Esta vez, una agresión a periodistas no es ninguna amenaza contra la libertad de expresión y menos que menos un sinónimo de una DiKtadura que ahoga

Es así, a juzgar por las columnas de opinión de hoy de los diarios Clarín, La Nación y Perfil, que ni nombran la brutal golpiza que recibieron los trabajadores de prensa de 678 a manos de los enardecidos fans de Maurico y Durán Barba.
En Clarín, se muestran más preocupados porque esta vez sí el gobierno está en picada y todo va a explotar mañana (o pasado, más o menos). En proteger a su adorado Daniel Scioli al jurar y perjurar que él no quiso hacerle daño a los pobres campesinos sino que es la Yegua con sus demonios de La Cámpora (sintomático es que Clarín ponga en tapa hoy que estos agredieron a El Guasón a pesar de que tuvo horas y horas para enterarse de la desmentida de la comisaría 41 de Capital Federal. Prefirió titular con la primera versión echada a correr por el macrismo, que sintió que podía armar una opereta para salir en defensa de sus fans de Palermo, Belgrano, Recoleta y Barrio Norte). En fustigar al sector de los radicales (liderado por Moreau) que se anima a pegarles y avisándole que ni se les ocurra apoyar el pliego de Reposo. Alarmados porque Guns 'N' roses se lo inclinó a De Vido ahora. En pelearse y robarle protagonismo a un compañero: la Viau le afana el lugar al pobre Wiñazki que no ha sabido cómo seguir inflando la causa Ciccone caída en desgracia. Del hijo de Tato y Moreno no íbamos a esperar mucho, ¿no?
Osea: nada por Clarín. Ah, no sí. El comunicado del kiosquito de Magnetto y las palabras de su vocero, Jorge Lanata, que sin sonrojarse hicieron responsable de la agresión... ¡al gobierno! En serio, no se rían. Lean.
Por el lado de Perfil, Fonte, aburrido, reincide en la demonización (ahora repostera) de Moreno. Pepito vuelve con el enriquecimiento de los Kirchner y duda si él es argentino ("Los argentinos tienen (¿tenemos?) un trastorno maníaco"). Lástima que este domingo no escribió Leuco Metralleta, porque seguro que él sí hubiera destinado toda su columna a debatir sobre la libertad de expresión como le mereció el inolvidable discurso de Bravito en los Martín Fierro (posterior a su no menos espectacular participación del #QueremosPreguntar en lo de La Nata). El único columnista (¡el único!) que llamó a repudiar el hecho de violencia contra 678 fue el doctor Nelson, aunque adosándole al lado la opereta de El Guasón.
Osea, ¿cuántas vamos ya? De 9 columnas de opinión, sólo en una se habló del hecho, en el último párrafo, pero sin caer en sobreactuaciones del pasado ("Quieren un muerto y lo van a tener", dijo Joaco en  momentos en los cuales se debatía la ley que no le convenía a sus patrones).
Pasemos a La Nación. Van de rescatar a De Vido, Randazzo, ¡¡¡hasta Lorenzino!!! en contraposición del malvado Moreno ("personas mejor formadas", los elogia Joaco, que se muestra preocupado por la salud de la Presidenta -sí, again-), transitando por ese síntoma que les vuelve de vez en cuando de extrañar a NK, cuando el país era normal, no como ahora que está sumido en la peor de las crisis; y terminando en la omnipresente fiebre por el dólar y otra vez la tesis del mal: el gobierno enferma a la sociedad. Ah, y la crisis es culpa de ese virus que tanto mal le hace a la gente y que en verdad es un Tren Fantasma, con autismo y todo eso. Lástima que El Sirviente no escribió su columna habitual porque él también habría repudiado la violencia recoletiana en contra de un simple programa de tv en vez de reconciliarse con La Nata (ooooootra vez. Ya es como un Gran Hermano de los Medios Opositores, ¿no? Como un supervisor general). Mientras tanto, las editoriales del diario sí se refieren a los medios y las restricciones a las libertades. La primera, para saber cómo pueden ayudar en la difusión de la prevención de enfermedades. Y la segunda, las libertades que un estado Policíaco -¿¿¿cómo cuál??? ¡El argentino! Bah, mejor dicho. El kirchneristaaaa- recorta, con un último párrafo antológico: "Lo que ha comenzado como un cepo es ahora un disparate cambiario cuyo objetivo sólo aparece supeditado a la necesidad del kirchnerismo de tener bajo control no sólo al dólar, sino a 40 millones de argentinos, presos del capricho de unos pocos y asfixiados en una maraña de medidas que consagran la más inexplicable desprotección legal a la que se pueda someter a un ciudadano en un Estado democrático". Guau.
Bueno, pero no nos distraigamos. ¿Sacaron la cuenta ya?
Fueron 16 columnas de opinión y 2 editoriales. Sólo en una se refirieron al hecho. Fue en su último párrafo.

ACTUALIZACIÓN (20 HS)
Me avisan por la cucaracha que El Sirviente sí escribió su columna dominguera. Esta vez la dedicó a elogiar la nueva programación de la Radio de Macri, con la Viau, Glanz (¿cómo quién es?) y Noriega entre sus incorporaciones clarinísticas. Yo que le había puesto una fichita. Ahora me queda la columna de Leuquito, mañana, en Continental.