jueves, 24 de abril de 2014

El Chupete del Honestismo

1999.
Campaña presidencial y post elección de De la Rúa.
5 de abril: "Una carilla introductoria titulada Contrato con 34 millones de habitantes. Allí constarán los seis compromisos básicos de la Alianza: pleno empleo, igualdad de oportunidades, un Estado sin corrupción, una sociedad que viva tranquila, salud para todos y la mejor educación. Ese proyecto apunta a generar empleo mediante la aplicación de un plan industrialista fomentado por políticas activas desde el Estado, medidas de estímulo a pequeñas y medianas empresas, y un programa de reconversión laboral. El plan sería financiado sin aumentar impuestos y atacando la corrupción y la evasión fiscal. También se confirmarán las metas de reducir en un 10 por ciento el índice de pobreza, eliminar la desnutrición infantil y retener en la escuela secundaria a la mitad de los jóvenes que desertan".
20 de octubre: "A cinco días de la elección del próximo presidente de la Nación, la Alianza cerró ayer su campaña electoral con la mirada puesta en la provincia de Buenos Aires. "Vamos a terminar con esta fiesta para pocos, sin éstos que llevaron al país a esta situación", convocó el candidato a presidente Fernando de la Rúa, al final del acto frente al Monumento a la Bandera. Y agregó, en uno de sus momentos más aplaudidos: "Somos la fuerza moral frente a la frivolidad y el engaño". A las 20,45, Chacho Alvarez subió al escenario para hacer el discurso más caliente. "Faltan muy pocos días para que termine la pesadilla menemista. Tras diez años de corrupción, vamos a tener un presidente honesto en la Argentina", dijo para arrancar el primer aplauso cerrado. Postales de esta Alianza: la dirigente de centroderecha jujeña, María Cristina Guzman, aplaudía al jefe del Frepaso con tanto entusiasmo como Fernando de Santibañez, el ex banquero amigo de De la Rúa y fundador del liberal CEMA -el centro de estudios del que proviene el ministro Roque Fernández- y que se perfila como uno de los hombres más influyentes en un hipotético gobierno de la coalición".
25 de noviembre: "Fernando de la Rúa presentó ayer al gabinete que asumirá el 10 de diciembre con la promesa central de combatir la corrupción y el desempleo. En un acto rápido y austero, el presidente electo mostró sobre el escenario a su jefe de Gabinete, sus futuros diez ministros y su secretario general de la Presidencia. Con un tono medido, De la Rúa sólo se refirió al actual gobierno para hablar sobre el déficit presupuestario, e inmediatamente referirse también al déficit social y moral que recibirá de los diez años de gestión menemista. El presidente electo anunció: "Nadie que tenga una jubilación de privilegio podrá ser funcionario de mi gobierno". En esa línea, agregó que los futuros funcionarios tendrán la obligación de presentar su declaración jurada de bienes".
28 de noviembre: "Cuando un candidato se promueve hoy como una persona honesta, no hace sino pedirles a los electores que voten a un aristócrata, que confíen en una persona noble o virtuosa. Y piensa, aunque no lo diga, que el mejor régimen es en última instancia la aristocracia. Sucede simplemente que este término adquirió una significación política negativa, y no es casual, como veremos, que esto haya sido así. Pero lo esencial de la concepción aristocrática del gobierno permanece en esta actitud que podríamos llamar honestocrática, para calificar a este gobierno de los funcionarios honestos. Así las cosas, puede llegar a pensarse que la solución aristocrática es notoriamente superior a la despótica. Y no cabe la menor duda: es preferible ser gobernado por gente de bien, honesta, que se preocupa por el bienestar general y no abusa de su poder, y no por un tirano sanguinario que sólo cuida sus propios intereses y se vale de la intimidación y del chantaje. Y sin embargo, el problema de la aristocracia siempre pasó por explicar cómo podía ser que algunos individuos fueran mejores que los otros; cómo era posible que unas pocas personas estuvieran exceptuadas de la supuesta inmoralidad natural de los humanos. Porque al menos el cinismo de la tiranía partía, curiosamente, de una concepción más igualitaria de la naturaleza humana: el déspota no era mejor que sus súbditos, simplemente".
3 de diciembre: "Sabemos las dificultades que nos dejan, la disipación existente, los graves endeudamientos creados, las deformaciones que existen, lo que califiqué como una grave crisis económica, social y moral en la República que debemos revertir. Y, lo haremos poniéndonos de pié, trabajando con una férrea adhesión a los principios éticos que han caracterizado la acción histórica de la Unión Cívica Radical y los principios permanentes de la alianza que constituimos. Con una firme solidaridad con la gente que es lo primero, porque venimos a trabajar por el pueblo que se ha sentido excluido y marginado y porque venimos a luchar por un orden social justo, basado en una Argentina en crecimiento, una administración sana del Estado y un equilibrio federal que permita el desarrollo de las economías regionales".

1 comentarios:

Polito dijo...

Que épocas, cuando triunfó el honestismo y "se acabó la corrupción".
Una dientuda del grupo Sushi de Franja Morada puesta en el Pami, dijo que iba a ser "una cajita de cristal".
No sé por què los dos directores del Pami que respondían a Barrionuevo, socio de Coti Nosiglia, se cagaron de la risa.
En ese momento el cuñado de Graciela Fernández Meijide, se autoaumentaba la cápita a pagar por el Pami a su clínica privada.
Y la banda de Villa Rosa, con Santibañez a la cabeza, hacia algun que otro negociado, aprovechando la pasantía de Fernando en la presidencia.

Publicar un comentario