domingo, 19 de agosto de 2012

De la Sota, en la mira

"Nadie puede negar la habilidad del gobernador cordobés, José Manuel de la Sota. Mientras su provincia está casi en llamas y todos los gremios estatales se movilizan para impedir el ajuste, buscar un diálogo y rechazar los cambios al sistema previsional que impuso entre gallos y medianoche, el cordobés sólo se preocupa por cómo llegar mejor posicionado al 2015. Judicializa sus reclamos al gobierno nacional, intenta sin éxito alentar una rebelión de gobernadores, planea con atención cómo ganar tapas en los medios distanciándose del Gobierno, y trata de esconder bajo la alfombra los números en rojo y la falta de gestión en su provincia. Si bien consiguió cierto guiño de la Corte Suprema que lo convocará a una audiencia de conciliación por un reclamo de coparticipación, el clima no está para festejos.
Para tener un panorama de los números de la provincia, basta recordar que pese al Programa Federal de Desendeudamiento acordado entre la Nación y las provincias en 2010, que permitió una reducción de deudas provinciales de 9.644 millones de pesos para el conjunto de las jurisdicciones, así como la reestructuración a largo plazo de deudas pendientes con la Nación, la deuda pública cordobesa no paró de crecer. Según el Ministerio de Finanzas de la provincia, pasó de 9.617 millones de pesos al cierre del ejercicio 2009, a 10.611 millones en 2010 y 11.099 millones al 31 de diciembre de 2011. Esto se debe a la expansión del gasto público provincial, a partir del 2003, a una tasa de crecimiento promedio anual superior en más de un punto porcentual a la del crecimiento de los ingresos. Desde su propia provincia le critican a De la Sota “medidas arbitrarias como las masivas jubilaciones anticipadas que se produjeron a partir del 2000”".
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"Ante ese panorama, cobra fuerza el planteo de los gremios: mientras el gobierno provincial plantea gravar el consumo, ellos piden que se actualicen las valuaciones de inmuebles rurales, congeladas desde 1993.
“En los últimos 12 años -señala Treber- la importancia relativa de este gravamen descendió acentuadamente de 30,2 % a 6,94 %”. Por el contrario, el Impuesto a los Ingresos Brutos equivale al 80,4 % ”.
Una nota del diario Página 12 del domingo 29 de julio grafica que esta situación se repite en otras provincias: “en 2011 en Santa Fe, el porcentaje –de Ingresos Brutos- fue del 70,9 % y en la provincia de Buenos Aires, de 75,2 %. Queda claro que estamos hablando de un impuesto indirecto trasladable a los consumidores y con un impacto regresivo sobre la distribución del ingreso”, plantean los autores, investigadores de la Universidad General Sarmiento.
En contrapartida, “los impuestos de base patrimonial (el inmobiliario –urbano y rural- y patentes), que son los impuestos progresivos porque tributan más los que más tienen, en Córdoba han representado en 2011 el 10,5 % del total de los recursos propios, en Santa fe el 16,7 % y en Buenos Aires, el 12,4 %”, señalan".
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"El gobierno de José Manuel de la Sota tiene decidido la aplicación de una tasa a los combustibles, más allá de los cuestionamienos cruzados que incluso aseguran que es inconstitucional. Le hacen falta recursos y para obtenerlos, rápido y en efectivo, apuntó primero a los servicios, pero finalmente se decidió por las naftas. Terceriza el cobro y es algo a lo que el contribuyente no puede escapar. Carga el tanque y paga.
Pero cuando se conocieron las intenciones de la Provincia, uno de los actores que salió al cruce fue el campo. Las entidades ruralistas, de cercana relación con los gobiernos de De la Sota, pusieron el grito en el cielo cuando hicieron las cuentas y advirtieron el impacto que los 30 centavos por cada litro del gasoil implicaría para la actividad agropecuaria. El ex titular de Cartez, Néstor Roulet, aseguró que el sector le aportaría a la Provincia unos 231 millones de pesos anuales por esta vía.
La queja tuvo nuevamente eco. El gobierno ya evalúa un recorte de la tasa para el gasoil, pero la mantiene en las naftas o incluso podría incrementarla. En el primero se aplicarían sólo 20 centavos por litro, por lo que el aporte del campo -si las estimaciones de Roulet fueran correctas- sería de 154 millones de pesos. Sin embargo, desde el Ministerio de Finanzas se remarcó que eso no debe impactar en el monto final que se espera recaudar supuestamente para obras viales y que debe ser de $500 millones al año.
¿Quién pondría los 77 millones que le reducirían al campo? Los automovilistas que consuman naftas, tal vez en mayor medida los que cargan premium y que cada vez son más en el mercado".
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"Habitualmente, cuando un gobernante toma medidas impopulares y resigna parte de su caudal político, en la otra vereda hay dirigentes que consiguen capitalizar ese crédito perdido. En Córdoba no. La oposición encarnada en el radicalismo está tan fragmentada, tan huérfana de líderes y de estrategia, que apenas si consigue hacerse oír entre el mar de quejas. Y, por supuesto, no capitaliza ni un gramo de lo que De la Sota va perdiendo en el camino. El Frente Cívico, aún en crisis de identidad después de la derrota de 2011, es también un cuerpo indefinido y cargado de impotencia.
Si no fuera así, la situación política del gobernador sería más delicada. Y estaría obligado, al menos, a revisar sus alianzas. Cuando el déficit de la Caja se hizo insostenible, a De la Sota ni se le cruzó por la cabeza subir los impuestos al campo o a la copiosa cantidad de tragamonedas que pueblan la provincia, tal como le piden el kirchnerismo y la oposición. Si lo hiciera iría contra toda lógica porque implicaría para el propio mandatario desconocer su historia de décadas y hasta casi renegar de su código genético. La pauta está en un cambio que aplicó la Provincia en la nueva y cuestionada tasa vial: sólo bajará el impuesto previsto para el gasoil, que es usado principalmente por el campo. Así, respondió a un reclamo -que se aumentara el irrisorio Inmobiliario Rural que se paga en Córdoba- con una reafirmación de su inamovible pacto con el agro".
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"El tres veces gobernador de la provincia de Córdoba, va sumando adeptos incluso de otros distritos, incluso de otros partidos, y se posiciona como representante del “partido liberal” que es oposición institucional desde 2003 y que desde entonces busca por todos los medios -incluso de comunicación- un candidato con proyección presidencial.
Construye su imagen con la misma figura de la antonomasia de todos y “el campo”, allá en 2008, de “los cordobeses”, ahora. ¿Pero cuáles? Para salir de la encrucijada económica, De la Sota recorta a los jubilados, crea un impuesto al consumo (Tasa vial) y niega un Pacto Federal acordado entre todas las provincias".
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