Con toda la verba y el lenguaje que todavía no había podido ser resignificado por la sociedad, el amigo del Milico Aguad la emprendió libremente, sin que Pereyra lo parara: "Fue una guerra donde la subversión marxista se proponía transformar todos los valores en lo que creemos lo argentinos: la Patria, Dios, la libertad, la propiedad e iniciativa privada, la familia, las instituciones republicanas, de las que estamos gozando por el triunfo de los comandantes que hoy están presos. Lo que hace que una guerra sea justa son lo fines, no los procedimientos".
-Nadie dudará que si no hubiera ganado Videla, a esta hora no estaría vigente la Constitución.
-En eso la sociedad argentina puede estar totalmente de acuerdo, General, ¿pero no había otra forma de hacer lo que se hizo?
-Hubo excesos, nosotros castigamos excesos (...) Pero no tengo ninguna duda que el hombre común no se sintió agredido porque actuamos exclusivamente sobre el comunista, sobre el subversivo marxista, que era denunciado por el hombre común.
Luego de ese pasaje y ante la atenta mirada de ese entonces ascendente locutor sanjuanino, Menéndez teorizó sobre dictadura y democracia: "Nunca en ninguna mente de los que dirigían el Proceso estuvo eternizarse en el poder a costa de la democracia; de ninguna manera se pretendió reemplazar la democracia, siempre se intentó reivindicar la democracia".
Si se llega al final del video, Menéndez habla de las Madres de Plaza de Mayo, ante el silencio de Pereyra: "Es una organización que cuando la subversión empezó a sentirse derrotada en el campo militar estructuró toda esta propaganda que nos viene envenenando la vida a los argentinos desde hace 6, 7, 8 años".
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