Por Dante Leguizamón
Periodista de judiciales de Cba24n
“Cada vez que ocurre un hecho de esta complejidad sucede que los periodistas vamos por un camino diferente al real. Nos gusta más la ficción y la conjetura que la realidad. En la madrugada del lunes escuchaba a Mario Massaccesi, de TN, criticar a Berni y a todos porque no hablaban con la prensa. Me fue imposible no recordar a ese mismo periodista, hace 8 años, instalado con un móvil en vivo en la puerta de la casa de Nora Dalmasso, saliendo en vivo cada 15 minutos y mintiendo descaradamente. Lo he visto inventando amantes de Nora e inventando una ficción que algunos medios alimentaron. No culpen al Grupo Clarín de lo de Nora. Yo en esa época trabajaba en el grupo y publicaba otra cosa. Nadie la leía porque no “vendía”. La gente prefería que le mintieran sobre los diez amantes de Nora, antes de leer lo que contaba yo: que tenía un solo amante, que se llamaba Guillermo, que se querían, que intercambiaron casi 3000 mensajes de texto en los meses anteriores.
Les pregunto algo que es interesante para que veamos todos cómo vemos las noticias y qué tan cómodos somos. Nora tenía un solo amante. En serio. Lo juro. Lo pueden ver en la causa. Ustedes como audiencia, lectores y televidentes: ¿me creen? A que si son sinceros se van a sorprender., ¿No prefieren pensar que tenía 18, como supo titular Clarín? Sean sinceros: ¿no es cierto que la verdad es menos simpática que la construcción mediática? Si se prueba que Nisman se suicidó, ¿van a creerlo? ¿Van a querer creerlo?
(..) La escena del hecho no es el baño, tampoco es el departamento. La escena es el edificio TODO. Cualquier alteración (por ejemplo, si alguien tocó los papeles que tenía arriba de la mesa el fiscal muerto) puede generar la existencia de un delito autónomo independiente del inicial. ¿Qué hacían Berni y un par de funcionarios más de la Secretaría de Seguridad y la Secretaría de Inteligencia Criminal que pude reconocer ahí? Lo que estoy diciendo es que evidentemente Berni no sabe nada de criminalística. Estaba allí para la prensa y la prensa no resuelve casos. La prensa, como Massaccesi que hoy le preguntaba en vivo a una vecina del fiscal si creía que el fiscal se había suicidado, los ensucia mintiéndole a la opinión pública. En definitiva y que me perdonen los fanáticos K, Berni no sabe un carajo de criminalística y por lo tanto la frase que dijo en la madrugada del lunes justamente para tranquilizar a Masachessi sólo sirve para ensuciar más, para colaborar con la ficción. Les recuerdo la frase de Berni: “En criminalística, cuando usted tiene un cuerpo, una vaina y un arma, evidentemente las cosas se encaminan hacia un lado. Hay que esperar que las pericias lo corroboren”. Cállese Berni, usted sabe hacerse el sheriff para ser el kirchnerista que más bonito sale en la tapa de los diarios anti K, pero de criminalística, nada. De criminalística tanto como Massaccesi.
(...) Ahora se sabe que el fiscal tenía dos teléfonos. Ambos están siendo peritados. ¿Quién se comunicó con él? Esa prueba sí que es clave. Hay que protegerla de los espías.
Paréntesis sólo para cordobeses: En un programa de televisión de Córdoba y otro de radio escuché hablar a Mario Negri. Negri hablaba de no tener miedo y de proteger a la república y la democracia. De la necesidad de llegar a la verdad. Me hubiera gustado preguntarle qué sintió él cuando murió Regino Maders. La familia de Maders confió en él porque era su mejor amigo, pero a los meses comenzó a considerarlo el principal encubridor de la muerte. Hipocresías.
De repente me di cuenta de otra cosa. Para los cordobeses esto es historia reciente. Estamos ante el caso Alós de la Presidenta. No comparo a Cristina con De la Sota. Comparo a Alós con Nisman. El descontrol de aquella investigación del policía muerto, la desprolijidad a la hora de proteger la escena hizo que todo fuera sospechoso y entonces todo se convirtió en rebatible. La performance de Lanata instalando sospechas y preconceptos sin fundamentos, especulaciones sin sustento, también es similar a la actitud de otro periodista de nuestros pagos que se preocupó más por instalar la sospecha que por alcanzar la verdad.
El martes me puse a leer La Voz del Interior y descubrí que los mismos periodistas que criticaban con razón al “Lanata Cordobés” por su falta de sustento periodístico, reproducían como loritos las especulaciones vacías de fundamentos del Lanata original. A mí me daría vergüenza.
El resultado es que hoy por hoy en el caso Alós, como temo que pasará en el caso Nisman, ya todo el mundo sabe lo que pasó. No importa nada. Todos tienen su propia certeza. Quien está convencido de una cosa, cree que todos los que piensan distinto a él son cómplices, tontos o inocentes.
En esa grieta los medios no somos inocentes. Somos responsables de las sospechas reales y lasque alimentamos aún sabiendo que son falsas. Sin embargo, algunos periodistas creen que se puede seguir pensando en el periodismo y su objetividad. Hoy leía una columna de un jefe de La Voz que es uno de los pocos colegas que me gusta cómo escribe. No coincido en nada de lo que dice nunca, pero escribe bien y eso para mí es importante. Les propongo un juego, pero primero lean estos tres parrafitos de Edgardo Moreno, ex gerente de Mitre y actual jefe de Política en La Voz: “El gobernado cree, en principio, que el gobernante habrá de decirle la verdad sobre la cuestión pública y actuará en consecuencia, aunque luego ese aporte a la gestación del poder político incurra en devaluaciones sucesivas.
Desde hace años, esa razón fundacional para el ejercicio del poder ha venido herrumbrándose en Argentina. Durante décadas, el ciudadano común se fue acostumbrando a que los gobernantes le mientan, lo engañen, le oculten y omitan hechos y motivaciones que impulsan decisiones de impacto público.
Mentiras sobre índices económicos, engaños sobre patrimonios ocultos, embustes sobre los innumerables y vastos pantanos de la administración”.
Ahora le voy a cambiar algunas palabras al mismo párrafo y las voy a poner en mayúsculas para que veamos la diferencia: “LA AUDIENCIA cree, en principio, que el MEDIO DE COMUNICACIÓN habrá de decirle la verdad sobre la cuestión pública y actuará en consecuencia, aunque luego ese aporte a la PRODUCCIÓN DE INFORMACIÓN incurra en devaluaciones sucesivas.
Desde hace años, esa razón fundacional para el ejercicio del PERIODISMO ha venido herrumbrándose en Argentina. Durante décadas, el ciudadano común se fue acostumbrando a que los PERIODISTAS le mientan, lo engañen, le oculten y omitan hechos y motivaciones que impulsan decisiones de impacto público.
Mentiras sobre índices económicos, engaños sobre patrimonios ocultos, embustes sobre los innumerables y vastos pantanos de la INFORMACIÓN”.
Sólo un buen periodista de investigación, y no hoy sino después de un intenso trabajo, podrá aportar algo de luz a esto. Mientras tanto aprendamos que los opinólogos son sólo eso.
(...) El post de la presidenta en Facebook es muy interesante. Las preguntas que formula son de una persona inteligente, es valiente decir algunas cosas que son ciertas desde ese lugar. Sin embargo, Cristina Fernández de Kirchner convivió con esos enemigos. El Estado que conduce les pagó el sueldo. Ella no se atrevió, o no pudo por el terrible poder que acumularon, romper esa estructura. Las consecuencias están a la vista.
Nisman, se puede leer en los archivos de Wikileaks y repasar en los libros de Santiago O´Donnell, era un habitué de la embajada norteamericana. Los cables oficiales lo muestran pidiendo permiso antes de tomar ciertas decisiones y disculpas cuando hacía algo sin pedir permiso.
(...) Lanata también sale en los cables de Wikileaks. Le pide a la embajada que financie su diario Crítica mientras negocia una cobertura beneficiosa para la embajada del caso de las valijas de Antonini Wilson.
(...) Soy periodista.Trabajo en un medio público y estoy de vacaciones escribiendo esto. Cobro un básico de 8100 pesos. No tengo otros ingresos. Si un día no hago mi programa de radio o el de tele o cometo un error o me equivoco en algo ustedes me critican,mi jefe me caga a pedos y pierdo el respeto de muchos. Un fiscal de la antigüedad de Nisman cobra una cifra cercana a los 85 mil pesos por mes. En diez años al frente de su fiscalía especial para investigar el atentado a la AMIA no logró nada. Nada. El mismo Jorge Lanata en una nota en Perfil de hace algunos años, lo resume así: “En esas 113.600 fojas, 568 expedientes, 400 legajos, 1.000 paquetes y 1.500 carpetas no hay nada. Si nos dedicáramos a hacer un tótem judicial con esa cantidad absurda de papel, podríamos llenar varios cuartos en una casa. Varios cuartos llenos de nada.
En verdad, y para ser exactos, no se trata de Nada Absoluta: hay operaciones de los servicios e inteligencia, de la Policía, de gobiernos extranjeros, estupidez de jueces y fiscales, corrupción, gestos miserables y después nada. La misma nada presente en las ochocientas y una páginas del dictamen del fiscal Nisman, nada ratificada por el juez federal Canicoba Corral”.
Sin embargo al fiscal no le iba mal. Vivía en Puerto Madero, en uno de los lugares más caros de la Argentina, viajaba por el mundo (eso también es raro: ¿no era que estaba condenado a muerte por los iraníes? ¿No le dio miedo dejar a su hija sola tres horas en el aeropuerto de Barajas?) y se codeaba con la élite periodística y política argentina hasta el punto de anunciarles por Whatsapp que estaba por “tirar una bomba” antes de denunciarla supuesta red de encubrimiento.
(...) El país no está al borde de ningún quiebre. Esto debe servir para que este gobierno que se animó a tanto, se anime también a desmantelar los poderes en la Secretaría de Inteligencia a donde yo miro a la hora de pensar en Nisman, su muerte, su causa de supuesto entorpecimiento y las estrategias de muchos de hablar de esto como si estuviéramos viviendo un falso infierno”.
jueves, 22 de enero de 2015
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1 comentarios:
Suscribo de principio a fin. Lo felicito por el cambio de palabras en lo expresado por Edgardo Moreno. Realmente excelente!!!! Demuestra con claridad lo que es la hipocresia.-
#ElAmorVenceAlOdio
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