sábado, 20 de agosto de 2011

Medios Pilatos

"El Grupo Identidad y la consultora Ejes difundieron un estudio que muestra que el candidato a presidente por el Frente Popular, Eduardo Duhalde, acaparó en los últimos seis meses el 27,2 por ciento de la cuota de pantalla en los canales de televisión y radios de alcance nacional, seguido de la Presidenta que ocupó el 24, 8 por ciento de las salidas.
Como “salidas”, el estudio entiende entrevistas, discursos y ruedas de prensa exclusivos de cada candidato y no solo menciones o imágenes al pasar, ni los espacios de publicidad electoral otorgados por ley.
Luego de Duhalde y Cristina aparecen Ricardo Alfonsín con el 16,1% de la cuota, Hermes Binner con el 13,3 por ciento, Elisa Carrió con el 6,6; Jorge Altamira con el 4,8 por ciento, Alcira Argumedo con el 3,6 y último aparece Alberto Rodríguez Saá con el 3,5 por ciento.
Por otro lado, el estudio también revela cuáles fueron los medios en los que candidatos desfilaron con mayor frecuencia. Por caso, Duhalde apareció 44 veces en Radio 10 en los últimos 90 días, 37 en C5N y 31 en TN. De todos modos, el canal de Daniel Hadad prefirió darle prioridad a Cristina, que tuvo pantalla 53 veces. Crónica y América 24 fueron las otras dos señales en las que mandataria tuvo prioridad.
TN prefirió poner 38 veces a Alfonsín, 22 a Carrió y 19 a Binner. Argumedo no tuvo presencia “en los tanques”: solo fue reporteada en 5 apariciones en Radio Rivadavia y 3 en AM 750. Altamira apareció 12 veces en Radio Mitre".
Más allá de estos números categóricos, toda la semana varias plumas se dedicaron a lavarse las manos de todos los procesos de visualización e invisibilidad según sus intereses obvios en los cuales incurrieron los grandes medios de alcance nacional, para jugar una contienda que su pretensión de independencia y objetividad no les habría permitido si se hubieran manejado de forma honesta.
Complementario a esto, pierde sustento la acusación de que el gobierno K está formando un monopolio propio, ya que si estas formaciones empresariales no influyen en la vida política y/o en una elección, ¿cuál sería el problema? Ni qué hablar de los medios que han comprado empresarios privados y que las empresas periodísticas opositoras han trata de vincular, con mayor o menor éxito, al kirchenrismo, por lo que no gozarían de independencia y objetividad, además de los actos corruptos que estas transacciones suponen per se para el hipócrita accionar de los conglomerados mediáticos. Todo esto, siempre, para los que ahora se presentan como carmelitas descalzas y así evitan cuaquier autocrítica (esa tan reclamada al kirchnerismo cuando las derrotas catastróficas y de hundimiento se sucedían para placer de los Magnettos y Ernestinas) y renovación en las plumas que realizan análisis sobre la vida política y social argentina.
Algunos.
Kirschbaum: "La demostración más palmaria de la falsedad del eslogan sobre la “prensa hegemónica” que agita el oficialismo como arma política lo dio el resultado del domingo: la gente vota lo que quiere".
Fontevecchia: "El periodista tiene un impulso profesional que lo automotiva más allá de quien gobierne. Como cualquier actividad creativa, la profesión tiene su fuego sagrado que desde fuera de ella puede a veces resultar difícil de comprender, porque no se rige sólo por la maximización del beneficio material. Al kirchnerismo, que está muy atravesado por el materialismo, le cuesta entender estas lógicas diferentes. Y lo juzga desde su prisma beligerante como si cada acción estuviera motivada por un único fin. 
En su paranoia, ve en el periodismo una aspiración de sustituirlo. Por lo menos en lo que hace a los verdaderos periodistas, debería sentirse más tranquilo. Podría darse cuenta de que tan preocupados están los periodistas por llegar antes a las noticias y por cubrirlas mejor, que no resultan una verdadera competencia".
Van der Kooy: "La obsesión kirchnerista con el periodismo no constituye ninguna novedad. En todo caso, se podría concluir que de la elección interna del domingo ni Boudou ni Mariotto aprendieron uno de sus tantos mensajes: que la sociedad posee una elevada autonomía de opinión –en la que ellos parecen creer muy poco– respecto de los medios de comunicación. Una leída a alguna obra de Furio Colombo no les vendría nada mal. El escritor, político y periodista italiano afirmó en “Ultimas noticias sobre el periodismo”, que el verdadero periodismo “debe ser tan independiente del poder político como de los humores de la sociedad” .
El problema no sería tanto, a esta altura, la confrontación con el periodismo, un clásico kirchnerista anticipado por el menemismo. El problema sería la deformación política e institucional que se arrastra desde los 90 y que se profundizó con la gran crisis del 2001: el poder de turno soslaya a la oposición partidaria para pulsear contra los medios. Algo no funciona bien en un sistema democrático cuando esa distorsión se impone".

Sin embargo, Moreno se diferencia y se fija en el éxito del tan mentado relato K (cosa que ahora varios le reclaman a la Oposición, acusándola de carecer de semejante cualidad, sin la cual es imposible ganar una elección, se autoengañan): "La mitad de la sociedad argentina eligió el domingo el relato que le proporciona el modelo oficial. Así, le dio una victoria decisiva a la doctora de Kirchner. El voto no fue caprichoso ni necio y, aunque no desestimó la racionalidad fue, sobre todo, emocional.
Lo que sí desestimó fue inclinarse hacia una oposición deshilachada, incapaz de articularse y de articular algún tipo de discurso medianamente atractivo.
Esa mitad fue seducida por el relato predominante, el que machaca la enorme publicidad oficial, el que regurgita ad infinitum cada edición de “Fútbol para Todos”, el que pregona desde el fondo de su luto y con voz desgarrada la doctora de Kirchner, insistentemente, por cadena nacional".
Quizás para él sea más importante mantener vivo al cuco K, que vendrá a devorarse todos los medios que Clarín deberá desprenderse en muy poco tiempo: "Luego de que la pelea entre el Gobierno y las empresas dueñas de medios de comunicación volviera a escena con el pedido del titular del AFSCA y candidato a vicegobernador, Gabriel Mariotto, al juez Edmundo Carbone que apure la definición sobre el artículo 161 de la Ley de Medios, en el oficialismo analizan los pasos que podría seguir la Corte Suprema.
Es que, a pesar de que el Tribunal nunca falló totalmente en contra de los intereses oficiales sobre el tema, en el Gobierno desconfían del presidente del cuerpo, Ricardo Lorenzetti, que podría arrastrar a los demás miembros a dictaminar a favor del grupo Clarín.
“Siempre le gusta salir en los medios, estar. Por eso armó la agencia de noticias de la Corte (por el CIJ). No va a ir en contra de ellos”, alzó la voz una fuente del oficialismo.
Con Lorenzetti cerrarían filas también Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay, a quienes, según cuentan fuentes judiciales, el presidente le asignó en los últimos tiempos más recursos económicos y más “funciones especiales”.
A ellos, hay que sumarle a Juan Carlos Maqueda, que cerró acuerdos políticos con José Manuel de la Sota, algo que, por el momento lo aleja del kirchnerismo. Según cuentan apesadumbrados en el oficialismo, tampoco el Gobierno puede contar en esta oportunidad con Carlos Fayt, un ministro que históricamente estuvo a favor de los medios y que basó parte de su carrera en defensa de la liberta de prensa.
Por eso, el Gobierno sólo sumaría a Raúl Zaffaroni –defendido por buena parte del kirchnerismo en el escándalo por los prostíbulos que funcionarían en departamentos de su propiedad- y a Enrique Petracchi, ministro de estirpe peronista y que nunca se llevó bien con los grandes medios". 
Fuente

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