viernes, 19 de abril de 2013

Luego del #18A: en la búsqueda de un Capriles

Que una lo injuntable en pos de terminar con el autoritarismo. Que le devuelva el país a sus verdaderos dueños. Y que nos vuelva a permitir estar unidos como antes. Sin populismo.
Desde el #13S inorgánico a este organizado y político-partidizado cacerolazo de ayer, lo que ha cambiado es el discurso de los poderosos alrededor de la sana manifestación de gente con reclamos, algunos atendibles: ofrendar ese cúmulo de cuerpos desorientados a alguien que pueda enfrentar mano a mano al kirchnerismo.
Anoche se escuchaba "esta marcha fue transversal a todas las clases sociales", como un esfuerzo para despegarla de los sectores medios urbanos ciegamente anti K y construir la imagen de un amplio electorado que está esperando un candidato que pueda nuclearlos.
Desde la inocencia de los insultos a CFK ahora los sectores de poder real enfrentados a la decisión de las mayorías electorales necesitan poder político, no sólo discursivo-mediático.
Y eso es lo que reclaman las empresas paraperiodísticas organizadoras del cacerolazo en sus ediciones de hoy.
Blanck: "Millones de argentinos reclaman ser representados por quienes sean capaces de construir una esperanza y un nuevo liderazgo. Si eso no ocurre, el sueño de perpetuación de Cristina y su modelo todavía puede ser posible".
Pagni: "El malestar de anoche indica que, para una parte importante de la sociedad, el ciclo kirchnerista atraviesa su definitiva fase descendente. El método con el que ese malestar sale a la luz revela que la oposición sigue sin convertirse en un canal de representación. Detrás de esta ambivalencia palpita la principal patología de la política nacional: el desequilibrio de poder".
Fernández Díaz: "Pienso mucho en Alfonsín, en su potencia y convicción, en su talento y en su carisma, durante estos días de cacerolazos y denuncias de corrupción, porque siento que el único activo que le va quedando al Gobierno es la inexistencia de una contrafigura real y desafiante. Un líder crítico capaz de recoger los frutos que todas las semanas caen del carro bamboleante del kirchnerismo. Un amigo historiador me hizo esta analogía: "Es como si la oposición le infligiera daños al Gobierno desde las baterías, pero luego careciera de un jefe valiente y efectivo que termine la faena en el campo de batalla. Al no existir ese jefe, los kirchneristas se rehacen de los peores estragos, vuelven a formar en línea y vuelven a atacar"".
Kovadloff: "La gente les hizo saber ayer a los políticos opositores lo apremiante que es su necesidad de que se decidan a representar y no sólo a acompañar la disconformidad del pueblo. Que sean capaces de reavivar la esperanza cívica y encarnar los ideales indispensables de una ciudadanía huérfana de liderazgos convergentes. Que sepan dar vida a los acuerdos indispensables entre las distintas fuerzas porque sólo de ellos provendrá una respuesta a la altura del desafío de esta hora".
González: "La lógica política indica que la oposición debería ser depositaria de los votos que pueda perder el kirchnerismo. Pero sus dirigentes deberán ganarse esos votos y para eso necesitan argumentos y carismas que todavía no aparecen. Tienen por delante la chance que les da un gobierno ensimismado en su propia supervivencia. Faltan algunos meses para descubrir si la empatía opositora con la sociedad insatisfecha termina en un éxito electoral o en una nueva oportunidad desperdiciada".

1 comentarios:

Daniel dijo...

Fernández Diaz trabaja de sucesor de Francella ahora que no quedan cómicos?

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