"Si no fuera por la solidaridad de los vecinos, que arriesgaron su
propia vida para salvar a los que se estaban ahogando o se encontraban
atrapados por el agua, la tragedia seguramente hubiese sido mucho mayor.
¿La razón? El Estado estuvo y está ausente, en todos sus niveles.
Tuvieron que pasar varias horas después de que terminó llover, para ver
algún gendarme o rescatista mandado por el gobierno. Es más, en algunas
zonas, aún hoy no hubo un solo funcionario oficial que se haya acercado a
relevar la situación.
La presidenta y su séquito de adulones demostraron una incapacidad y
una ineptitud pocas veces vista. Los funcionarios nacionales sólo
vinieron a La Plata a sacarse una foto y a hacer prensa, mientras que
las medidas que adoptaron con posterioridad resultan absolutamente
insuficientes y, hasta en algunos casos, ridículas.
La Presidenta está demostrando una impericia extrema,
cuando el universo de personas a asistir ronda las 200 mil. Quizás debe
fijarse el ejemplo de Juan Domingo Perón cuando, hace casi 70 años, tras
un terremoto que convirtió en ruinas a la provincia de San Juan y
provocó 8.000 muertos, logró reconstruir una ciudad con mucho menos
tecnología de lo que existe en la actualidad.
No es casualidad: a Perón le sobraba lo que le falta a los K. Es
decir, capacidad de liderazgo y saber rodearse de expertos que le
permitieron llevar adelante planes estratégicos, con claros objetivos a
cumplir.
El gobierno K anunció que, en total, gastará cerca de $300 millones
para asistir a los inundados. Una burla. Es apenas el 10% de lo que
demanda el Programa Fútbol para Todos, una caja para hacer pan y circo,
mediante la cual los K hacen negocios turbios con la AFA. Y baja línea
política con publicidades aberrantes, en la falsa creencia de que con
eso la ciudadanía comprará el relato oficial.
Una muestra de lo obsceno que resultó la actitud de la presidenta con
los inundados de La Plata es que, durante su visita a Tolosa, ni
siquiera tuvo la delicadeza de sacarse el Rólex de oro, cuyo valor está
estimado en 50 mil dólares.
Cristina mostró semejante frivolidad al intentar rebatir los
cuestionamientos de los vecinos indignados, que buscó hacer creer que
ella había atravesado por una situación similar cuando, siendo joven,
sus “piecitos de princesa” se mojaron durante una crecida del Arroyo del
Gato que llegó hasta su casa.
En definitiva, la soberbia y la impostura de la primera mandataria
fueron una cabal muestra de que está viviendo en un táper, tal como se dijo
varias veces en las páginas de nuestro diario".
Fuente
domingo, 7 de abril de 2013
Como no hay libertad de expresión en el país, diario platense acusa de soberbia, corrupta y asesina a CFK
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