Que una lo injuntable en pos de terminar con el autoritarismo. Que le devuelva el país a sus verdaderos dueños. Y que nos vuelva a permitir estar unidos como antes. Sin populismo.
Desde el #13S inorgánico a este organizado y político-partidizado cacerolazo de ayer, lo que ha cambiado es el discurso de los poderosos alrededor de la sana manifestación de gente con reclamos, algunos atendibles: ofrendar ese cúmulo de cuerpos desorientados a alguien que pueda enfrentar mano a mano al kirchnerismo.
Anoche se escuchaba "esta marcha fue transversal a todas las clases sociales", como un esfuerzo para despegarla de los sectores medios urbanos ciegamente anti K y construir la imagen de un amplio electorado que está esperando un candidato que pueda nuclearlos.
Desde la inocencia de los insultos a CFK ahora los sectores de poder real enfrentados a la decisión de las mayorías electorales necesitan poder político, no sólo discursivo-mediático.
Y eso es lo que reclaman las empresas paraperiodísticas organizadoras del cacerolazo en sus ediciones de hoy.
Blanck: "Millones de argentinos reclaman ser representados por quienes sean
capaces de construir una esperanza y un nuevo liderazgo. Si eso no
ocurre, el sueño de perpetuación de Cristina y su modelo todavía puede
ser posible".
Pagni: "El malestar de anoche indica que, para una parte importante de la
sociedad, el ciclo kirchnerista atraviesa su definitiva fase
descendente. El método con el que ese malestar sale a la luz revela que
la oposición sigue sin convertirse en un canal de representación. Detrás
de esta ambivalencia palpita la principal patología de la política
nacional: el desequilibrio de poder".
Fernández Díaz: "Pienso mucho en Alfonsín, en su potencia y convicción, en su talento y
en su carisma, durante estos días de cacerolazos y denuncias de
corrupción, porque siento que el único activo que le va quedando al
Gobierno es la inexistencia de una contrafigura real y desafiante. Un
líder crítico capaz de recoger los frutos que todas las semanas caen del
carro bamboleante del kirchnerismo. Un amigo historiador me hizo esta
analogía: "Es como si la oposición le infligiera daños al Gobierno desde
las baterías, pero luego careciera de un jefe valiente y efectivo que
termine la faena en el campo de batalla. Al no existir ese jefe, los
kirchneristas se rehacen de los peores estragos, vuelven a formar en
línea y vuelven a atacar"".
Kovadloff: "La gente les hizo saber ayer a los políticos opositores lo apremiante
que es su necesidad de que se decidan a representar y no sólo a
acompañar la disconformidad del pueblo. Que sean capaces de reavivar la
esperanza cívica y encarnar los ideales indispensables de una ciudadanía
huérfana de liderazgos convergentes. Que sepan dar vida a los acuerdos
indispensables entre las distintas fuerzas porque sólo de ellos
provendrá una respuesta a la altura del desafío de esta hora".
González: "La lógica política indica que la oposición debería ser depositaria de
los votos que pueda perder el kirchnerismo. Pero sus dirigentes deberán
ganarse esos votos y para eso necesitan argumentos y carismas que
todavía no aparecen. Tienen por delante la chance que les da un gobierno
ensimismado en su propia supervivencia. Faltan algunos meses para
descubrir si la empatía opositora con la sociedad insatisfecha termina
en un éxito electoral o en una nueva oportunidad desperdiciada".
viernes, 19 de abril de 2013
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1 comentarios:
Fernández Diaz trabaja de sucesor de Francella ahora que no quedan cómicos?
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