Heller: "Existe una variada cantidad de argumentos que utilizan los economistas de derecha para criticar al Gobierno. El concepto más fuerte que se ha instalado en los medios de comunicación en estos últimos meses asocia la “sintonía fina” que mencionó la Presidenta en su discurso de asunción con un ajuste ortodoxo encubierto.
Una de las premisas más utilizadas para sostener esta tesis es que la suspensión de los subsidios a las tarifas de los servicios públicos constituye un verdadero ajuste. En este aspecto, entran en contradicción con sus posturas de todos estos años por las cuales estuvieron denostando los subsidios, ya que se aplicaban por igual a desempleados que a acaudalados profesionales y empresarios. Pero el Gobierno informó que se trata de una reestructuración para que los mismos se orienten solamente a quienes los necesitan, en un proceso gradual, comenzando por los casos más incuestionables. Justamente lo que pedían hace años quienes hoy están criticando estas medidas. Otro argumento que derriba las teorías del ajuste es que los recortes de subsidios no se aplicarán a las PyMEs, que requieren de políticas de fomento por ser las principales creadoras de empleo.
Dado que los ingresos fiscales vienen creciendo a un ritmo importante (31,8 por ciento en 2011) y se espera que sigan aumentando a otro más sustancial (24 por ciento, según el Presupuesto 2012), los recursos liberados por la reestructuración de subsidios quedarán libres para su utilización como herramientas de fomento y, eventualmente, para efectuar políticas anticíclicas por el impacto de la crisis internacional.
Estos economistas críticos son los mismos que frecuentemente postulan que los subsidios son malos en sí mismos, puesto que distorsionan la economía, idea que instaló el Consenso de Washington.
Creo que los subsidios, bien aplicados, son una herramienta fundamental para el manejo de una política económica soberana y, en algún punto, es correcto que distorsionen la economía, pues ponen una cuña al libre funcionamiento de los mercados para, precisamente, evitar que los grandes jugadores se queden con la parte del león. Bajo un programa estratégico, los subsidios a las empresas tienen un efecto distributivo muy grande porque, por un lado, mejoran las posibilidades de las medianas y pequeñas empresas y, por el otro, fomentan los sectores económicos que son indispensables para un futuro desarrollo económico del país, con mayor generación de valor agregado y más empleo. Sería muy importante que la reestructuración encarada persiguiera estos objetivos".
Navarro: "Desde que se anunció la reducción de los subsidios a los servicios públicos, decenas de analistas vienen señalando que el Gobierno está instrumentando un ajuste de gastos que resultará en una fuerte desaceleración de la economía. Los primeros datos que se conocieron de la economía 2012, como el aumento del 36 por ciento en la recaudación del IVA -que revela un fuerte incremento del consumo-, la venta de 113 mil vehículos en enero último y el nuevo récord de turismo lo desmienten.
Quizá el problema esté en la definición de ajuste. Un ajuste fue lo que hizo Fernando de la Rúa en 2001, con una rebaja del 13 por ciento en salarios estatales, jubilaciones y pensiones, entre otros recortes. Un ajuste implementó Grecia, rebajando jubilaciones y salarios y despidiendo al 20 por ciento de la planta de empleados públicos.
Cuando se revisan en detalle los ajustes en el mundo se ve claramente que todos apuntan a jubilaciones y salarios estatales. La razón es que esos dos rubros significan, en todos los casos, más del 50 por ciento del gasto público. Si no se disminuye el grueso del gasto no hay ajuste.
En la Argentina, se acaba de anunciar un incremento de jubilaciones del 17,7 por ciento que, sumado al 16,7 por ciento otorgado en setiembre último, resulta en una suba del 37 por ciento anual. A la vez, la primera paritaria estatal del año, la docente, está negociando una suba que no bajará del 22 por ciento. Todo en un año en el que la mayoría de los analistas coinciden en que se moderará la inflación.
Es obvio que la economía seguirá creciendo a buen ritmo, porque el Gobierno tomó una decisión clave: mantener la política de ingresos en medio de la tormenta internacional.
Según una alta fuente del Ministerio de Economía, en 2012 habrá dos aumentos previsionales; se volverá a subir el mínimo vital y móvil un 20 por ciento; se apunta a que los incrementos de los salarios que surgirán de las paritarias sean, en promedio, del 23 por ciento; y serán aumentados un 20 por ciento el salario familiar y la Asignación Universal por Hijo. Estas decisiones aseguran un piso de aumento del consumo, ítem que representa el 73 por ciento del Producto Bruto Interno".
Otra vez Caputo, otra vez...
Hace 42 minutos
2 comentarios:
¿Me podría alguien explicar por qué desde el peronismo se sigue cuestionando al técnico electromecánico Carlos Heller?
Yo lo conozco desde hace unos 20 años desde dentro del Credicoop y es un tipo que siempre tuvo un discurso como el que hoy lleva adelante Cristina (y antes Néstor).
Repito: ¿por qué?
Muy caraduras, es el privilegio de la ignorancia.... espero que en unos meses recuerden lo que escribieron con tanta liviandad.
El recorte de subsidios no "liberará" recursos, apenas alcanzarán para cubrir el bache fiscal.
Argentina tiene un sólido déficit fiscal que unicamente la mentira del INDEC no permite ver. Pobre Argentina, que Dios nos ayude.
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