–Es muy duro y en ese sentido fui dejado cesante en dos diarios: en uno de Esquel y en Clarín, cuando ingresó (Héctor) Magnetto y todos los del grupo de (Rogelio) Frigerio. Realmente tuve mis experiencias por mantener una línea en el periodismo y en mis escritos. Es más, La Nación y Clarín jamás comentaron un libro mío, pero el mismo Clarín aprovechó para publicar mi entredicho con Hebe de Bonafini.
Bayer no quiere hablar más del tema Hebe, pero antes de pasar a otras cuestiones dice, terminante: “Me parece muy pequeño todo, no me lo merezco. Dentro de todo, a las Madres las he considerado siempre, he trabajado para ellas durante muchos años y no quiero meterme en una discusión que no lleva a nada. En cuanto a los hermanos Schoklender, la Justicia tendrá que decidir”.
–¿En que instancia está el juicio que le entablaron los descendientes de Martínez de Hoz por la película?
–Todavía no hay resolución judicial así que imagino que en estas semanas saldrá algo. No le tengo miedo… ellos piden un millón de pesos y no sé de dónde los voy a sacar. Voy a tener que rematar esta casita, pero ya dije que si me rematan, me voy a vivir a la plaza de la otra cuadra, ¿te imaginás el lío que se va a armar? Ellos, a los que sólo les interesa la plata, tienen un abuelo como José Alfredo Martínez de Hoz, que está en una prisión de lujo como el edificio Kavanagh.
–Veo que es optimista. ¿Lo es con el Gobierno?
–Lo veo con sus cosas positivas y negativas. Lo positivo es que por primera vez se enjuicia a los protagonistas de una dictadura tan sangrienta. Y vemos por primera vez que están en cárceles comunes. También, que se haya empezado a mover la Ley de Medios y que las cajas de jubilaciones volvieran a obtener el dinero de los jubilados. No lo tenían porque el dinero de los viejos iba a parar a empresas privadas que lo utilizaban para cualquier cosa. También falta mucho por hacer. Siempre puse como eslogan, en todas mis intervenciones, que mientras existieran villas miseria no habría verdadera democracia".
"Bayer asegura ser un eterno defensor de las cooperativas de periodismo. A su entender, el Estado nacional y los propios medios “deben favorecer la creación de cooperativas periodísticas”. Si bien reconoce que la Ley de Medios Audiovisuales “ha sido un gran paso” en ese sentido, advierte que “aún falta muchísimo” y que “no alcanza solo con sacar a relucir el poder de las empresas periodísticas actuales”.
El autor de “Los vengadores de la Patagonia trágica” y coguionista de “La Patagonia rebelde” admite que soñó toda su vida con que los medios de comunicación sean de dominio público y dejen de pertenecer a empresas privadas o grupos familiares.
“Si no es así, eso no es democracia”, asegura y señala la necesidad de que se “democraticen las bases de la información” para que todos los actores de la sociedad tengan “el poder de informarse y de aparecer informados sobre sus deseos, sus intereses y sus problemas”.
Así, Bayer destacó que “democracia es cuando en los medios está representado todo el margen de las organizaciones públicas, la asociaciones que defienden a los jubilados, las agrupaciones que defienden a la mujer, los derechos del niño, las asambleas barriales, los pueblos originarios… tienen que tener toda la información de la sociedad”.
Osvaldo Bayer lamenta la proliferación que han tenido las villas y la baja calidad de vida que persiste entre distintos sectores de la sociedad actual. Tilda de “irrespetuosos de la democracia” y de “ridículos” a quienes protagonizaron días a tras los cacerolazos ante las nuevas directivas del Gobierno nacional para la compraventa de moneda extranjera y entonces, con la mirada en alto, dispara: “Mientras haya villa miseria y niños con hambre no vamos a tener una verdadera democracia. Vivir así no es vivir en democracia”".
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