La mordaza de La Voz del Interior

Por Consuelo Cabral
Periodista de La Luciérnaga

"En el universo periodístico cordobés suele suceder que quienes poseen o creen poseer algún tipo de poder, por ínfimo o grande que éste sea, no pueden resistirse al placer de detentarlo. Esto significa ponerlo en acción. Pisarle la mano, la cabeza o al menos la lengua a alguien que, sin contar con el respaldo de la patota corporativa, se muestra firme aún sabiendo que recibirá los golpes. Es así cómo la miserabilidad humana se enfrenta a la estoicidad, confiando ciegamente en que ni su accionar ni su nombre serán develados. Y que el cronopio atropellado no tendrá ni voz ni voto en su propio entierro. Pero sucede que milagrosamente a veces aparece algún cronopio con un aborrecimiento tal por la injusticia y la opresión, que tras recibir los golpes, se levanta y, magullado, continúa intentando hablar. Porque sabe que su voz, junto a la de otros cronopios, puede atravesar las paredes y encender los corazones como la pólvora.
En el 2012 me puse en contacto por primera vez con Alejandra Conti, editora del Suplemento Temas del diario La Voz del Interior. Si bien considero peligrosamente ruin algunas notas de opinión y editoriales publicadas en sus hojas, siempre vi al Temas como una Olivetti vieja, como el resquicio último del espíritu periodístico de este diario, y como un espacio donde diferentes problemáticas pueden ser abordadas en profundidad y el periodista explayarse con las palabras y el espacio necesarios, sin tener que limitar una idea a 3.000 caracteres. Tal vez por eso y por la masividad de este medio, cometí la estupidez de entablar una comunicación con su editora y facilitarle algunos materiales de mi autoría para su análisis y posible publicación. Como periodista independiente considero que la libertad reside en el poder escribir sobre aquellas temáticas que nos interesan o consideramos urgentes, y no en obedecer a un editor que todos los días de tu vida te da el nombre y el teléfono de una persona para que le hagas la nota que él, o el directorio, quieren que le hagas.
De esta manera fue que tras enviarle distintos materiales, Conti y -según ella- distintos profesionales de La Voz elogiaron mi trabajo confirmando su pronta publicación. Sin embargo, en el medio de este acuerdo, sucedió que además de adentrarme en la problemática del actual Código de Faltas a través de una nota que le realicé al Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos para la Revista La Luciérnaga, la cobertura de La Voz en la Séptima Edición de la Marcha de la Gorra fue calamitosa y servil al gobierno delasotista, exagerando y hasta trastocando los incidentes que en ella sucedieron. En relación a ello, opiné en las redes sociales haciendo un llamamiento a desobedecer las lógicas empresariales periodísticas imperialistas que llaman a firmar de puño y letra testimonios sobre hechos que nunca sucedieron. O al menos, no tal como fueron narrados.
Al retomar contacto con la editora del Suplemento Temas para consultarle acerca de la fecha de publicación de mi ensayo fotográfico sobre Los Guerreros de Jesucristo, movimiento religioso tumbero creado por presos y ex presos en el penal de San Martín y sobre el cual vengo trabajando desde hace un par de años, me respondió con un link a mi Facebook donde figuraba este post que mencioné anteriormente. De más está decir cuál fue mi respuesta.
Meses mas tarde, decidí presentar una de las imágenes que formaba parte de este fotorreportaje al Concurso de Periodismo Provincial Rodolfo Walsh 2014 organizado por el Cispren (Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba). Le había prometido a Ariel Calisaya, presidente de la Fundación y Cooperativa de Trabajo Una Luz de Esperanza, creada por los Guerreros puertas afuera de la cárcel, que su historia sería publicada en el Temas, que ya me lo habían confirmado, logrando así visibilizar el trabajo que la Fundación lleva a cabo para que presos y ex presos puedan acceder a un empleo digno y reinsertarse en una sociedad empapada de violencia institucional, que naturaliza y hasta llega a justificar prácticas tan atroces como los “Operativos Saturación” o las torturas hacia personas en estado de reclusión. En deuda con él por la consecuencia de mi opinión en las redes y por el cipayaje de Conti, fui al Cispren, donde una de las fotos que integraban este ensayo de publicación trunca, obtuvo el segundo premio de la Categoría Fotoperiodismo. (foto que ilustra esta columna)
Detrás de toda foto siempre hay una historia. Por eso consideré importante contar ésta. Para que trascienda la lucha que muchos vienen llevando a cabo. Una lucha que me emociona hasta las lágrimas. Porque ser bueno, naciendo con viento a favor, es fácil. Pero tratar de hacer las cosas bien con todo en contra es heroico. Por eso brindo; por quienes aún siendo víctimas de una sociedad estigmatizadora y segregaria, asumen el compromiso de luchar por un mundo donde ellos también puedan entrar. Espero haber cumplido con Ariel, o al menos, haber puesto de manifiesto que dentro de las cárceles existen hombres y mujeres intentando cambiar y superarse día a día. Hombres y mujeres que confían en que con dignidad y trabajo todo se puede. A ellos, entonces, mi respeto".
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