Los problemas del fundamentalismo opositor

Dijo por estas horas el socio de la Sociedad Rural, Eduardo Buzzi: “Me cuesta ver las banderas históricas de la Federación Agraria en el PRO". 
"“Me jode un poco porque al PRO uno lo vincula con los 90, con el neoliberalismo. Me parece que es el neoliberalismo que reaparece detrás de un proceso progresista trucho. Por eso Claudio Lozano, que es un tipo inteligente, decía y dice que el progresismo trucho deviene en la derecha, entonces cuando es progresismo trucho como el kirchnerismo después se crean condiciones para que reaparezcan las derechas liberales”, señaló el máximo referente de Federación Agraria Argentina.
Buzzi profundizó un poco más esa divergencia al considerar que “el PRO representa esa derecha liberal y no tiene las banderas de la Federación Agraria de un Estado presente a favor de los más débiles, de la intervención virtuosa, del ordenamiento en el uso de la tierra, no está en su naturaleza” subrayó.
En sus declaraciones a la radio rafaelina El Espectador 100.1, Buzzi contó que habló con el dirigente entrerriano, que le confirmó su intención “de ser candidato a un frente de partidos, es lo que me dijo De Ángeli”, pero consideró que lo ve “apareciendo muy pegado, como candidato de Mauricio Macri”.
“Yo públicamente trato de ser muy cuidadoso, lo único que el “Melli” me dijo fue que nunca va a abandonar las banderas de la Federación Agraria. Bueno, está bien, pero eso lo vamos a ver con el tiempo. Ahora, me cuesta ver las banderas históricas de la Federación Agraria en esa expresión política que es el PRO, me cuesta verlo”, concluyó".
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"Elisa Carrió retomó sus denuncias contra la Unión Cívica Radical tras la polémica votación de tres leyes de la "Democratización de la Justicia" y manifestó que "los que arreglan con el oficialismo son (Ricardo) Gil Lavedra y (Ernesto) Sanz".
"Sanz que es el jefe de la cooperativa en el Senado", disparó Lilita en diálogo con el portal MDZ, desde Mendoza, donde se reunió con el ex vicepresidente Julio Cobos y se encargó de ratificar sus críticas contra los radicales.
Sanz no se quedó callado y salió a contestarle: "Carrió hace más daño a la oposición y a la justicia independiente con sus descalificaciones y sembrando sospechas que el propio gobierno que quiere desalojar a esta Corte y mantener divididos a los opositores", sostuvo.
En sintonía, el jefe de bloque de senadores radicales, José Cano, salió también en defensa de su partido. "Hoy hay dos personas que han decidido llevarse puesta a las instituciones en la Argentina. Una esa  es la presidente Cristina Fernández, la otra Elisa Carrió", afirmó el tucumano.
"Carrió defraudó a millones de personas que la votaron para presidente. Su mezquindad y mesianismo hicieron fracasar la posibilidad de construir una alternativa electoral opositora y facilitaron la consolidación del kirchnerismo en el poder", sostuvo Cano. "Ahora, mantiene su juego perverso y aplica una receta que es funcional a las usinas de comunicación del Gobierno", agregó".
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Mientras, Luisito Investigador le pega a la intransigente Naranja: "En los últimos días, un grupo de intelectuales, entre quienes se encuentran periodistas de renombre, se trenzaron en una discusión apasionante. Es la misma idea que enoja a la diputada nacional Elisa Carrió, quien a veces, en su afán de llegar a la verdad, comete el pecado de presentase como si fuera el único camino para terminar con la corrupción en la Argentina. La discusión es si, para ganarle a Cristina Fernández de Kirchner y todo lo que representa, hay que imitar ciertos procedimientos exitosos de los K, o si es imprescindible hacerlo con otras armas, ya que el cristinismo en el poder parece, nada más y nada menos, que la reencarnación del mal absoluto.
Analizar qué tenía en la cabeza Néstor Kirchner cuando emergió de entre las ruinas del ‘que se vayan todos’, asumió el poder e inauguró una década que la historia juzgará. Lo primero que decidió fue pararse en el andén, en el vagón indicado, a la hora señalada, con los socios necesarios, para ganar las elecciones que lo transformarían en presidente. Adivinó que el tren de la historia pasaría por la puerta de su casa una sola vez y se lo tomó. Abandonó el purismo ideológico. Recurrió a Eduardo Duhalde, a los barones del conurbano y a Daniel Scioli para ganar la segunda vuelta. Hizo todo lo contrario a lo que pregona, por ejemplo, la propia Carrió, quien ahora colocó al presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti y a la senadora María Eugenia Estensoro en la lista de sus nuevos enemigos. ¿Es, lo que hace la diputada, purismo o sectarismo? Poner límites por todos lados no es una buena decisión para transformarse en alternativa de poder. Porque después las opciones se achican. “Está flojo de papeles. Su declaración jurada no cierra. Pero los voy a votar en segunda vuelta, porque representa el mal menor”, me dijo la propia Carrió por televisión después de la primera vuelta que Carlos Menem le ganó a Kirchner por el 3% de los votos. Es decir: construyó con tan pocos que se debió conformar con elegir al que entonces suponía menos malo. Y así le fue. Y así nos fue".
Anoche, su patrón, el Colo De Narváez, en el programa del dr. Mariano, aseguraba que su fuerza política va a presentar candidatos a consejeros en todo el país (olvidando los planteos de inconstitucionalidad contra la reforma judicial prometidos todos estos días -hoy, el procesado Pagni se queja en La Nación-) y Lanata justificaba la represión de la policía de Macri en el Borda con una versión reloaded de la teoría de los Dos Demonios.
Katz los consuela con un nuevo capítulo del Relato Anti K: "El kirchnerismo ha fracasado".