El "Vamos por Todo" que duró 1 día

Anoche lo escribíamos: salir del estudio de TN será muy fuerte. La totalidad que representa siempre la imagen se cruza con la realidad de lo fáctico, siempre parcial. Esas pantallas a sus espaldas que construían un escenario de desorden generalizado rápidamente trocaron en un centenar de representados iluminados por los flashes de las cámaras en La Matanza, una ciudad del inmenso país. Ya estaba recorrida la desmesura de desnudar las condiciones de producción de un gremio (llamar a paro desde un canal de televisión sin discusión orgánica). Es esa velocidad que le imprime la TV a la vida la que ahora provoca un desaceleramiento en términos políticos que desacomoda aún al más poderoso. Cerrar un acuerdo del 25% de aumento con los patrones y levantar el paro parece muy poco ante la rebelión prometida. De casualidad que siempre queda llamar a un paro general y movilización para no desilusionar tanto a las señoras entusiastas y esperanzadas de Barrio Norte (¿por ahora se conforman con uno nacional de Camioneros?). No es fácil convertirse en el sparring del kirchnerismo, menos si te van a acompañar Ricardito, Buzzi, el Momo, Clarín y el PO. Reitero: Moyano no cambió. Con reclamos justos avanza en su sueño de entrar en el juego grande de "la sucesión" (eso dicen que es de lo que se tratará el Poder estos años), quiebre cegetista de por medio. Sabe que los confederados que tiene enfrente son peor que él. Quizás aún así no le alcance. Pero promete lucha a sus seguidores: a los convencidos y a los avergonzados. Mientras, CFK espera.