Luis Novaresio (La Capital, Santa Fe): "Hoy podría comenzar la consagración del completo estanque de la causa de
lavado de dinero. No se espera que Jorge Lanata pueda esgrimir otra
prueba distinta a la que hace 8 años Elisa Carrió llevó a los estrados
del juez Ercolini acusando a Lázaro Báez. Y eso no prosperó. Los dos
fantoches que se arrepintieron de su arrepentimiento fueron
convenientemente instruidos en sus declaraciones dejando en offside a
quien se creyó el nuevo fiscal de la República porque es aplaudido por
las calles porteñas. Lanata tiene el mérito de haber puesto en debate un
delito que, de verdad, existe y jamás se investigó. La duda es si
cuenta con pruebas de rigor periodístico como para que tamaño ruido no
sepulte la oportunidad de investigación judicial. Párrafo aparte merece
su convicción de ser el padre de la ética periodística argentina. Los
valores son huérfanos de custodios iluminados que a la postre devienen
siempre en autoritarios o egocéntricos. Sólo tributan en la conciencia
de cada uno y en el respeto del público".
Rodolfo Cavagnaro (Los Andes, Mendoza): "El imán con el que el populismo atrae a las personas es la plata. Pero la
plata nominal, es decir, lo que los billetes dicen que valen y no lo
que realmente valen. Todos los gobiernos populistas ponen el acento en
repartir plata en forma directa (con subsidios, aumentos salariales
desmedidos y otras medidas que ponen plata a las personas en el
bolsillo).
Hagan lo que hagan, el romance del populismo kirchnerista con el pueblo
se ha roto, porque la caja está vacía y están fabricando plata sin
respaldo. Todos los populismos empiezan igual y casi todos terminan
igual. Es hora de que aprendamos de la historia".
Hugo Grimaldi (La Gaceta, Tucumán): "Con sus silencios y sobre todo con sus ninguneos hacia la otra parte de
la sociedad, usando argumentos que quedan flagrantemente expuestos como
una venta de "gato por liebre" (motivos de los cambios en la Justicia,
Ley de Medios, inflación, bondades del modelo, etcétera) progresivamente
la Presidenta misma le ha ido quitando mística a su propia tropa, a la
que termina mandando al muere dialéctico.
Es innegable que el país está irremediablemente dividido y que la
Presidenta es aún la única báscula política que existe, pero esa
responsabilidad o la necesidad de mostrarse como la más "terca" de los
tercos le está jugando en contra en materia de imagen y eventualmente de
caudal de votos".
Gabriel Profiti (El Liberal, Santiago del Estero): "El dato saliente fue que la oposición se animó a participar. Ese dato le
alcanzó al Gobierno para rotular de opositora a la marcha, pero en ese
afán de deslegitimar la convocatoria terminó dándole discursivamente una
recompensa a un arco antikirchnerista que no tiene capacidad de
movilización ni líder".
Carlos Leyba (Época, Corrientes): "No se trata de suponer que una marcha, cuya
motivación principal es la protesta, pueda generar políticas. La
protesta no tiene el carácter de una propuesta. Y no tiene un signo
positivo, al menos en el sentido de obtener o reclamar más de algo. La
protesta, en realidad, reclama menos de algo. Toda protesta está
vinculada con la demanda de freno. No es por mas. Es por menos".
Jorge Barroetaveña (El Día, Entre Ríos): "Hoy, más del 50% de la sociedad argentina es o se considera a sí
misma clase media. Y ese mérito, en los últimos 10 años le corresponde
al gobierno. ¿Qué sentido tiene entonces enemistarse con una parte de la
sociedad que, no sólo ha sido el motor de la economía en los últimos
años, sino que ha demostrado su apoyo al ‘modelo’ en los momentos
cruciales, cuando el poder en serio estaba en juego?
¿Tiene sentido marcar una línea entre los réprobos y militantes, justo ahora que las papas queman?".
Mauricio Maronna (La Capital, Santa Fe): "La trilogía de las multitudinarias movilizaciones contra las políticas
del gobierno (13S, 8N y 18A) obliga a una pregunta obligada: ¿y ahora
qué? La respuesta debería venir del lado de la oposición.
Las elecciones no se ganan en el Monumento a la Bandera, en el
Obelisco o en Callao y Santa Fe. Las elecciones se ganan en las urnas
con proyectos alternativos y con vocación de poder. Y eso es lo que hoy
carece la constelación de dirigentes antikirchneristas. Están a tiempo
de enderezar la nave, pero ese tiempo no es mucho.
Debe decirse que la metodología de la movilización casi permanente va
mostrando señales de agotamiento. Muchos —muchísimos— de los
manifestantes que se dieron cita en el Monumento a la Bandera se
permitían por un momento dejar de lado los reproches hacia la presidenta
de la Nación y los dirigentes más icónicos del oficialismo para ensayar
las dudas en forma de interrogante: “¿Y ahora qué?”".
Mariano Spezzapria (El Día, La Plata): "Algunos kirchneristas ya admiten, por lo bajo, el error conceptual que
encierra la “democratización” de la Justicia, porque le abrió a la
oposición un escenario que le estaba totalmente vedado: la articulación
política con sectores de la sociedad que son críticos del Gobierno pero
que también desconfían de sus adversarios, por considerarlos mezquinos e
incapaces de unirse para plantear una alternativa de poder".
Emilio Marín (La Arena, La Pampa): "Porque bajaron la línea al cacerolazo del jueves, la mayor gloria
debería llevárselas el tándem Lanata-Carrió. Uno desde el púlpito
levantado por Clarín y la otra desde su banca de catastrofista
profesional.
Las crónicas registraron que uno y otra se llevaron las
mayores ovaciones en la Plaza de Mayo. El "Gordo" pasó por allí en un
auto y fue ovacionado. A la "Gorda" la recibieron como a una estrella.
En el think thank (tanque de ideas) de Héctor Magnetto pueden estar
analizando la posibilidad de una fórmula presidencial Lanata-Carrió.
Quién sabe si no saca más votos que Hermes Binner en octubre de 2011,
quien quedó 37 puntos debajo de la ganadora en primera vuelta".
Francisco Seminario (Los Andes, Mendoza): "Para los nostálgicos del “todo tiempo pasado fue mejor” quizás haya
llegado la revancha: esta semana que termina posiblemente les haya
traído un soplo de nueva vida, con su huracanado viento noventista
prácticamente arrasando con algunos bastiones simbólicos del
neosetentismo de mocasines gastados inaugurado hace diez años por un
Néstor Kirchner rebelde y desaliñado. Un proyecto recortado en blanco y
negro contra la mucho más chillona y pretenciosa década menemista.
Pero hete aquí que, como en calesita, en este país todo se va y todo
vuelve, una y otra vez y hasta el infinito. En esta Argentina circular,
lo único seguro es que el pasado nos espera un poco más adelante.
De modo que, señores y señoras, lectores y lectoras, bienvenidos a este
presente tan Puerto Madero que en el giro de los últimos días podría
darse en llamar, aunque sólo sea por algunos instantes que fueron como
chispazos inquietantes del pasado reciente, neomenemismo kirchnerista. O
kirchnerismo noventista.
O neomenemismo K, como se prefiera".
La Voz del Interior (Córdoba): "Lo más preocupante de la actitud oficial es el total desparpajo que
mostró la Presidenta, quien –mientras se realiza la mayor protesta
contra su gobierno– decidió usar la red social Twitter para lanzar más
de medio centenar de mensajes ajenos a los reclamos de miles de
ciudadanos. Otra vez, decidió no escuchar los pedidos de la gente ni
leer los contenidos de sus pancartas. Volvió a encerrarse en sí misma y a
decir lo que sólo ella quiere escuchar".
Nacho Rodríguez (Uno, Mendoza): "La cámara oculta (¿oculta?) que mostró el domingo pasado por canal 13
de Buenos Aires el periodista Jorge Lanata puso en evidencia algo:
Lanata sigue siendo un excelente productor de televisión y aprovecha los
interminables recursos que recibe del grupo Clarín para contratar
periodistas y productores que garanticen el trabajo que él nunca
chequeará en persona.
Lanata defiende al aire las pruebas y fuentes que le proveen sus
colaboradores pero más de una vez le han vendido lo que en periodismo se
llama ‘pescado podrido’, o sea, material que no tiene la contundencia
que parece".
El Ancasti (Catamarca): "La soberbia no es buena aliada. La historia enseña que no es luz que
ilumine sino chispa que confunde. Recorta la realidad y la magnifica
arbitrariamente, según convenga. Ciega la mente para los matices, oculta
los caminos, perturba la distinción de los colores, no tiene ojos para
la proximidad de los abismos".
La Opinión (Buenos Aires): "Le toca el turno a la oposición para demostrar si los referentes están
realmente atentos a las necesidades y pedidos de la gente, tras la
masiva movilización popular en todo el país.
Diversos dirigentes
políticos opositores reconocieron que es difícil que los sectores
antikirchneristas puedan armar un frente único para enfrentar
electoralmente al gobierno de Cristina Kirchner.
No es probable, de acuerdo con los dichos de los máximos dirigentes
opositores, que haya un solo frente anti K pero sí lo es que el esfuerzo
lleve a dos grandes acuerdos, uno entre Macri y sectores afines y otro
entre socialistas y radicales.
No es lo que pide la sociedad, pero será, en todo caso, un paso adelante".
El Tribuno (Salta): "La movilización puede ser interpretada de muchas maneras y los
dirigentes, en público, lo harán de acuerdo a su conveniencia. Es
aberrante, en este punto, la propuesta de Elisa Carrió de impedir que
esta semana sesione el Congreso para sancionar la reforma judicial. De
nada vale el oportunismo.
Ningún dirigente argentino se encuentra hoy en condiciones de capitalizar ese descontento. Ningún gobierno debería dormirse en los laureles".
domingo, 21 de abril de 2013
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1 comentarios:
En todo este revoleo de plumas considero muy floja la actuacion de los medios oficialitas al darle entidad a esta basura
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