Y lo manda a Madzelo Bodnelli a despotricar: ahora los súper son cómplices de Moreno. Y engañan, como el gobierno con el Indec, a los consumidores.
"Existe un pacto político entre Guillermo Moreno y las multinacionales que controlan las grandes cadenas de supermercados. El convenio no escrito, pero en ejecución, incluye este acuerdo: Moreno facilita la ampliación de los negocios de los supermercados y ellos le ofrecen cobertura al Gobierno para ocultar y disfrazar la inflación.
Este ocultamiento incluye dos medidas polémicas que aceptó la cámara que lidera Alfredo Coto. Por primera vez se ensaya un congelamiento sin una lista oficial de precios de referencia para orientar a los consumidores. También se admitió ocultar lo que ocurre en las góndolas con la inflación, acatando la decisión de Moreno de no publicar avisos en los medios de comunicación masivos e independientes de la Casa Rosada.
No hay lista de precios privadas, ni de ofertas. Así, empresarios como Coto, Carlos Mechetti, Javier Luzzi, Carlos Velasco y Osvaldo Mosteirin aceptaron participar del plan de la Casa Rosada para asfixiar a los medios de comunicación. Ambas medidas buscan establecer más confusión entre los consumidores y permitir que Moreno siga tapando la inflación real.
Las consultoras que trabajan con las cadenas de supermercados cuentan, en privado, que la ausencia de publicidad y de datos confiables hicieron que caigan las ventas. En lo que va del congelamiento, los alimentos registraron un magro crecimiento del 1,5%, pero productos electrónicos e indumentaria acusan un fuerte bajón del 5,5%.
Según los banqueros de ADEBA, los impulsores del pacto con Moreno serían Osvaldo Mosteirin de la estadounidense Wal Mart y el delegado de la multi francesa Carrefour, Carlos Velasco. Ellos sugirieron lanzar la Supercard. La filial de Wal Mart, la chilena Cencosud y Carrefour estarían vulnerando estatutos internos y códigos de ética de sus casas matrices sobre defensa de la competencia y respeto al consumidor. Los códigos de ética de las multinacionales chocan con el acatamiento a las presiones y ordenes no escritas de la Secretaría de Comercio.
El tema provocó impacto diplomático. La Asociación de Editores de Diarios de Buenos Aires (AEDBA) mantuvo un encuentro en la Embajada de Francia, pero el jefe diplomático evitó el contacto. El embajador Jean-Pierre Asvazadourian no tendría una respuesta al comportamiento errático de Carrefour".
Eso es tener ego, eh... El mundo se tiene que solidarizar con las finanzas de Clarín.
Bercovich acerca otros datos, lejos de los aprietes diplomáticos actuales de Clarín pero recordando otros del pasado contra sus competidores:
"- Cada una de las grandes cadenas de electrodomésticos tiene pautadas
entre 12 y 20 páginas mensuales completas de publicidad en Clarín.
- Cada cadena de súper e hipermercados suma entre 10 y 25 mensuales más, incluyendo medias páginas.
- Las pautas del rubro para el público de Capital y Gran Buenos Aires
suelen repetirse en La Nación, aunque no siempre, y en mucha menor
medida se replican en otros diarios.
- Una página impar en Clarín un sábado le cuesta $150 mil a una
cadena de híper si tiene pactada una buena promoción por paquete
previamente, pero puede valer hasta el triple si es contratada a último
momento o por jugadores más pequeños.
Son datos que los ejecutivos del retail guardan bajo siete llaves en
un mercado oligopólico pero de intensa competencia entre los líderes,
donde una oferta atractiva lanzada a tiempo puede inclinar el ránking de
ventas del día. Algunos grandes anunciantes vivieron espisodios
similares, como las poco sutiles gestiones del propio grupo Clarín para
que no pautaran en otros medios so pena de perder sus “promociones”. Esa
agresiva estrategia comercial contribuyó a la quiebra de diarios como
Crítica o al cierre del primer Perfil, pero no involucraba a
funcionarios.
La tercera fuente consultada, que ya trabajó en los cuarteles
generales de dos grandes cadenas de súper, admitió que entre los
supermercadistas también se respira “cierto aire de revancha”. Recordó
que a fines de los años ’90, Coto decidió sorpresivamente levantar sus
publicidades de Clarín por un reordenamiento financiero interno. “Le
respondieron con las famosas tres tapas. Una sobre un tema
bromatológico, otra sobre quejas de vecinos y otra con un asunto
sindical”, evocó. A las pocas horas, las publicidades volvieron a
aparecer.
Según el columnista de La Nación Joaquín Morales Solá, el éxodo
publicitario “compromete casi a un tercio de la recaudación” de algunos
periódicos. Según los ejecutivos consultados por BAE Negocios, en
cambio, el consumo masivo y los electrodomésticos representan tres
cuartas partes de los avisos que aparecen en los diarios los fines de
semana".
viernes, 29 de marzo de 2013
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