Nueva Tribuna: "En los últimos tiempos, Axel Kicillof es la estrella ascendente. “Es chiquitito pero cumplidor”, lo definió hace poco la presidente, en una especie de broma-piropo que enrojeció al ministro. Se dice que como Cristina –al contrario de Néstor- no tiene grandes conocimientos de Economía, está fascinada con su joven ministro, con el que comparte su visión de la política.
La periodista del diario La Nación, Laura Di Marco, que acaba de publicar una notable biografía de la presidente, afirma que Kicillof es el hijo que a Cristina le hubiera gustado tener: “universitario, gritón, ambicioso, soberbio, inteligente, áspero”.
La eventual candidatura presidencial de Kicillof ayudaría sobre todo a mantener unido al núcleo duro del kirchnerismo, que puede ser un 30 % del electorado. La lucha contra los fondos buitre serviría como aglutinador de la militancia, como antes lo fue la defensa de la Ley de Medios o la pelea contra los productores agropecuarios, al comienzo del primer mandato de Cristina Fernández".
Leuco Metralleta: "Hace más de dos meses, el sábado 31 de mayo, esta columna empezó así: “Axel Kicillof será el candidato a presidente de Cristina. Ella lo llama ‘genio’ en la intimidad...”. El talento de Pablo Temes lo había dibujado levantando el dedito, con los pantalones caídos y dos baguettes debajo del brazo. Venía de llenarle la cara de billetes a los del Club de París. Cristina lo elogiaba por cadena nacional, algo infrecuente en la mezquindad de los Kirchner, y lo presentaba como a un líder de la emancipación nacional. El jueves, la Presidenta colocó en un pedestal al chiquitín y potenció el mecanismo. Uno sus de talibanes, Luis D’Elía, apeló a las sabias palabras de Mascherano y, con la imagen del nuevo prócer de las patillas, tuiteó: “A partir de hoy te convertís en héroe. Nace una estrella: Kicillof, presidente con K, como corresponde”.
Hoy podríamos reafirmar la idea de que la consigna hacia 2015 será: “Kicillof al gobierno, Cristina al poder”, resucitando la consigna camporista de la mano de La Cámpora, que hoy tiene casi la suma del poder público dentro del cristinismo. Esta es la foto que Cristina tiene en su cabeza para proyectar la película durante los 500 días que le faltan y que Sergio Massa le está contando en las paredes. Esta es una idea que puede ir mutando. Pero hoy es el eje de la política de Cristina".
El Colo K: "Axel Kicillof es el nuevo deslumbramiento presidencial. El ministro tiene el favor presidencial y lo invoca en cada momento para ir ocupando espacios: arrinconó a De Vido, tiene una sorda y dura disputa con Galuccio, y ahora interpreta el libreto del combate patriótico contra los buitres que él le escribe a Cristina. Sus enemigos en el Gobierno son crueles en conversaciones privadas para describir el rol que cumplen los delegados que Axel desparrama en cada oficina de la administración. Dicen que son parte de una red de auditores en las sombras que sólo reportan al ministro, desconociendo la escala jerárquica del lugar donde revistan, y que esa información llega directo a la Presidenta. No se animan a llamarlos espías o alcahuetes, pero así los describen.
Kicillof ahora apuesta a ser el candidato de Cristina Kirchner y representar a la fracción más pura del pensamiento presidencial. La duda para todos los aspirantes, incluido Scioli, es si la Presidenta bendecirá alguna candidatura o si será coherente con su naturaleza de sentirse irreemplazable, única".
Confalonieri: "En su conferencia de prensa, criticó a los bancos: “Que pongan plata de la suya”, dijo. El blanco del ataque era el presidente de la Asociación de Bancos (Adeba), Jorge Brito. Pero también sus pares del gabinete que lo apoyaban. Ese discurso, en el que mantuvo la épica de la batalla contra los buitres, tuvo el aval de Cristina Kirchner. Un día después, el jueves, ella lo sentó a su lado en un acto que se transmitió por cadena nacional. “Asistimos al lanzamiento de Kicillof como candidato”, indicó una fuente de Gobierno. Agregó que no sólo voces marginales como la del piquetero Luis D’Elía ven en la figura del ministro un potencial postulante del kirchnerismo, sino que La Cámpora –agrupación del hijo presidencial, Máximo Kirchner– también lo apadrina. “Tienen la idea de ir con Kicillof, perder y abroquelarse en el Congreso”, manifestó la fuente. Los encuestadores del Gobierno todavía no lo miden. Por ahora, los precandidatos son los que ya se conocen".
El Golpeador de Puertas: "Fortalecido, Kicillof podría avanzar posiciones en el gabinete en el futuro, reemplazar a Capitanich o poner gente en el BCRA. Incluso, el líder piquetero Luis D'Elía lo lanzó como candidato a presidente para 2015. En Balcarce 50 lo miden.
"Cristina vapuleó a Capitanich y a Fábrega, los desautorizó, ensalzó a Kicillof, pero a aquéllos los necesita: son demasiado útiles como para desprenderse de ellos. Además no hay otros", explicó una fuente oficial en medio de la tensión.
Ahora, otra apuesta del Gobierno será reforzar su capital político con la construcción del enemigo externo para cohesionar el consenso interno de los sectores medios -dicen que Cristina creció en las encuestas- y justificar cualquier retroceso económico futuro con Griesa como chivo expiatorio".
El Sirviente: "Axel Kicillof adopta una prédica similar a la de un pastor evangelista: pronuncia circunloquios a repetición que fundamentan la posición argentina de manera unilateral sin tener en cuenta y desmereciendo todo lo dispuesto por el juez Thomas Griesa. Muy activo, en su Twitter, Luis D'Elía ya propone al ministro de Economía como un presidenciable para 2015: "Nace una estrella en el firmamento kirchnerista", aventuró".
El asesor de Marga: "Seguramente Kicillof percibió en estos días el riesgo que estuvo corriendo su cabeza. Pero como buen aventurero que es, debió estar particularmente atento a las oportunidades que la situación ofrecía para proyectarse como líder hacia el futuro. Oportunidades cuyo aprovechamiento dependía no sólo, e incluso no necesariamente, de salvar el ethos oficial, sino de salvar en particular su protagonismo.
Para un político con estos rasgos e inclinaciones, el estallido de la crisis con los holdouts, que puso el foco de atención de todo el mundo en él, junto a la decisión presidencial de mantener abierta la lista de posibles candidatos para 2015 y con ella la búsqueda de un sucesor a la medida para el proyecto oficial, mientras en el propio frente económico se le acumulaban problemas mucho más difíciles de hacer funcionar como trampolín a la gloria, actuó como un estímulo imposible de resistir para hacer progresar su carrera tomando altos riesgos. Kicillof los corrió y por ahora se puede decir que su juego le está dando frutos, aunque los costos para el país sean considerables y puedan terminar siendo incluso catastróficos".
La Nueva Provincia: "En los principales despachos del gobierno ya anticipan lo que sería el siguiente capítulo de esta por momentos alocada y frenética saga en que se convirtió la pelea contra los fondos buitre. “Se viene la guerra santa”, pronosticaban cerca de Oscar Parrilli, en medio de la incontenible euforia que reinaba en la Casa Rosada el jueves tras el larguísimo discurso de la doctora por cadena nacional.
“Ahí está el futuro presidente de los argentinos”, se exaltaba el mismo confidente con la mirada clavada en Axel Kicillof. Se hablaba por esas horas, para completar el cuadro, de los “traidores de adentro y de afuera” contra los que presuntamente la presidenta tomará venganza apenas se disipen los humos de esta primara gran batalla.
En la Casa Rosada consideraban el jueves un hecho que más temprano o más tarde la presidenta va a lanzar la candidatura presidencial de Axel Kicillof, embanderado en su lucha antibuitres. Sabe la mandataria que el ministro no tiene chances, pero aunque no gane quedaría como el referente K para después de 2015 con ella como jefa de la oposición y una buena tropa de legisladores en el Congreso.
El plan persigue a la vez obligar a Scioli a sumarse a la causa o a obligarlo a ir por afuera, pensando que obviamente el gobernador no renunciará a su candidatura. El mismo destino les aguardaría a otros que creían tener su destino asegurado, como Florencio Randazzo y Sergio Urribarri. “Nuestro candidato es ‘Kichi’, no hay otro”, decía Luis D'Elía aquella noche.
La “guerra santa” que se inicia deberá mostrar a la presidenta y al ministro de Economía como los únicos capaces de “matar o morir” por la causa. Y de ser ellos dos los sobrevivientes dispuestos a sostener las banderas del espacio y del modelo más allá de diciembre de 2015".
domingo, 3 de agosto de 2014
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