Si a Lanata la muerte de la columnista de Clarín le pegó por el lado de reconocer que es periodista opositor al gobierno nacional -ni objetivo ni independiente-, a Leuco le saltó por el lado de que vayan presos los integrantes de los grupos guerrilleros, a pesar de que sus delitos hayan prescripto hace años al no tratarse de lesa humanidad.
Luego de que Ernestino también atacara este flanco hostigando a Estela de Carlotto, Leuco escribía en su blog en Radio Continental ayer:
"Está claro que no adhiero a la teoría de los dos demonios. (...) Pero falta un debate profundo y valiente sobre la utilización del fusil
en la política. Es cierto que los vientos guevaristas de la época
diseminaron la guerrilla entre los jóvenes del continente. Es verdad que
en aquellos tiempos la democracia tenía apenas un valor formal. Era
burguesa o escenario de la partidocracia. Eso decían los combatientes
del ERP o Montoneros. Pero cada vez se hace más necesario reconocer
desde los protagonistas que fue una verdadera locura suicida apelar al
foquismo, a las bombas y a los tiros. No solamente fue un error táctico
como reconocen algunos. Fusilar a un policía en la calle o tomar un
cuartel por la fuerza en plena democracia también fueron violaciones a
los derechos humanos que finalmente aceleraron el golpe de Estado para
beneplácito de los sectores económicos más poderosos encarnados en la
figura del recientemente fallecido José Alfredo Martínez de Hoz.
(...) Si seguimos profundizando el análisis y apelando a la autocrítica,
debemos decir que una parte importante de la sociedad civil respiró
aliviada cuando los militares asaltaron el gobierno. No había conciencia
profunda del verdadero significado de la palabra democracia ni del
concepto de derechos humanos. También es justo decir que era muy difícil
saber que los golpistas de Videla, Massera y su banda criminal iban a utilizar todas las formas de la
muerte".
Volver a dar una voz a las mujeres afganas
Hace 26 minutos
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