Entonces, exageran.
"Los diputados enfrentan un crucial debate sobre la independencia de la Justicia.
De eso se trata la sesión de hoy. Son ellos los que determinarán o no
si Cristina consigue avanzar en su plan de controlar uno de los poderes
de la democracia".
Fuente
Alarman.
"La Magistratura, la Casación y la limitación de las cautelares contra el
Estado constituyen la matriz de la reforma que Cristina se niega a
tocar porque afectaría la sujeción de la Justicia que persigue y la
maquinaria estatal que pretende preservar. La carta de Lorenzetti
levantó mucho humo, aunque todo seguiría casi igual".
Fuente
Se victimizan.
"Aquí, entre nosotros, hace años y años que los Kirchner odian a Clarín, lo proclaman y hacen hasta lo imposible por destruirlo.
Ahora le toca el turno al Poder Judicial, otro obstáculo en el proyecto kirchnerista de dominación total,
y ya no se trata de Bonafini insultando a los jueces en la plaza de
Tribunales. No, se trata de convertir a un Poder independiente del
Ejecutivo en órgano amorfo sólo sensible a los estímulos partidario".
Fuente
Se radicalizan.
"El golpe institucional que estamos sufriendo es contra la sociedad en su
conjunto y contra la ciudadanía en particular. Los radicales del
kirchnerismo golpean porque quieren continuar disfrutando del poder.
Quieren continuar viviendo como marajás por el resto de la vida y para
eso precisan que el kirchnerismo se eternice. Quien no ve que el actual
golpe institucional es la condición preparatoria de la reforma
constitucional para la reelección perpetua de Cristina Kirchner, así
como para la reproducción no menos perpetua de los "privilegios" de ella
y sus amigos, es porque se encuentra mirando la sombra de las llamas en
el fondo de la caverna. La verdad es tan simple que basta querer verla.
Volvamos a la pregunta inicial: ¿qué traidores
precisamos para impedir este golpe? La respuesta es obvia, precisamos de
traidores al kirchnerismo en sus dos principales variantes, peronista y
montonera".
Fuente
Desprestigian.
"Las huellas del agravio ya existen. Las dejó la procuradora general
de la Nación, la cristinista Alejandra Gils Carbó, que es la jefa de los
fiscales. Es cierto que su fervor militante ha devastado su prestigio
en la Justicia. Hace poco, hubo por primera vez en la historia una
marcha de empleados judiciales sobre las oficinas de Gils Carbó, una
elegante casona en la calle Guido al 1500.
Convertida en líder de facto de Justicia Legítima, la
jefa de los fiscales atravesó un mal momento con las reformas a la
Justicia. El Gobierno la ignoró. En el acto en el que Cristina Kirchner
presentó esos cambios, Gils Carbó fue condenada a sentarse entre los
aplaudidores habituales de la jefa del Estado. Ningún lugar especial
para su importancia institucional.
La contradicción, cuando no la directa violación de la ley, parecen ser la norma de Gils Carbó".
Fuente
Arengan.
"El "vamos por todo", propio de las concepciones totalitarias de gobierno
, está presente de cuerpo entero en ese paquete de leyes que la Cámara
de Diputados tratará hoy. ¿Cómo calificar, por lo tanto, de actitud
"fascista y antidemocrática" una movilización popular que se oponga a
una pretensión que tal vez sea la más osada de las que haya hecho el
fascismo de izquierda instaurado en el poder?
¿Cómo admitir en silencio que una mayoría
circunstancial pueda asestar el golpe inminente que se propinará desde
el Poder Ejecutivo, y con la complicidad de la mayoría legislativa
sumisa, contra el corazón de la República, sin hacer nada en lo
inmediato para atajarlo?".
miércoles, 24 de abril de 2013
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