La prensa golpista del vecino país no tuvo un buen inicio de semana con el descubrimiento de su maniobra para proteger a la dictadura franquista que incitó y defiende cada día. Parte de esa opereta develada era satanizar a CFK en su rol de presidenta pro témpore del Mercosur al suspender a Paraguay como miembro del bloque sudamericano. Se lo presenta aún hoy como un acto de una neo Triple Alianza y a la vez como indicador de la mayor libertad que ahora tendría la sociedad guaraní (para así esconder que son gobernados por un gobierno de facto).
En este marco (tan conocido por los latinoamericanos), el diario ABC es el paradigma de la prensa cómplice del golpe de Estado contra Lugo. Uno de sus columnistas la emprendió contra la primera mandataria argentina apoyándose en... chachan chachan.... ¡Sylvina Walger! (a quien el periodista confunde con Walter). Y sí; si hablamos de odio, ¿qué mejor fuente que ésa?
Escribe Alcibíades González Delvalle: "La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se esmeró para hacer que el Paraguay fuese suspendido del Mercosur. En plena tarea -que le resultó exitosa- se la escuchó referirse a nuestro país como “el pueblo hermano”, “querido Paraguay”, frases que nunca las había pronunciado antes.
Es cierto, nunca nos calificó de “pueblo estúpido”, por ejemplo. Pero sus actos eran -son- muy elocuentes. Abundan las pruebas de su extraño odio al Paraguay. Las veces que podía -que puede- hace andar su máquina de impedir que nuestros productores y empresarios hagan negocios con sus pares argentinos. Es más, ni siquiera con empresarios y productores de terceros países cuando se necesitaba -se necesita- usar el territorio vecino para llegar a otros mercados. Llegó al colmo de haber organizado a unos obreros marítimos para encerrarnos en nuestra mediterraneidad con grandes daños a la economía.
Al mismo expresidente Lugo, a quien ahora llena de mimos, le desairó reiteradas veces al negarse a aceptar sus invitaciones para venir al Paraguay. Esta descortesía tuvo su pico más alto cuando Lugo, en el intento de verla, se arrastró hasta el cementerio donde reposan los restos de su marido. Ni siquiera en esa ocasión, que se supone piadosa, la presidenta se dignó a hablar con el representante de un país vecino.
En su edición del pasado 26 de junio, el diario madrileño “El Mundo” anuncia la presentación en España del libro “Toda la verdad sobre la presidenta”, escrito por la argentina Sylvina Walter, periodista y socióloga. “En la Argentina –dice la autora- no hay democracia sino una autocracia populista y autoritaria”.
Retrata a la presidenta como “una mujer obsesionada por el poder y con su aspecto”. En un tiempo fue simpática pero “se ha convertido en un ser absolutamente desagradable y que humilla a la gente”. (No perdamos de vista la humillación a la que sometía a Fernando Lugo con sus desplantes).
Cuenta la autora del libro que, según los terapeutas, padece de “falso self”, que se cree alguien que no es. En sus apariciones públicas “trata de dar una imagen amable, una especie de Cristina en el país de las maravillas que intenta transmitir una buena noticia cada día, a pesar de que los indicadores extraoficiales apuntan a que los argentinos están cada vez peor y que 13 millones viven en la pobreza…”.
En manos de personas de esta índole se encuentra el destino de nuestros pueblos".
Mientras tanto, en Argentina, varios hombres independientes y objetivos la siguen tratando de loca.
Qualisys: Excelencia reconocida en los premios MEM 2024
Hace 40 minutos
0 comentarios:
Publicar un comentario