"El club de amigos de Guillermo Moreno sigue
perdiendo socios. Las barreras al ingreso de productos importados que
impuso el secretario de Comercio Interior no perdonó ni siquiera a las
creencias religiosas, y desde hace semanas los fieles de la Iglesia de
Jesucristo de los Últimos Días, conocidos popularmente como mormones,
enfrentan cada vez más dificultades para renovar su vestuario. Por una
cuestión religiosa, los mormones utilizan una ropa interior especial,
conocida con el nombre de garment, que funciona como un recordatorio de
las promesas que hicieron ante Dios. El problema es que por una cuestión
de escala estas prendas no se fabrican en el país y se importan
íntegramente desde Estados Unidos, y por lo tanto tienen su ingreso
prohibido al país como producto del cepo importador", denunciaba el 15 de julio valientemente La Nación.
Al otro día, el blog católico RIES citaba a la web mormona no oficial Pregunta a los mormones para explicarnos que "sólo los mormones adultos que han hecho convenios del templo llevan esta prenda, el garment, no todos los miembros de la IJSUD (Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días). Es una “expresión exterior de un compromiso interior de recordar siempre al Señor”. Los garments del templo mormón, se asegura, son similares a la ropa interior normal.
El garment no debe ser modificado para adecuarse a la moda. A los mormones norteamericanos que asisten al templo se les podría ver en un carnaval de verano usando bermudas y camisetas de manga corta, pero no shorts cortos y camisetas sin mangas. “El uso del garment no impide a los miembros vestirse con ropa de moda generalmente usada en las naciones del mundo. Sólo la ropa que es indecente o extrema en el estilo sería incompatible con el uso del garment”, explica Boyd K. Packer.
Para fundamentar su uso, los mormones incluso toman citas bíblicas que aluden al uso de prendas de vestir especiales: las ropas empleadas por Adán y Eva antes de su expulsión del paraíso, las vestiduras sacerdotales de Aarón y otros personajes del Antiguo Testamento, etc. En la Carta de la Primera Presidencia del 10 de octubre de 1988 leemos: “Los principios de la modestia y el mantener el cuerpo apropiadamente cubierto están implícitos en el convenio y deben gobernar la naturaleza de todas las prendas de vestir. Los miembros investidos de la Iglesia usan el garment como un recordatorio de los convenios sagrados que han hecho con el Señor y también como una protección contra la tentación y el mal. La manera en que se usa es una expresión externa de compromiso interno de seguir al Salvador”".
Y ayer domingo, el escritor antikirchnerista Guillermo Raffo reflexionaba en Perfil sobre esta nueva afrenta de la DiKtadura: "Trascendió hace poco que el Gobierno impide la importación de, entre
muchos otros ítems, ropa interior diseñada específicamente para
mormones. Me dio curiosidad. Las descripciones oficiales que encontré en
internet evitan toda descripción; las coloquiales hablan de
“calzoncillos mágicos”. El concepto me sonaba de alguna novela de
Douglas Coupland. Releyendo, lo encontré en un personaje secundario de
JPod, que por motivos vagamente religiosos decide entregarse a la
abstinencia sexual. En un momento prueba los calzoncillos mormones,
diseñados para disimular las formas del cuerpo “de modo que si te
calienta alguien, digamos, no se note”. Me pareció dar de casualidad con
una metáfora tal vez más pertinente. Capas de sometimiento, una que se
apila sobre otra: la prohibición que le niega al mormón el sufrimiento
elegido en su error anterior (que, de este modo, se potencia). Solución
no tengo. Va a llevar muchos años".
lunes, 26 de agosto de 2013
Un nuevo atropello K: el demoníaco Moreno (que estaría a punto de renunciar) prohíbe la importación de calzoncillos mormones
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