domingo, 7 de junio de 2015

El gráfico derrumbe de Massa

"Hace un año, recorrimos el devenir de la construcción “de abajo hacia arriba” del nuevo municipalismo massista hasta mayo de 2014. Hoy, compararemos los acercamientos y alejamientos devenidos al FR en la provincia de Buenos Aires en tres momentos. Como veremos, lo que en un inicio amenazaba con ser una marea destinada a cubrir el mapa de la provincia tuvo, sin embargo, un momento de pico y se ha reducido en el último tiempo, notablemente.

Elecciones octubre de 2013: 18 Intendentes (Gustavo Posse oficialmente se unió al Frente Renovador el 30/10/2013 y Jorge Macri nunca dejó el PRO, más allá de la alianza electoral circunstancial).
Diciembre de 2014: 25 intendentes (punto de mayor cantidad de intendentes renovadores) 
7 de junio de 2015: Sergio Massa cuenta hoy con 17 intendentes, uno menos que en octubre 2013. Gabriel Katopodis de San Martín, entre otros, se rumorean están próximos a dejar el FR.
 
Los mapas son elocuentes: de una sola mirada resulta evidente la disminución de la base de apoyo territorial del massismo en lo que aún hoy representa su principal capital político: la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, hay todavía datos para que el FR conserve un cauteloso optimismo. Con 17 intendentes como base, ganó la elección a diputados del 2013, algo que lo catapultó a la escena nacional. El tigrense aún tercea en otras provincias, con un escueto pero importante margen que permitiría, en teoría, volcar algunas elecciones. En Jujuy, por ejemplo. En virtud de esto, y de su alianza con José Manuel de la Sota en el espacio UNA, es que Sergio Massa (no tanto el Frente Renovador) ha encontrado algún sostén. Una encuesta reciente de Aresco, le otorga 17 puntos de intención de voto a presidente en la PBA, lejos de Daniel Scioli y Mauricio Macri pero muy por encima de Margarita Stolbizer y Ernesto Sanz.
Como un dato, podemos decir que, al día de hoy, esos 17 intendentes que apoyan explícitamente al Frente Renovador son menos que los que se contabilizan entre la UCR y aliados, sin sumar a los que se agrupan en el centenario partido pero se han expresado públicamente por el PRO. Esta virtual paridad entre quienes supuestamente estaban destinados a ganar la provincia y quienes eran teóricamente casi testimoniales obliga a detenernos en la cantidad de electores que habitan dichos distritos y allí los “renovadores” gobiernan a un envidiable 14% del padrón, frente al 4% de los herederos de las boinas blancas. Si bien es la mitad que hace 5 meses, no es para nada menor.
El problema que tiene Sergio Massa es que sus aliados no lo juzgan por lo que vale hoy, sino por lo que valdrá en agosto y en octubre de acuerdo a la tendencia de los últimos meses, y allí las cosas no se ven bien. Si hoy Massa mide 17 puntos, esto lo deja, al proyectar la tendencia, en 6 o 7 puntos en octubre. Una apuesta demasiado riesgosa para un intendente que se juega su reelección.
Pero no sólo puede decirse que Sergio Massa ha sufrido un éxodo de intendentes. Lo más grave es el éxodo de qué intendentes y en qué zonas.
A continuación se presentan los mapas comparativos del apoyo al Frente Renovador en el riñón mismo de su base: la Primera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires. Así como gran parte de las perspectivas del FpV en provincia dependen de la Tercera Sección, el FR nació desde y para el norte: si cae la Primera, se cae todo.

Elecciones octubre de 2013
Diciembre de 2014
Junio de 2015
La primera sección pende de un hilo. Así como en una nota anterior describimos la problemática relación del panradicalismo con la provincia de Buenos Aires, pese a administrar un buen núcleo de intendencias, su “riñón” electoral tiene menos población y votos que las secciones fieles al peronismo, decimos ahora que la erosión del Frente Renovador en la Primera Sección amenaza sus perspectivas de manera dramática, porque es solo en la Primera Sección, tras la salida de Almirante Brown en la Tercera, donde quedan los partidos de mayor cantidad de electores.
Por ejemplo, si Gabriel Katopodis, intendente del partido de San Martín, pegara el garrochazo inverso, el Frente Renovador perdería de un plumazo un tercio de los electores gobernados en la primera y casi 20% del total en la provincia. Sería probablemente game over para el sueño y una campaña, salvo que ésta fuera sólo testimonial.
En síntesis, Sergio Massa tiene que elegir entre dos malas opciones: tiene demasiado capital político para bajarse, pero tiene demasiado poco para ser líder creíble de una coalición territorial como la que busca construir".
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