En tránsito de dejar de ser lo que nunca logró, Carrió vuelve para encontrar un nuevo lugar. El enésimo reciclaje ahora fue impuesto por la sociedad (no como los que se dio con la cruz, el desarreglo y el rol de cruzada antipartidaria de otrora), que la sancionó por sus desvaríos proféticos y su labia hiriente a sensibilidades populares, aún en los que compartían su forma de violentar la realidad políticia argentina. Lilita vuelve sabiendo que no todo es cosmética sino principalmente ideológico, aunque esa palabra le duela en su nueva postura prohonestista que tan pocos resultados electorales le ha brindado últimamente. La denuncia per se como forma de construcción política ya no le da sustento y su agrupación se desmembra hacia la desaparición no sólo formal sino eminentemente identataria. El alejamiento de buenos cuadros se produce por las nuevas banderas tomadas con tal de que el Poder se convenciera de que ella podía hacer la tarea que le asignara, sin importar la coherencia personal y/o política. Su competencia con la Presidenta a ver quién de las dos era más brillante la terminó de carcomer y rellenar de sentimientos que su boca no pudo disimular. Ahora retorna para intentar renacer, luego de las mentiras y la expresión de deseos que le ganaron a un comportamiento político que resguardara mínimos estándares de pertinencia y trabajo consciente en búsqueda del reconocimiento social. En cambio, se encerró en las mesas de los poderosos, tratándolos de seducir intelectualmente ante la falta de otros atributos estructurales; se conformó con el manual de la derecha más descontextualizada que promete un futuro ideal sin ningún nexo con la praxis diaria; se rodeó de personajes mediáticos como ella, hábiles en la retórica pero con casi nulo roce con la gente real y sus cosas.
De regreso, Lilita, ve que ya varios desean abandonar el barco que se hunde, sin admitir que el naufragio es producto de sus acciones torpes y reacias a favorecer la construcción de una alternativa alejada de las recetas de la ortodoxia más reaccionaria, que inclusive la llevó a votar en contra de propias iniciativas. Después no bastó con reclamar derechos de autora. Mientras, Pato hace la suya, de siempre: negociar un lugar al cual acomodarse, antes que cualquier honestidad política genuina.
El Diario 24: "Los delegados de la fuerza en todo el país, además de militantes y dirigentes, se congregarán el sábado en un plenario para discutir cómo será la campaña electoral de cara al 23 de octubre, luego del magro resultado obtenido en las primarias.
Además, analizarán cambios en la forma de conducción y en las autoridades del partido, aunque la decisión final sobre ese tema podría quedar para después de las presidenciales".
La Política Online: "Patricia Bullrich, durante la ausencia de Lilita, realizó una serie de gestos que en la Coalición Cívica fueron tomados como una clara provocación.
Los lilitos ven a las últimas acciones públicas de la titular de Unión por Todos como una manera de marcar diferencias para su futura salida de la alianza con la chaqueña. La diputada no está invitada al congreso del sábado, reservado para cívicos puros.
En primer lugar, en la Coalición cayó muy mal la postura de Bullrich con respecto a la ley de Tierras que se está tratando en el Congreso.
El partido de Carrió manifestó que firmará el dictamen presentado por el Ejecutivo, aunque exige que se regule la posesión de tierras en manos de extranjeras. En cambio, Bullrich se opuso abiertamente por los medios a que haya una regulación, a la que caracterizó como inconstitucional.
Otro capítulo se dio en territorio bonaerense. Desde la Coalición dijeron a LPO que en el contexto de su acercamiento al PRO, Bullrich intentó bajar a su candidato a intendente en Vicente López, Luis Parodi, para beneficiar a Jorge Macri.
“Le dijimos que si quería bajar a Parodi, se tenía que bajar ella también en la Ciudad”, dijeron a La Política Online fuentes de la Coalición.
En los últimos días Bullrich tuvo otra desavenencia con los lilitos en el Congreso. En sesión de la comisión de Asuntos Constitucionales, la diputada quiso acelerar junto a Graciela Camaño el tratamiento del proyecto de boleta única. Pero el freno lo puso el propio Adrián Pérez, que pidió que no la boleta única no sea aplicada en las elecciones de octubre".
Los lilitos ven a las últimas acciones públicas de la titular de Unión por Todos como una manera de marcar diferencias para su futura salida de la alianza con la chaqueña. La diputada no está invitada al congreso del sábado, reservado para cívicos puros.
En primer lugar, en la Coalición cayó muy mal la postura de Bullrich con respecto a la ley de Tierras que se está tratando en el Congreso.
El partido de Carrió manifestó que firmará el dictamen presentado por el Ejecutivo, aunque exige que se regule la posesión de tierras en manos de extranjeras. En cambio, Bullrich se opuso abiertamente por los medios a que haya una regulación, a la que caracterizó como inconstitucional.
Otro capítulo se dio en territorio bonaerense. Desde la Coalición dijeron a LPO que en el contexto de su acercamiento al PRO, Bullrich intentó bajar a su candidato a intendente en Vicente López, Luis Parodi, para beneficiar a Jorge Macri.
“Le dijimos que si quería bajar a Parodi, se tenía que bajar ella también en la Ciudad”, dijeron a La Política Online fuentes de la Coalición.
En los últimos días Bullrich tuvo otra desavenencia con los lilitos en el Congreso. En sesión de la comisión de Asuntos Constitucionales, la diputada quiso acelerar junto a Graciela Camaño el tratamiento del proyecto de boleta única. Pero el freno lo puso el propio Adrián Pérez, que pidió que no la boleta única no sea aplicada en las elecciones de octubre".
Infobae: "Dirigentes del espacio anticiparon una "fuerte discusión" en torno a un planteo del perfil político del partido y rechazaron un eventual acercamiento con fuerzas como el PRO.
"Estamos an las antípodas del PRO", indicaron y admitieron el "disgusto y malestar" que causaron puertas adentro los últimos acercamientos de la diputada Patricia Bullrich con sus pares macristas. Desde la CC agregaron que "si Unión por Todos plantea un mayor acercamiento al PRO, vamos a terminar separados, de ninguna manera vamos a estar con esa fuerza".
Como el próximo encuentro nacional es de la Coalición-ARI, Bullrich no asistirá ni siquiera como titular de una fuerza aliada, puntualizaron. El partido de Carrió ya sufrió las deserciones de la diputada nacional Marcela Rodríguez y el legislador provincial Sebastián Cinquerrui, al tiempo que Fernanda Reyes y su grupo Jóvenes por la Igualdad plantearon sus diferencias con la líder en medio del armado de la lista de legisladores nacionales que encabeza Bullrich".
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