Sarlo, 10 de noviembre: "La movilización de ayer tuvo esa autonomía de nuevo
tipo que es la promesa de las redes sociales. Probablemente haya que
acostumbrarse a que existe el territorio (donde los partidos despliegan
una presencia física), los medios audiovisuales y ese tercer plano, en
el cual ciudadanos bajo la influencia de los medios (¿cómo no estarlo
hoy?) se autoconvocan.
Sucede en muchas ciudades del planeta. No quiere decir,
como se concluye con rauda sencillez, que sea obligatoriamente la forma
del futuro. Imposible saberlo. Las manifestaciones del Mayo francés
finalmente no impusieron su forma libertaria a la política, pero nadie
duda de su impacto; tampoco las grandes insurrecciones estudiantiles en
la California de los sesenta y setenta marcaron con su estilo a Estados
Unidos, pero le trasladaron muchas de sus reivindicaciones".
Verón, 17 de noviembre: "No hay que olvidar que las democracias modernas nutren su dinámica de
cambio en el procesamiento de factores que son habitualmente fuentes de
incertidumbre, es decir, de desorden. El gigantesco cacerolazo del 8N es
el síntoma de que podemos entrar (si queremos) en un tiempo de
protesta. ¿Sin líder que canalice la protesta? Esa es su gran
originalidad, su labilidad, su potencial de sorpresa. Que no le quita ni
un ápice de su poder de presión sobre el Gobierno. Empecemos a
acostumbrarnos a movimientos sociales sin liderazgo tradicional (en
principio el fenómeno no es nuevo: eso ya fue Mayo del ‘68 en Francia,
entre otros, salvo que ahora hay un factor decisivo que no existía
entonces: las redes sociales). El principio de representación se
planteará cuando llegue el momento. En el presente, una muchedumbre
pacífica y autocontrolada se autorrepresenta ocupando los espacios
públicos para reclamar cambios sobre cuestiones bien precisas".
domingo, 18 de noviembre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Si algo distingue a toda esta tropa "intelectual" es su invicta tendencia a orinar fuera del recipiente. Claro, el pudor en las filas antiK no existe y hoy chamuyan con redes sociales y mayo francés, ayer la piña de D'elía y mañana quién sabe con qué; lo infaltable es que cumplan y vuelvan a cumplir con la frase tan conocida de otro filósofo/intelectual - Carlitos Balá - y su eterno: "¡Qué suerte pa`la desgracia!" - Y sí, pobrecitos, no embocan una.
Publicar un comentario