Los periodistas estamos muy sobrevalorados. Durante mucho tiempo se creyó que el periodismo echaba un ministro, derribaba un presidente. El poder político estaba muy pendiente de lo que decía la Patria Periodística. Hoy todos están pendientes de lo que dicen los diarios, el kirchnerismo y la oposición. Es extraño, porque hoy los diarios no tienen la influencia de antes. Cuando el kirchnerismo dice que antes un gobierno no se bancaba 3 tapas de Clarín es cierto. Hoy se bancan 14. Esto es mérito del kirchnerismo y del grupo Clarín, que ha cometido errores groseros, aunque de los dos lados. Yo miro 678 y me dan ganas de hacerme opositor. Leo Clarín y me dan ganas de hacerme kirchnerista. Nunca me pasó.
Con el gobierno y Clarín se juntan el hambre y las ganas de comer. El gobierno comunica pésimo y Clarín se lo come porque sabe comunicar bárbaro. Con el plan de viviendas sucedió esto: mal comunicado y del otro lado te venden una cosa totalmente distinta. Es una guerra que ya cansó, que degrada a los periodistas y a los políticos.
Cuando el primer cacerolazo contra Duhalde, a principios de 2002, nadie lo cubrió, ni TN. No lo cubría porque Duhalde ya estaba armando el decreto para salvarle la deuda a Clarín. Y me acuerdo que Duhalde personalmente llamaba a Carlos y Juan Cruz Ávila para que levantáramos el programa y ellos no lo levantaron. A ese cacerolazo no lo cubrió nadie.
No está mal el periodismo militante. Si la militancia contamina todo y te enceguece, es un error. El que más tiene que criticar es el militante, pero no hay autocrítica.
Soy amigo de Mauricio Macri, antes de la política. Pero muchas veces no coincido con un montón de cosas y discutimos mucho de política. Pero yo lo sigo viendo como el tipo que no está en el Poder. Y se ha enojado, y durante un tiempo se hizo el enojado conmigo porque sentía que yo tenía que defenderlo. También tengo gente en el kirchnerismo con la cual tengo una muy buena relación.
El periodismo sobre periodistas siempre existió. El kirchnerismo sólo lo puso blanco sobre negro. Y vino para quedarse. No fui al Queremos Preguntar de Lanata porque parece que preguntando es la única forma de informar. Más allá de que los funcionarios deben responder. Y para los periodistas es un buen ejercicio. A mí me gustaría hablar con la Presidenta. El Queremos Preguntar no me pareció hacerlo en el ámbito de Clarín. Una vez le pregunté a Kirschbaum: "¿Ya hay comisión interna en Clarín?" Y me dijo que no. ¿Por qué tengo que ir ahí donde no hay libertad gremial? Y me hacía ruido eso. Por eso no fui".
0 comentarios:
Publicar un comentario