Carta de Leuco al Papa, luego de que Pancho recibiera a La Shewua por decimoquinta vez

"Sr. Papa:
Sigo siendo sólo un humilde periodista argentino, quizá un poco más degradado por estas cartas, pero no puedo dejar de observar que sigue Ud. recibiendo a una presidenta que se empeña, con la Cadena Nacional, en contar todo lo que nosotros, la prensa libre, pura e independiente, nos esmeramos en ocultar a esa clase media que ve avasallados sus sueños de superioridad, por una creciente cantidad de gente que no es blanca como Ud., ni judía como yo, ni rubia como el presidente del Citibank, sino que son unos morochos que ahora andan en auto y se conectan a las heladeras espaciales que ella misma pone en órbita.

No soy yo quien para prohibirle que Ud., con estos actos cristianamente demagógicos, busque su reelección papera o como bien dijo Mario Lago por ahí, quiera unificar las coronas del Vaticano y la de la FIFA (sobre los prófugos que dicen que son socios de Clarin, ya Pollicita denunciará que sus alertas rojos están queriendo ser levantadas gracias a un memorándum de entendimiento que los involucra a Ud., Obama y Putin y que existirían escuchas del Pastor Giménez que los compromete seriamente).
Sr. Don Papa: haga Ud. lo que guste, pero si los cardenales se le hacen de La Cámpora y empiezan a introducir armas de su fábrica Pietro Beretta en la Santa Sede, luego no se queje que no se lo advertí. Y por sobre todo, cuídese que nadie le firme un 08 trucho en su Papamóvil; con eso, tratarán de tirar abajo todo lo bueno que Ud. hizo mientras otros, los que acusan de corrupción, no saben cómo hacer para esconder la que tienen en Suiza.
Muchas gracias Sr. Don Papa. Como en Dios no creo, que Magnetto lo bendiga".
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