Joaco: "En el fondo, su guerra contra la Corte Suprema de Justicia
encierra una disidencia fundamental. La Corte defiende una democracia
republicana, occidental por lo tanto, mientras que la Presidenta aspira a
gobernar una democracia con falsos aditamentos, que es la forma con la
que el autoritarismo destruyó siempre la democracia. Como en Irán. Como
en Venezuela. Como en Ecuador".
El Colo K: "La “democratización” de la Justicia es un planteo dirigido a controlar
todo poder que no esté sintonizado con la política de la Casa Rosada".
El dr. Nelson: "Avanzar en la conformación de un Poder Judicial adicto. En eso consiste
la llamada “democratización de la Justicia”. Como siempre hace el
kirchnerismo para ocultar las reales intenciones que subyacen en estos
proyectos, se toman aspiraciones legítimas y necesarias para avanzar en
el sentido opuesto al que se postula. Un ejemplo de ello es la Ley de
Medios.
Queda claro que el Gobierno busca instalar afanosamente una Justicia
adicta. Es lo que hizo el menemismo, al que el kirchnerismo se va
pareciendo cada día un poco más".
Laborda: "El proyecto de "democratización de la Justicia" podría conducir a que
un grupo de académicos de La Cámpora colonice el Consejo de la
Magistratura y pueda disciplinar a jueces argentinos díscolos".
Edu van der Kooy: "El cristinismo es experto en vender con demasiada frecuencia gato por liebre. Habla de democratización de la Justicia cuando, en verdad, aspira a controlarla con mano firme. Insiste, además, acerca de que nada se habría hecho en el Poder Judicial en 30 años de democracia.
No ocultó su deseo de contar con un Tribunal Supremo Constitucional, como sucede en España.
Un órgano específico, paralelo a la Corte Suprema. El cristinismo tiene
esbozos de ese proyecto. Para impulsarlo sería imprescindible aquella
reforma. Habrá que ver si sigue pensando igual después de octubre".
Leuco Metralleta: "Hoy está mucho más claro qué significa ir por todo. La etapa de dividir
al máximo a la sociedad y a sus organizaciones ya quedó atrás. La
segunda fase de injuriar y degradar a los que no comulgaban con sus
ideas fue superada. El tercer ciclo de cooptar dirigentes y entidades
con dinero del Estado está en funcionamiento. Ahora ingresamos en el
último y definitivo período: el de controlar absolutamente todo. Igual
que el periodismo, ahora es tiempo de la Justicia militante".
El Sirviente: "El choque de poderes viene fogoneado desde que el anunciadísimo 7-D
no salió al gusto del Gobierno. Ese día pensaba despojar al Grupo Clarín
de varias de sus ondas y aún no pudo hacerlo porque el trámite
tribunalicio de ese engorroso expediente se extiende indefinidamente
entre cautelares y apelaciones, a las que ahora pretende ponerles coto.
Con la sangre en el ojo desde entonces (los ánimos se
exacerbaron aún más por la frustrada estatización del predio palermitano
de la Sociedad Rural), las amenazas de venganzas y de "democratización"
contra el "levantamiento" (Julio Alak, dixit) de la Justicia resuenan
de la Presidenta para abajo hasta el último de sus replicantes. Y no
pararán hasta hacerla arrodillar".
Susy Viau: "La Democratización de la Justicia, un capítulo rimbombante al que el cristinismo parece haber apostado como última ratio
de su gestión, la última resistencia, una partición del Poder
Judicial, un corte entre las instituciones y un sector de mundo del
derecho. Habló de la elección popular, lo que ya existe. Hoy por hoy, 7
sobre 13 miembros son surgidos de una elección.
Son muchos los que creen que la ofensiva se origina en un trípode cuyas
fumatas elevan humo gris en las chimeneas del Ministerio de Justicia:
son las del think tank que conforman el viceministro Julián
Alvarez, el presidente de Aerolíneas Mariano Recalde y Carlos “Wado” De
Pedro. Ninguno es grande; los tres tienen lo necesario: los fierros y la billetera para repartir y castigar".
La Nación: "El peligro de que se profundice la degradación institucional está a la
vista, al igual que el riesgo de que la fuerza gobernante avance hacia
la suma del poder público. Quienes tienen el deber de administrar
justicia deberán entender que se han convertido en el último límite a
los abusos de un poder que, sin pausa, viene avanzando contra principios
esenciales de nuestro sistema republicano y contra la prensa libre, en
su afán de ir por todo".
2 comentarios:
The Nation hablando de "degradación institucional", me conmueve hasta la médula.
A ver, a ver. ¿Cómo era la frase de Brecht? Ah, sí. "No hay nada más parecido a un Fascista que un liberal asustado". ¿A qué se referiría don Bertoldt? Vaya uno a saber.
Publicar un comentario