La peor consecuencia del ataque terrorista contra la redacción de la revista satírica francesa Charlie Hebdo ha sido el avance de nuevas iniciativas de medidas restrictivas de libertades civiles elementales, como sucedió en Estados Unidos luego de los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono, en 2001.
Propuestas de cierre de fronteras y espionaje en o directamente cierre de sistemas de chat como el Whatsapp ya se escuchan de la boca de dirigentes políticos europeos de envergadura como la francesa ultraderechista Marine Le Pen o el primer ministro inglés David Cameron, en paralelo con el reverdecer de la vieja idea de George W. Bush de que el mundo entero está en una guerra, y como tal debe definirse: "O estás con nosotros, o eres terrorista y estás con ellos".
El referente de la derecha iberoamericana, el peruano Maro Vargas Llosa, aprovechó la masacre en París para volver a instaurar en la opinión pública este discurso: "Occidente debe tener la clara conciencia de que hay una guerra que enfrentar; sin vacilaciones, sin complejo de inferioridad, porque está en peligro la esencia misma de la cultura de la libertad".
"Quienes defienden la democracia no deben caer en la complacencia ni en una actitud pasiva", advirtió Varga Llosa, con el mismo tono extorsivo de Bush, cuando el mundo observaba que ese discurso servía como forma de avance represivo a la vez que operaba como caballo de Troya de los verdaderos intereses de la élite norteamericana de este siglo: la conquista de regiones clave del planeta no sólo en términos geopolíticos sino principalmente energéticos.
"Hay que ver detrás de esta barbarie un odio hacia lo que representa la civilización de la libertad, de la coexistencia pacífica, del derecho de crítica, que es precisamente lo que han querido castigar. Creo que es importante no sólo protestar y exigir un castigo ejemplar a los asesinos, sino, sobre todo, tomar conciencia de que esas libertades, que hacen esa superioridad de la cultura democrática sobre el fanatismo, están hoy en día amenazadas por grupos que están dispuestos a usar las peores formas de violencia para acabar con ellas", expresó el escritor peruano en una entrevista con RFI y completó, como lo hacía el ex presidente norteamericano: "El horror ha entrado y el enemigo está en casa".
miércoles, 14 de enero de 2015
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2 comentarios:
Impecable
El atentado funciona de excusa perfecta para recortar las libertades civiles. Quién lo duda. Pero ¿la izquierda dónde está? A los neocóns el campo se les hace orégano.
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