Después de que el Banco Mundial tuviera la ocurrencia de afirmar que en la Argentina K se duplicó la clase media, los medios dueños del #8N salieron a descalificar semejante afrenta al orgullo y relato anti K.
Clarín: ""Yo siempre me he sentido muy orgullosa de ser parte de esa formidable
clase media argentina, pujante, emprendedora pero que también he
comprendido que es producto de un proyecto político de país". Habían
pasado más de 20 minutos de discurso, por cadena nacional, cuando
Cristina Kirchner cayó ayer en la tentación de emparentarse con ese
amplio sector de la sociedad, mojón anhelado por muchos y despreciado
por un sector de su partido por la protesta del 8N.
El relato presidencial venía a cuento de un informe del Banco Mundial
sobre la clase media en América Latina. El trabajo, que puede
consultarse ahora mismo en la web del organismo internacional,
muestra la ampliación de esta clase en la Argentina, en un porcentaje
muy superior al resto del continente. Toma como piso a 2003, el año de
la salida de la peor crisis económica y social del país, con lo que pudo
haber incidido lo que se conoce como "rebote": parámetros que mejoran
abruptamente porque parten de bases muy deprimidas.
Según los parámetros del informe del Banco Mundial (página 3, segundo
párrafo, a la izquierda), Cristina pertenece al 2% de la población de
América Latina con ingresos superiores a los 50 dólares por día. En la
pirámide social, eso queda arriba. Bien arriba".
La Nación: "Creyendo que da cuenta de una epopeya, la Presidenta citó un estudio
del Banco Mundial según el cual la clase media argentina se duplicó
desde 2003 y pasó los 18 millones de personas. Habría que preguntarse
dónde se sitúan los otros 22 millones.
Por lo pronto, como para congraciarse con los
caceroleros, Cristina no duda en incluirse dentro de la gran clase media
argentina. Le gusta exhibirse como la hija de un colectivero de un
hogar humilde que pudo convertirse en "abogada exitosa" y ascender
socialmente, dejando fuera de su relato la circular 1050 del gobierno
militar y los terrenos fiscales de El Calafate comprados por pocas
monedas merced a los privilegios del poder".
Chantanosky Jr: "El Indec, al no calcular de manera eficiente la inflación, exporta
errores de cálculo a investigadores en organismos internacionales que no
tienen porque presuponer que deben dudar de organismo oficiales. Al no
ser cuidadoso con sus mediciones, el Indec actúa de manera egoísta
frente a la comunidad internacional. La baja calidad de los datos
ofrecidos tiene efectos reales. Un país vecino bien intencionado que se
informe con reportes del Banco Mundial puede creer que las políticas K
son apropiadas para duplicar a la clase media, cuando en realidad este
resultado se encuentra viciado de origen. En economista que mal informa
sobre sus datos no es menos peligroso que un médico que mal informa
resultados de experimentos con nuevas medicinas a la comunidad
internacional.
Otras dos salvedades a tener en cuenta. El
informe, al tomar el período 2003-2009 observa, de manera accidental, un
período muy apropiado para el Kirchnerismo. Por otro lado, es
importante tener presente que, como corresponde, el informe no habla de
"causalidad" de política económica con "aumento de la clase media", sino
que habla de "correlación." Correlación y causalidad son dos conceptos
muy distintos. La correlación muestra que dos fenómenos , por ejemplo A y
B se mueven de manera conjunta, pero no dice nada sobre si A causa a B,
si B causa a A, si ambos son causados por otra variable/s nos
observada/s o si A (o B) se mueve a pesar, y no gracias, al movimiento
de B (o A). Puesto en términos locales, el informe no sostiene que en
Argentina la clase media se duplico gracias al Kirchnerismo más que lo
que dice que se duplicó a pesar del Kirchnerismo. Basándose puramente en
los datos, ambas lecturas son igual de válidas. Sin embargo, ser
cuidados y leer los informes de manera correcta no ha sido un rasgo
distintivo del Kirchnerismo".
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