"Napoleón dijo en su momento que los jesuitas constituían una
organización militar y no una orden religiosa, un ejército diseminado
por todo el mundo mandado por un general, el Superior General de los
jesuitas, el llamado papa negro. La percepción que la Compañía de Jesús
era un poder y que actuaba como tal, le valió a lo largo de los siglos
expulsiones de muchos países y persecuciones de sus miembros. Los
jesuitas han sido odiados y temidos a lo largo de la historia por su
fuerza, por su inteligencia, por su cercanía al poder. Esta vocación de
poder y control fue construida sobre la base del establecimiento de
numerosas instituciones educativas de rango medio y superior en todo el
mundo de las que han surgido una legión de cuadros laicos con una
formación de primer orden, que a lo largo de la historia han ocupado
puestos claves del gobierno de muchos estados. Es en ese punto en el que
la Compañía de Jesús, con quinientos años de historia, entra en fuerte
conflicto con el Opus Dei, joven organización que copia los métodos
jesuitas de infiltración en las esferas de poder. Las diferencias entre
jesuitas y miembros del Opus no se ciñen sólo a su competencia por el
poder, también tiene tintes ideológicos, con un Opus extremadamente
reaccionario, con una Compañía de Jesús capaz de albergar en su seno
teólogos progresistas y conservadores.
En los últimos treinta años, el Opus se ha hecho fuerte en el
Vaticano, gracias sobre todo al papa Juan Pablo II y al poder financiero
y económico de la Obra, capaz de tapar las miserias que la banca
vaticana arrastraba a finales de los años setenta. A pesar de la
afluencia del dinero de la mafia blanca de la Obra, los escándalos no han
cesado, y la banca vaticana está aun pendiente de reformas importantes
para cumplir los estándares que le exige la Unión Europea".
Fuente
"La Compañía de Jesús es una fuerza cuasi militar, de más de 50.000 miembros allí en el mundo y que fue fundada como una unidad de inteligencia política por la antigua oligarquía europea, como una nueva herramienta para eliminar las instituciones neoplatónicas de los estados", detalla el periodista Daniel Estulin.
"Los jesuitas intentan crear un mundo sinárquico, basado en el debilitamiento general de los poderes soberanos de los estados nacionales, que deberán ser sustituidos por agencias supranacionales de un mundo globalizado, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la UNESCO, el Instituto de la ONU para la Formación y la Investigación y el consejo Mundial de Iglesias", opina".
Fuente
""Los jesuitas -explica una fuente próxima al sacerdocio romano- es la única organización capaz de enfrentarse al Opus Dei y a la vieja guardia que está cerca de la banca ambrosiana, y que de algún modo es protagonista de los escándalos recogidos en el informe encargado por Benedicto XVI. Los jesuitas -insiste- están armados doctrinalmente. Saben de comunicación y llegan al pensamiento y a la Universidad".
"Sorprende -revela una fuente religiosa desde Roma-, que quien fue el contrincante de Benedicto XVI en el último cónclave no estuviera ahora entre los favoritos". Sin embargo -apunta otra fuente-, el Vaticano no da puntada sin hilo. Puede que la elección de este papa respondiera a una operación diseñada. Nada se hace de manera improvisada... El conocimiento del informe de Benedicto XVI podría ser la clave"".
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jueves, 14 de marzo de 2013
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3 comentarios:
Estimado, Artemio Lopez ponia el acento en el caracter de los militantes de Guardia de Hierro para explicar a Bergoglio, yo en cambio apunto a su pertenencia a la Compañia de Jesús,
Aunque de ultima, los guardianes eran o pretendian ser al peronismo lo que la Compañia al peronismo.,
asi lo exprese en mi blog
saludos cordiales
Ahí leí tu comentario, nando.
Impecable.
Me parece que la fuerza de la Iglesia es la masa de votantes, je.
Como la tuya, la portación de preguntas, que comparto.
Abrazo.
Pesima vez visión del catolicismo. Que es eso de llamarles "mafia nlanca" sin pruebas...
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