domingo, 8 de enero de 2012

Clarín llama a escritores para que le expliquen por qué la gente votó por CFK

Y para colmo, no tenía cáncer. Imagínense, que Roa llega a hablar de mala praxis en medio de su impostada inquietud y la Viau arriesga que, con este "blooper de Estado", la "medicina argentina" queda mal parada ante el mundo... Blanck, mientras, exterioriza su enojo agarrándosela con "el patetismo de algunos centenares de adherentes y punteros que, alimentados con el dinero público que les evita tener que ir a trabajar todos los días como cualquier hijo de vecino, fueron alentados a crear un clima épico allí donde había nada más, y nada menos, que un acto médico".
Birmajer, en este contexto sensible, hace lo que puede, valiéndose de la metáfora de la cagad* del perro para remitir al preconcepto doñarosaril de que "Este país es una mierd*. Y el gobierno, peor".
"Las democracias nos plantean una incómoda responsabilidad personal , el hecho de que la mayor parte de la población, o una buena parte de ella, según el sistema electoral de cada país, votó al gobierno al que se le reclama por sus fracasos. Ese voto, junto con el derecho que implica, también nos vuelve en parte responsables de los resultados finales del gobierno al que elegimos . Por supuesto, ningún ciudadano es responsable de haber votado a un presidente o a un gobierno que en su primer mandato permitió el desarrollo, por ejemplo, de la corrupción. Pero otorgarle un segundo mandato luego de haber conocido este detalle ya implica un grado mayor de responsabilidad en la repetición de esa misma conducta. (...)
La indignación no se limita a los grandes acontecimientos, sino que se vive también en los pequeños eventos que nos sublevan sin desesperarnos . A mí me indigna el excremento de perro en las calles porteñas. No lo puedo creer, no lo puedo explicar. El sujeto que invita a su perro a deponer en la calle, ¿quiere vivir entre excrementos de perros y que sus hijos chapoteen en la porquería? (...)
La inflación es otro de los asuntos que me indignan. Podría escuchar algún tipo de explicación comparativa, reflexionaría sobre argumentos que en cierto modo la justifiquen. Pero me indigna que los funcionarios gubernamentales repitan por todos los medios a su alcance que no hay inflación, mientras pago los insumos básicos el doble de lo que los pagué el año pasado . Es más grave que sentirme tomado por estúpido, es una ruptura de la idea de realidad; una mentira sistemática que me resulta intrusiva, que dinamita el mínimo campo común para el debate".
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