martes, 5 de junio de 2012

Los vuelos de la muerte del Premio Nobel de la Paz

"En una de las mayores escaladas en el lanzamiento de misiles desde aviones no tripulados desde que el presidente Barack Obama tomara posesión de su cargo, Estados Unidos ha atacado tres veces con ellos en Pakistán en los últimos tres días, y ha aniquilado a, al menos, 27 personas, a las que consideraba insurgentes. La ofensiva se ha producido en el cinturón tribal de Pakistán, en la frontera con Afganistán, una zona que EE UU considera un refugio del movimiento talibán y del grupo terrorista Al Qaeda.
El último ataque se produjo este lunes en la villa de Hassu Khel, en Waziristán del Norte, según fuentes del Gobierno paquistaní. Un avión no tripulado lanzó dos misiles contra unas viviendas en las que EE UU suponía que se refugiaban insurgentes y mató a entre 15 y 16 personas. Los líderes tribales de esa región consideran que es el ataque más mortal ejecutado allí desde noviembre del año pasado.
Los dos ataques previos se produjeron en la provincia vecina de Waziristán del Sur. El domingo, en un ataque con cuatro misiles en la villa de Mana Raghzai, murieron 10 personas. En la madrugada del viernes al sábado, otro ataque con esos aviones no tripulados se saldó con otras dos muertes".
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La excusa perfecta de siempre.
"Abu Yahia al Libi, uno de los estrategas de Al Qaeda y considerado la figura más relevante de la red después de Ayman al Zawahiri, era el objetivo del último ataque con aviones no tripulados en el noroeste de Pakistán. Según fuentes de inteligencia paquistaníes y estadounidenses, Al Libi podría haber muerto. De ser así, el golpe para Al Qaeda, que observa cómo son alcanzados sus líderes —Osama bin Laden fue asesinado el 1 de mayo de 2011 en una ciudad cercana a Islamabad, capital de Pakistán— uno a uno, sería de los más importantes en los últimos años".
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"Barack Obama dirige personalmente la última de las guerras norteamericanas, una que no ha sido declarada y se libra en los territorios de Yemen, Somalia y Pakistán. No combaten en ella soldados estadounidenses de carne y hueso, su lugar lo ocupan unos pájaros metálicos con licencia para matar llamados drones. Son los Predator y Reaper, fabricados por General Atomics en California, y van armados con misiles Hellfire, producidos por Lockheed Martin en Alabama.
Los ataques norteamericanos con aviones no tripulados por un ser humano se han multiplicado en los meses de abril y mayo, confirmando el entusiasmo creciente de Obama por esta forma de combate, la primera verdaderamente propia del siglo XXI. Es un combate sin cuartel, en el que el bando más poderoso no arriesga a su gente, reemplazada por letales robots teledirigidos.
Objetivo de esos ataques son supuestos dirigentes y militantes de Al Qaeda y grupos yihadistas asociados. Se trata de exterminarlos físicamente antes de que actúen, así que la guerra de los drones de Obama combina el carácter “preventivo” de las aventuras bélicas de George W. Bush con el derecho que siempre se ha otorgado Israel a efectuar ejecuciones extrajudiciales en cualquier parte del mundo.
Los drones vienen a costar unos 13 millones de dólares por unidad y, según los periodistas Becker y Shane, “se han convertido en un símbolo provocativo del poder de Estados Unidos”. El Pentágono cuenta con unos 19.000 para tareas de espionaje o de combate, pero la CIA también dispone de su propia flota. De hecho, es este servicio de espionaje, cada vez más convertido en una organización paramilitar, el que conduce la actual guerra secreta de Obama".
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"Barack Obama aún no llevaba nueve meses en la Casa Blanca cuando recibió la sorpresa de que había sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz. Ahora, tres años después, sus logros militares podrían ayudarlo a permanecer allí.
Tildado como un líder débil por los republicanos, y envuelto por una mística diplomática y pacifista, Obama ha dado sobradas evidencias de que es más halcón que paloma al no temblarle el pulso a la hora de utilizar el poderío militar de Estados Unidos.
"Es bastante claro que Obama ha seguido una política deliberada de no ser débil. Cada vez que se le presenta una elección, la Administración toma una línea agresiva", dijo a REFORMA Carne Ross, director de Independent Diplomat, experto en Medio Oriente, y antiguo miembro de la Misión del Reino Unido ante el Consejo de Seguridad de la ONU. "Hay una brecha entre el discurso y la realidad de lo que esta Administración ha hecho", completó.
Obama, profesor de leyes, llegó a la Casa Blanca recostado, en parte, en su rechazo a las torturas en Guantánamo y la guerra en Irak, a la cual le puso fin. Pero en Oslo, al recibir el Nobel, desplegó en su discurso una determinada apología de la acción militar, que luego no dudo en concretar como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas más poderosas del planeta".
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