desde esta perspectiva, no puede plantearse una alianza electoral entre Binner y Macri, pero sí entre socialistas, radicales, el GEN y los restos de la Coalición Cívica por un lado, y el PRO y el PJ disidente por el otro. Potencialmente, las alianzas electorales podrían dejar tres fuerzas: el oficialismo y dos ejes opositores diferentes.
El tercer concepto es el del compromiso institucional. Del mismo pueden participar quienes integren diversas alianzas o fuerzas electorales. Podría darse el caso de que convergieran en un compromiso para defender la actual Constitución e impedir su reforma las principales fuerzas opositoras: FAP, UCR, PJ disidente y PRO, más las demás que quisieran sumarse. Esto implica que Macri y Binner, que no pueden integrar una alianza electoral, sí pueden compartir este tipo de compromiso institucional, que en los hechos ya comparten.
Aunque faltan en principio trece meses para la elección legislativa y muchas cosas pueden cambiar hasta entonces, hoy el apoyo a un tercer mandato consecutivo de la Presidenta no es mayoritario. En cambio, quienes se oponen a ello se aproximan a los dos tercios".
Laborda ya anticipa el rechazo del PRO a otro de sus caballitos de batalla para seducir a porteños desprevenidos: el traspaso de la Policía Federal: "La desconfianza entre unos y otros es tal que fuentes del gobierno de Macri señalan que, más que el controvertido procesamiento de su jefe en la causa judicial sobre escuchas ilegales, los preocupa que la "perversidad" de la Casa Rosada haga que "un día de éstos nos anuncien que la Policía Federal pasará a la ciudad sin partida presupuestaria alguna de la Nación".
Y la Di Marco desplaza a Majul a la hora de venderle servicios periodísticos al PRO: ahora iguala a CFK con Gaby Michetti: "Según las encuestas que manejan Macri y sus ministros, Michetti tiene un 85 por ciento de nivel de conocimiento en todo el país. Un podio que sólo comparte con Macri, la presidenta Cristina Kirchner, Scioli, y no muchas figuras más.
"Pero, ¿y si la interna por la senaduría la gana Rodríguez Larreta, qué va a pasar?", le preguntaron a Michetti, en la reunión informal en su casa de Pasco. Y ella, dijo: "Bueno, si la gana, no tendré un lugar en la política argentina. Me iré a mi casa, aunque... yo creo que la voy a ganar". El Pro no parece muy diferente al kirchnerismo en el terreno del armado político. Cuando el kirchnerismo plantea la re-reelección de la Presidenta, también argumenta que no tiene otra candidata más que Cristina para continuar con el proyecto. Una justificación parecida a la que dan en Pro cuando argumentan que sólo tienen tres espadas mediáticas para dar la batalla".
Mientras, Oviedo está convencido de que el gobierno hace obras para ganar votos: "Aumentan fuertemente las transferencias a los municipios, nada raro en un año electoral en el que se requerirá seguramente a los jefes comunales que apoyen y que inauguren obras".
Finalmente, la editorial descerraja por enésima vez el prejuicio de que los pobres votan a CFK por un plan: "Tampoco es transparente el argumento de que la voluntad popular expresada mediante el voto debe prevalecer sobre la Constitución. Millones de argentinos a quienes el kirchnerismo ha otorgado planes sociales constituyen una enorme masa de votantes cautivos del oficialismo al que podrían entregar sus votos para no perder los beneficios que actualmente reciben, temerosos de que un gobierno de otro signo político se los quite".

ACTUALIZACIÓN (22 HS)
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2 comentarios:

Daniel dijo...

Denuncian que La Cámpora se come a los chicos. Señora, cuídelo porque le ponen sal, pimienta y así nomás crudo se lo fagocitan.
Me lo contó un amigo de mi prima que trabaja en un Ministerio y lo oyó de buena fuente en un pasillo pero no puede dar nombres porque después vienen las represalias y aparte de mandarte la Afip tienen milicias reclutadas que de noche te mandan a villeros para que te rompan la cabeza y lo hacen por el plan que le dan. No sepuede vivir más así!

Sergio Villone dijo...

Si no ponés el interno del ministerio, ¡¡¡no te creo!!!

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