Lejos de aplacarse, la preocupación internacional por la falta de respuestas judiciales y políticas luego de la violenta muerte del fiscal Alberto Nisman se agiganta hora tras hora.
Mientras más allá de las fronteras del país crecen las críticas al Gobierno luego del fallecimiento del fiscal del caso AMIA un día antes de su declaración ante el Congreso, países como Estados Unidos, Israel, Francia, España, Alemania, Brasil y Chile trasladaron el estado de inquietud por la situación derivada de la muerte a sus representaciones locales.
Pro, de Mauricio Macri, y el Frente Renovador, de Sergio Massa, fueron receptores de la inquietud de representantes diplomáticos de varios esos países. Según coincidieron distintos dirigentes consultados, las dudas parecen ser similares: intentan saber cuál es la hipótesis más creíble acerca del fallecimiento del fiscal, qué piensan los referentes opositores de lo que ocurrió y hasta dónde llega el involucramiento del gobierno argentino con Irán, tal cual lo denunció el fiscal en el escrito presentado a la Justicia.
"Es increíble la repercusión internacional que ha tenido el caso. Está demostrado en la cantidad de medios de comunicación que han enviado a sus periodistas para cubrir el hecho", afirmó a LA NACION la diputada Patricia Bullrich, presidenta de la Comisión de Legislación Penal, que había invitado a Nisman a dar detalles de su denuncia. Otro dirigente del macrismo vinculado con temas internacionales confirmó que varias delegaciones diplomáticas lo consultaron, "preocupadas por lo que pasa en el país".
Cerca de Sergio Massa reconocieron en reserva la existencia de conversaciones con diplomáticos extranjeros. "Preguntan por qué los servicios de inteligencia están tan desbocados", afirmó una fuente.
Estados Unidos fue uno de los países que más rápido tomaron postura a partir de la aparición, el domingo 18, del cadáver de Nisman en el baño del departamento donde vivía, en Puerto Madero. "Completa e imparcial." Así pidió el gobierno de Barack Obama que sea la investigación en torno de la muerte de Nisman a través del Departamento de Estado. Con el correr de las horas, el reclamo para que las autoridades argentinas se hagan eco de ese mensaje creció.
Congresistas norteamericanos transmitieron al embajador Noah Mamet el reclamo de estar pendiente de la investigación. "Debe estar atento y ofrecer toda la ayuda posible", dijo el senador republicano y posible precandidato presidencial Marco Rubio. Instó además el gobierno kirchnerista a "resistir cualquier intento de encubrir el verdadero papel de Irán en el atentado de 1994".
En términos similares se expresó su par demócrata, Robert Menéndez, así como legisladores de ambos partidos en la Cámara de Representantes. Entre ellos, los republicanos Ileana Ros Lehtinen y Jeff Duncan, ambos con responsabilidades en la Comisión de Relaciones Exteriores.
En Israel, la llegada del periodista Damián Pachter, quien publicó la primera información sobre la muerte de Nisman y se exilió allí luego de denunciar que fue amenazado, tuvo gran repercusión en los medios (ver aparte).
Europa tampoco está ajena a la preocupación: Alemania y Francia incrementaron las consultas a sus diplomáticos y a políticos en el país.
Brasil, vecino y mayor socio comercial del país, le da prioridad al seguimiento del caso. Fuentes de la embajada brasileña dijeron que el tema es analizado con interés "en el máximo nivel" y que la misión diplomática local informa a diario al gobierno de Dilma Rousseff de las alternativas del caso.
En Chile, el diputado Gabriel Silber, de la Democracia Cristiana, encabezó al grupo de parlamentarios que pidió a la cancillería que el gobierno rompiera el silencio sobre la muerte de Nisman. "Hay que instar al gobierno argentino a que dé garantías de una investigación independiente", dijo Silber".
Rosendo Fraga, hoy, en El Cronista: "Posiblemente el caso Nisman su denuncia y posterior muerte sea el hecho que ha tenido más repercusión internacional en los casi doce años de gobierno del Kirchnerismo.
El New York Times ha llegado a plantear que un equipo internacional debe hacerse cargo de la investigación para garantizar su eficacia, legisladores estadounidenses han llegado a proponer que se apliquen a los funcionarios argentinos sanciones como las que se han impuesto a funcionarios rusos por la anexión de Crimea; las Naciones Unidas han planteado la necesidad de una investigación rápida e independiente.
Argentina ha estado jugando un tablero muy complejo, con dos países del Islam chiíta como Irán y Siria y la milicia de la misma fe que es quizás hoy la mayor amenaza para Israel (Hezbollah).
El acuerdo con Irán, quizás ha sido la acción de política exterior menos comprensible de Cristina Kirchner, ahora también puede ser la que le genera mayor costo político".
Desde Miami, Oppenheimer en El Nuevo Herald: "Si la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner quiere superar la crisis política que vive el país, tras la misteriosa muerte del fiscal que la había acusado de tratar de encubrir la responsabilidad de Irán en el atentado terrorista de 1994 contra el centro comunitario AMIA de Buenos Aires, debería pedir una veeduría internacional de la investigación.
Hasta el momento de escribirse estas líneas, no lo ha hecho. La presidenta no ha solicitado ningun tipo de ayuda externa para darle un mínimo de credibilidad a la investigación de la muerte del fiscal Alberto Nisman, que estaba a cargo de la causa AMIA, el atentado terrorista de hace dos decadas que dejó 85 muertos y 300 heridos.
“Hoy, lamentablemente, el gobierno argentino tiene cero credibilidad”, dice Santiago Cantón, director del Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos en Washington D.C. “La única forma de resolver esta investigación de una manera que sea creíble para la sociedad argentina es pedir la ayuda de expertos internacionales”.
Mi opinión: El mejor favor que Fernández podría hacerse a sí misma sería nombrar una comisión internacional de expertos que sea creíble —no como la que creó UNASUR para mediar en Venezuela, que ha sido un chiste— para supervisar o observar la investigación del caso AMIA.
Como están las cosas, nada de lo que diga el gobierno o la justicia argentina sera creíble para la mayoría de los argentinos. Hay que abrir un nuevo capítulo. Si la presidenta quiere sobrevivir a esta crisis política y restaurar la confianza en las instituciones, debería nombrar un fiscal especial independiente, o invitar a expertos de otros países, o designar una comisión de observación o supervisión internacional, o todo lo anterior".
El post de ayer, anticipando lo que recién está comenzando
0 comentarios:
Publicar un comentario