Mientras su novio independiente le hace el juego al discurso de Clarín desde su meca heroica barcelonista, Viki despliega todos sus repertorios ante La Nación:
+ Quiere ocupar el lugar vacío de la mujer opositora más conocida a partir no tanto de atributos políticos sino más bien tinillezcos.
+ Para este menester, cree que criticando a La Cámpora por cualqueir cosa va a ganar visibilidad pública.
+ Como su fiance, se presenta como independiente del kirchnerismo, que es algo malo y sucio.
+ Mientras ella milita, los jóvenes kirchneristas lo hacen por un cargo.
+ Cuando se equivoca públicamente, se refugia en el discurso de género.
+ Hace uso del "pero" cuando está de acuerdo con una iniciativa del gobierno.
+ Lo corre por izquierda aunque ella termine en Disneyworld.
+ Para el resto, tiene vocero.
Por su parte La Nación, presenta la entrevista de una forma más lavada y cercana al Grupo A(hhh) en la edición web ("No por ser hijo de desparecidos sos buena persona"), mientras que más profunda y menos favorable a Donda en edición impresa ("Ser hijos de desaparecidos no te da impunidad"). La diferencia de títulos es bastante gráfica del público meta al cual apunta la empresa de los Mitre y Saguier en cada soporte.
Foto: vía Señales
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