"En estas páginas se profundizó el caso cuatro años antes de que el
kirchnerismo llegara al gobierno. La primera nota, publicada en abril de
1999, “Con el mazo dando”, decía que el flamante Arzobispo porteño
“según la fuente que se consulte es el hombre más generoso e inteligente
que alguna haya vez haya dicho misa en la Argentina o un maquiavélico
felón que traicionó a sus hermanos en aras de una insaciable ambición de
poder. Tal vez la explicación resida en que Bergoglio reúne en sí dos
rasgos que no siempre van juntos: es un conservador extremo en materias
dogmáticas y posee una manifiesta inquietud social. En ambos aspectos se
parece a quien lo designó al frente de la principal diócesis del país,
el papa Karol Wojtyla”. El concepto es el mismo que expresé el jueves
cuando la fumarola blanquiceleste conmovió a todas las hinchadas, de La
Quiaca a Tierra del Fuego. Aquella nota contraponía la versión de
(Emilio) Mignone con la de Alicia Oliveira, abogada del CELS y amiga de
Bergoglio, cuya hermana trabajaba en la villa de Flores junto con la
hija de Mignone y con los dos curas. “Les dijo que tenían que levantarse
y no le hicieron caso. Cuando los secuestraron, Jorge averiguó que los
tenía la Armada y fue a hablar con Massera, a quien le dijo que si no
pone en libertad a los sacerdotes, yo como Provincial voy a denunciar lo
que pasó. Al día siguiente aparecieron en libertad.” También incluía la
refutación de un sacerdote de la Compañía de Jesús: “La Marina no se
metía con nadie de la Iglesia que no molestara a la Iglesia. La Compañía
no tuvo un papel profético y de denuncia, a diferencia de los palotinos
o los pasionistas, porque Bergoglio tenía vinculación con Massera. No
son sólo los casos de Yorio, Jalics y Mónica Mignone, de cuyo secuestro
la Compañía nunca formuló la denuncia pública. Otros dos curas, Luis
Dourrón, que luego dejó los hábitos, y Enrique Rastellini, también
actuaban en el Bajo Flores. Bergoglio les pidió que se fueran de allí y
cuando se negaron, hizo saber a los militares que no los protegía más, y
con ese guiño los secuestraron”. Ese sacerdote, que murió hace seis
años, era Juan Luis Moyano Walker, quien había sido íntimo amigo de
Bergoglio".
Fuente
Más: “El Papa será revolucionario para reformar la Curia romana”, afirma el padre Enrique Rastellini
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1 comentarios:
La iglesia como siempre eligiendo entre los mejorcito de pederastas, colaboradores con el fascismo, antidemócratas, etc http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/01/por-fin-se-empieza-hacer-justicia-en.html
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