En la noche, en la primera noche después de la tortura, cuando vimos que no había guardia cerca, cuando comprobamos bajo la capucha que estábamos los dos solos, nos juramentamos los dos para construir un mundo sin tortura. De ese tipo de gente soy. Los torturados que no quieren torturar. los que se abrazan a eso para que haya derechos humanos, los que trabajan para que haya justicia y castigo que hoy estamos viendo.
Yo estoy orgulloso de formar parte de a un proyecto político que no tomó venganza, hizo actuar al Congreso, exigió que la Justicia actuara y los culpables están recibiendo condena. Ese es el tipo de persona que soy. Tenemos una pasta especial.
Para recibirme da abogado, luego de salir de la cárcel, trabajé en un frigorífico de mi familia. Mi padre, El Toto, era albañil, era de la comisión de la Uocra y a la noche trabajaba de mozo en los bailes de cuarteto. Mi vieja no sólo era ama de casa; lavaba ropa para afuera y limpiaba casas. De ahí vengo yo, fui a la escuela y universidad pública, y para poder viajar de Villa María a Córdoba trabajaba para poder comprar el abono,
Una vez cortando fiambre, se me ocurre quejarme: "Loco, no doy más". Al lado de mí, estaba Juan, que me dijo: "Carlos, pero vos te vas a ir. ¿Y yo que me quedo?": Nunca más me quejé".
1 comentarios:
Fue un discurso desde el corazón de militante me encanto
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