Artero ejercicio de copia entusiasmada de tanto antikirchnerismo ciego el del ladero de Mariano Grondona (y por estar al borde de quedarse con el programa en Canal 26, ante la endeblez de la salud del doctor).
Ayer, en Cadena3 (Córdoba) se despachó: "Yo pondría de titulo: Dos países, el que produce y el que recibe. Las elecciones van dejando clara muestra de cómo se podría dividir el país hoy: hay una franja del país que produce, más vinculada a la franja central de Argentina que viene castigando al gobierno en las urnas y así será seguramente: Santa Fe, Córdoba, Río Negro, Mendoza. Es la franja del país que se resiste, que no quiere ni autoritarismo ni un gobierno extractivo. Después, está el otro país que recibe, que vive del reparto y ruega que no se acabe el reparto. Es hora de que establezcamos qué queremos. ¿El país que produce o el país que recibe? Hay 18 millones de personas que reciben beneficios del Estado. Subsidios, los esenciales y los otros. Los esenciales son los básicos. Los otros son los de la Argentina prebendaria. El modelo extractivista, de reparto a mansalva, tiene pies de barro, en algún momento se acaba, ruega que por favor -sea Scioli, Zannini o como se llame- nada cambie, y siga recibiendo lo que ha recibido hasta hoy. La verdadera grieta es entre los argentinos que pagan los impuestos y los argentinos que disfrutan de los impuestos que pagan otros".
El escritor del Nunca Más cacerolo parece que leyó a Pagni, en La Nación, el lunes de la semana pasada: "De nuevo aparecen dos países, diferenciados por la complejidad del tejido económico y social y por sus distintas vinculaciones con el Estado. El kirchnerismo tiene enormes dificultades para imponerse en las regiones donde prevalecen los aportantes de impuestos. Las mismas que presentan las fuerzas de oposición para hacer pie en aquellas en las que predominan los consumidores de impuestos, condenados a depender de un subsidio para poder sobrevivir. Esta distinción, que estuvo siempre sugerida, se ha vuelto más marcada. Como si la Argentina tendiera a ser Brasil, donde Norte y Sur votan enfrentados. Es la fisonomía electoral del populismo".
El domingo, Rossi, ante la visita de Scioli a 678, tuiteaba y calificaba, a sus odiados colegas, de "choros".
martes, 23 de junio de 2015
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2 comentarios:
Veo que estos tipos son unos pacifistas extremos. Lo que vendría siendo diálogo, consenso y esas cosas.
Esas mismas que ahora Scioli proclama como máximas.
No gano para sustos yo, progresista siome.
Ya lo va a agarrar Brienza y le va acomodar las ideas, va a ver!
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