"En Estados Unidos, 46,2 millones de personas reciben cupones de ayuda pública para la compra de alimentos, cifra que ha ido en ascenso desde el comienzo de la crisis económica. Aunque el porcentaje en si no es desorbitado -el 14% de la población- el elevado número de afectados pone de manifiesto el grave problema de la pobreza en un país que sigue presentándose como la primera potencia del planeta. Los republicanos en estas primarias gustan rechazar el sistema de bienestar europeo por ‘socialista’, pero omiten que en Europa no es necesario generalizar subsidios para comida.
El candidato Newt Gingrich (apoyado por Sarah Palin) echa la culpa a Barack Obama de la extensión del Programa de Asistencia para Nutrición Suplementaria (SNAP). Atribuye al presidente un espíritu contrario a la iniciativa privada y un gusto por la dependencia del subsidio. El presidente Obama es el mayor ‘food stamp president’ de la historia”, insiste Gingrich. En su uso demagógico de esta cuestión provocó una situación de fluvios racistas en el último debate televisado. Gingrich juega con el subsconsciente de parte de la población blanca de que los negros son holgazanes y viven de las ayudas públicas. Por eso cuando el periodista de color Juan Williams le preguntó directamente si estaba insultando a sus conciudadanos negros con su afirmación de que los afroamericanos “necesitan trabajo, no food stamps” , el público del sur estadounidense rompió en ovaciones de defensa a Gingrich (al final del episodio parte del auditorio se puso en pie vitoreando al candidato).
Aunque lo ocurrido ha dado pie a consideraciones sobre demagogia y racismo, como en el editorial de ‘The New York Times‘, esa discusión tapa la realidad de unas cifras suficientemente graves. En octubre de 2008 un total de 30,8 millones de estodounidenses requirieron el auxilio del SNAP; la cifra subió a 37,7 millones en 2009, pasó a 43,2 millones en 2010 y a finales de 2011 llegó al máximo de 46,3 millones. En cuatro años, se ha pasado del 10,5% al 14% de la población, y se ha doblado la financiación, alcanzando los 71.800 millones de dólares.
Los más necesitados en números absolutos son los blancos no hispanos (34% de los que se benefician del SNAP), seguidos de los negros (22%) e hispanos (17%). El programa creció con George Bush, quien rebajó las condiciones para poder acogerse a él, pero se ha disparado con la crisis económica".
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Hablando de los republicanos, siempre tan honestos e institucionalistas...
"Mitt Romney, el único aspirante republicano que podría evitar la continuidad de Barack Obama como presidente de Estados Unidos, tiene parte de su fortuna personal en fondos de inversión en las Islas Caimán (un paraíso fiscal del Caribe), según ha revelado la cadena ABC después de conocerse que el ex gobernador paga una tasa impositiva menor a la de la media estadounidense. Bain Capital, la empresa de capital privado fundada por Romney, tiene 138 fondos de inversión en las Caimán, según documentos oficiales consultados por ABC News.
El exgobernador de Massachusetts, favorito para ganar la candidatura presidencial republicana tras sus victorias en las primarias de Iowa y Nuevo Hampshire, tiene al menos 8 millones de dólares en doce fondos y otra inversión valorada en hasta 25 millones domiciliada en las Islas Caimán, de acuerdo con ABC News".
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"Al igual que en debates anteriores, Romney se reservó su crítica más dura contra Obama, acusando al mandatario de tratar de convertir a Estados Unidos en un "Estado de bienestar social europeo". Gingrich, por su parte, caracterizó a Obama como "el presidente de los cupones de alimentos". También despertó una rara ovación de pie de la audiencia cuando defendió su idea de emplear a niños pobres como conserjes de escuelas públicas.
"Aprenderían a presentarse a trabajar. Podrían hacer servicios leves de limpieza... Estarían recibiendo dinero, que es una buena cosa si usted es pobre. Sólo las élites desprecian el ganar dinero", dijo".
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"Más que las diferencias raciales o un conflicto entre inmigrantes y nativos, la mayor fuente de tensión entre los estadounidenses se desarrolla entre los ricos y los pobres.
Esa es una de las principales conclusiones del más reciente clic informe del Pew Research Center, un centro de estudios de Estados Unidos que informa sobre las actitudes y tendencias en ese país.
Según el centro de investigación, el 66% de los 2.048 encuestados cree que hay conflictos "fuertes" o "muy fuertes" entre clases, lo que representa un aumento del 19% desde 2009.
Una de las razones esbozadas por el Pew Research Center para determinar este cambio de percepción es que el mensaje de desigualdad popularizado por el movimiento Occupy causó que el tema pasara del anaquel de los libros especializados a los medios de comunicación y a los foros públicos de debate.
En septiembre del año pasado, BBC Mundo informó que Estados Unidos había superado en desigualdad a países de América Latina -como Venezuela-, de acuerdo con el coeficiente Gini (una herramienta que mide la desigualdad).
Estados Unidos ya era más desigual que otros países desarrollados (como los europeos), pero había menos diferencias de clase que en América Latina.
Esa última tendencia, sin embargo, empezó a revertirse: mientras países como Chile, Brasil o México redujeron su desigualdad, en Estados Unidos ocurrió lo contrario.
De acuerdo con los datos de la Oficina Presupuestaria del Congreso, el 1% más rico del país concentra el 19,4% de los ingresos, el doble que en 1979 y más que el 40% más pobre.
El periodista George Packer, autor de un clic análisis de este tema en la última edición de 2011 de la revista Foreign Affairs, aporta otra estadística que apoya la creciente brecha: en los años 70, altos ejecutivos en Estados Unidos ganaban 40 veces más que sus empleados con el salario más bajo. En 2007, recibían 400 veces más dinero.
"Como un gas inoloro, la desigualdad invade todos los rincones de Estados Unidos y socava la fuerza de su democracia", concluye Packer".
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