Beatriz Sarlo: "Sabemos que toda identidad es imaginaria: una representación, no una
sustancia. Sin embargo, el imaginario puede convertirse en una fuerza
social. Contra una identidad es poco inteligente responder con un
argumento histórico: "Usted cree vivir en un territorio británico de
ultramar, pero, considerado el pasado colonial de Gran Bretaña, la
invasión de 1833 a las islas define su presente: por lo tanto, usted es
parte de una población implantada". Una discusión en estos términos es
dificilísima. O inútil.
El referéndum se convertirá en instrumento de la política de los isleños
en el mundo y, sobre todo, en las Naciones Unidas. Por eso contestaron
con dureza cuando, en la conferencia de prensa, el profesor Peter
Willetts, un académico inglés que los apoya, les señaló que las islas
estaban en un cerrojo legal: si no se reconocen como colonia, no están
en condiciones de reclamar la opción de la autodeterminación. Un miembro
de la Asamblea, molesto ante esta precisión del derecho internacional,
repitió su definición de las islas: "No somos colonia, cobramos nuestros
impuestos, elaboramos nuestro presupuesto y lo aprobamos. Lo que usted
trae es un argumento académico"".
Fernando Iglesias: "¿Sostiene nuestro canciller que los isleños son una "población
trasplantada con fines colonialistas por un imperio"? Desde luego. Se
trata de un concepto notable, aunque recuerda bastante algunas
parrafadas de "Los Protocolos de los Sabios de Sión". En todo caso, es
aplicable sin restricciones a las familias Saavedra, Moreno y San
Martín, así como a la totalidad de la población trasplantada a América
del Sur con fines colonialistas por un imperio, el español, cuyos
descendientes consideramos nuestros héroes nacionales por haber ejercido
su derecho a la autodeterminación. Para no mencionar que en un país en
el que las provincias preceden a la Nación es por lo menos curioso que
se le niegue a nadie el derecho a decidir si quiere formar parte de él o
mantenerse a prudencial distancia, por motivos que la historia nacional
y la realidad kirchnerista hacen perfectamente comprensibles.
Así estamos, presos de un régimen que cree que las votaciones son
excelentes para elegir jueces, pero malas para decidir a qué comunidad
desea pertenecer un grupo de personas. Súbditos de un poder soberano
especializado en decidir quiénes son pueblo y quiénes no. Sometidos a
quienes creen que un 54% legitima cualquier atropello, pero el 99% no
habilita ninguna legitimidad. A merced de propietarios de saberes y
legados que establecen quiénes son gente que merece respeto y quiénes
son simples enemigos sin entidad ni derecho".
Mientras tanto, desde Puerto Argentino, Dinatale (se y los) deschava: "La diplomacia británica también empezó a trabajar arduamente para
convencer a Estados Unidos de modificar su postura y aumentó en los
últimos meses la presencia de embajadas en América latina. De hecho,
varios periodistas y académicos latinoamericanos fueron invitados por
embajadas británicas para cubrir aquí el referéndum".
Volver a dar una voz a las mujeres afganas
Hace 22 minutos
0 comentarios:
Publicar un comentario