viernes, 5 de abril de 2013

Ernestino: "No creo que vuelva a ser amigo de Gvirtz"

"-Tenía una relación relativamente cercana con Diego Gvirtz, pero no creo que la vuelva a tener. Que un tipo que era amigo tuyo te trate de mercenario tres veces por semana en la televisión… no hay ninguna posibilidad de diálogo, eso no se hace.
-¿Cuál fue el momento de quiebre?
-Empezó con mi libro “Qué les pasó” (publicado en el 2010). Pero tampoco era tan amigo, era un tipo con el que tomábamos café cada tanto, yo era el invitado cábala de “TVR” y le había dado algunos consejos… Es increíble la cantidad de mentiras que se pueden volcar en la edición.
-¿Nunca tuvo ganas de levantar el teléfono?
-No, no, siempre tuve conciencia de quién soy yo.
-La controversia por su último libro debe haberle generado un sacudón, ¿no?
-Eh, mirá, es un libro que me pone muy orgulloso, está escrito con mucha pasión y mucha convicción.
-¿No repiensa ni una coma?
-Habría que ver con detalle, pero como es una crónica de un período, no me arrepiento de nada de los valores que expresa. Yo ví cómo el kirchnerismo amagó con salirse de algunos valores que yo repudiaba de la década del `90 y después se metió de nuevo en ellos y les agregó una gran dosis de intolerancia. Eso dividió a la familia del progresismo. Me parece que los sectores más liberales, los que creemos más en la tolerancia y la democracia y no justificamos la corrupción, la prepotencia e incluso el asesinato de gente porque el modelo económico cambia, nos pusimos en contra y eso resultó intolerable para muchas personas que decidieron que era hora de tolerar la corrupción e inclusive asesinatos, como los de Once.
-¿Cómo vivió el cuestionamiento de algunos sobre qué le había pasado a usted para escribir eso?
-Me dolía, por supuesto que sí, y muchas cosas me parecían kafkianas, ver marchas con nuestras caras como enemigos del pueblo… son cosas que no me voy a olvidar en mi vida. Con el tiempo uno descubre que salir a gritar es peor, porque el tipo que te quiere hacer daño dice “ah, ves cómo está sacado”… y te enojás no solo con quien te agrede sino también con quien no te defiende.
-¿Quién lo dejó solo en ese momento?
-No, no importa".
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