Cuando la falsa polémica levantada por los Guardianes de la Historia (liberal) Argentina sobre el instituo de revisionismo histórico encabezado por Pacho O'Donnell había amainado, llega Gregorich para azuzar el fuego mitrista-conservador con una loca paranoia: "No repetiremos aquí la exhaustiva discusión acerca de la creación y el sentido del Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego; hubo buenos argumentos para apoyarlo y para denigrarlo. Sólo anotaremos la pertinente observación de Israel Lotersztein de que no hay, entre los 33 miembros del Instituto, ni un solo historiador judío (puede ser una casualidad), y de que unos cuantos de los historiadores nacionalistas reivindicados por el nuevo centro de estudios habían dado claras muestras -en otro período histórico, eso sí- de antisemitismo".
En verdad, es Lotersztain, y aquí desarrolla su tésis del antijudaísmo de Pacho y su instituto.
Pero volviendo a Gregorich: afortunamente luego se distrajo con una balanza desfavorable y se entusiasmó con recordarle a los millones de argentinos que la están pasando bomba de vacaciones que cuando llegue marzo todo explota, una vez más, aunque nunca suceda.
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