El nuevo lock out de las patronales agrarias: Laclau y las huérfanas de Recoleta

Vieron que las señoras de Recoleta, Barrio Norte, Belgrano y Palermo de la Capital Federal estaban indefensas y desprovistas de alguien que las arreara como en el 2008, cuando las hicieron hablar de soja con sus escasos conocimientos de macetas y balcones. En aquella oportunidad, las carteras y el botox de CFK, el autoritarismo de su ahora añorado NK y la cercanía con el diablo Chávez se sumó a la consigna El Campo Somos Todos, significante vacío que nucleó a una decena de protestas histéricas que no encontraban satisfacción institucional luego del aplastante triunfo de Cristina 6 meses antes (octubre de 2007).
La cadena de equivalencias ahora está formada esperando su significante vacío, meses después de otro triunfo aún más aplastante de su odiada Yegua. La falta de medicamentos, las trabas a las importaciones y exportaciones, el cepo al dólar, la causa Ciccone, la violencia verbal, las expropiaciones, los patoterismos, la impunidad, el autoritarismo, la falta de diálogo, la inseguridad y la corrupción. Miniquejas que ahora las patronales del Campo (el significante vacío del 2008) buscarán nuclear bajo una misma consigna. No les será fácil: por el origen de este nuevo lock out (revalúo fiscal en la provincia de Buenos Aires) y por su alicaída reputación, especialmente frente a los mismos que los acompañaron desprevenidamente en Rosario y la Plaza de los Españoles (Capital Federal). No les cayó muy bien que la gran mayoría de campesinos al final votaran por la Presidenta dos veces seguidas en el mismo año (14A y 23O).
De Ángeli, Buzzi, Biolcati y Cía. tratarán de acoplarse a la nueva estrategia de Clarín, comandada por el supervisor general, Jorge La Nata, que consiste en transformar el implacable Clarín Miente en un erosionante Cristina Miente. Aquéllos aportarán la cuota de clima destituyente por el lado de la DiKtadura, palabrita que tanto toca la sensibilidad de los censurados en su libertad de especular con el dólar ilegal (ya lo decía Luisito Investigador ayer: cada día hay menos libertad).
No parece ser una tarea que pueda provocar el mismo éxito que en 2008 por la 125. Desde entonces, cada vez más gente se dio por enterada de que paro no es lo mismo que lock out; que Granero del Mundo no es sinónimo de su bienestar y tampoco del país; que el Campo no somos todos; que todos aportamos tanto como el Campo; que el campo es un sustantivo, otra cosa son las patronales del Campo; que si se hubiera aprobado la 125 -con las más de 30 modificaciones que se le hicieron- los pequeños productores habrían pagado menos retenciones que los grandes; que nunca el sector tuvo las ganancias que sigue teniendo 4 años después; que ya no es admisible que las ganancias sean privadas y las pérdidas, sociales; que fue mentira todo lo que le prometieron los diputados verdes, ya que no lo cumplieron en el Congreso, aún con mayoría propia; que la Sociedad Rural no tiene nada que ver con la histórica Federación Agraria, pero sí mucho con la actual; que los mismos que se siguen quejando por un piquete cortaron el país en más de 300 puntos durante casi medio año; que las retenciones son derechos de exportación; que las propias acopiadoras de Federación Agraria y Coninagro estafan al productor que dicen defender; que el objetivo de su movimiento sigue siendo el sacar del poder a una primera mandataria elegida por el voto popular.
La pregunta sería entonces: ¿quién podría tomar el lugar que ya no puede ocupar la desgastada Mesa de (des)Enlace? Los violentos que agredieron a los trabajadores de 678 esperan impacientes.