Otra vez dicen que se va Capitanich

"En días más, Jorge Capitanich dejará la Jefatura de Gabinete para retomar su cargo de Gobernador en el Chaco. Deberá enfrentar una realidad distinta a la que dejó varios meses atrás. Nada es como era entonces, fundamentalmente porque no sólo debe conjurar una incipiente crisis institucional derivada de su enfrentamiento público con el Vicegobernador, con el cual ya no tiene retorno, sino además porque está claro que el desafío es recuperar espacios dentro de un peronismo que al día de hoy siquiera la unidad entre "Coqui" y Bacileff Ivanoff contiene a los sectores que vienen pugnando por espacios propios.
La pelea Bacileff Ivanoff-Capitanich tiene un final anunciado. Primará, sin dudas Coqui, que a poco de asumir dejará sin efecto el decreto que anticipa las Paso provinciales para marzo, y el decreto que dispone la venta del avión de la Provincia. Y posiblemente impulse en la Legislatura algún mecanismo para ordenar sus ausencias transitorias, de modo de evitar que Bacileff en ejercicio del cargo vuelva a hacer de las suyas.
En términos de poder político, el Vicegobernador carece de estructura y de envergadura política. Su intención era, por un lado, asegurarse una banca en la Cámara de Diputados de la Nación y dejar a su hijo, Darío, actual Presidente de la Legislatura, como Vicegobernador de la fórmula que patrocine el oficialismo partidario.
Lo cierto es que la pelea fue tan lejos que cualquier acuerdo se ha vuelto a esta altura imposible, más allá de que aun lográndolo, lejos están de poder disciplinar al resto de un peronismo que adquirió una fuerza y una dinámica propia que pone en juego el liderazgo de Capitanich, que impedido de una nueva reelección carece de un delfín con vuelo propio al cual le pueda transferir su capital electoral.

Meses atrás, cuando Coqui mandaba en el peronismo del Chaco, la ecuación era clara; el senador Eduardo Aguilar sería su sucesor para posibilitar que la banca que tiene en el Congreso de la Nación quedara para Capitanich, electo como senador suplente.
Luego vinieron las dudas. Aguilar parece no ofrecer las seguridades de que cumpla su compromiso y Coqui puso la mirada en su hermano Daniel, el intendente de Campo Largo, donde se está organizando el próximo 18 de octubre un acto provincial en conmemoración por el Día de la Lealtad, ya con Capitanich en ejercicio de la Gobernación.
En el medio, su necesidad de consolidar el voto en la Cámara de Diputados, donde moran muchos de los sectores con los que debe armonizar. En ese ámbito está el pliego del Fiscal de Estado y un proyecto que ingresará para acotar las facultades del Vicegobernador, así como el nuevo Presupuesto General de Gastos y Recursos que piensa modificar en la primera semana de octubre a poco de reasumir.
Los que conocen el paño señalan que Coqui es un hombre de armonizar, consciente de sus fortalezas y debilidades, prueba de lo cual se evidencia en la relación con Gustavo Martínez, su socio-adversario, el hombre fuerte del peronismo de Resistencia que apunta a la intendencia y que no sólo se mantiene como Director de uno de los entes autárquicos más poderosos en el medio de la pelea del Gobernador con el Vice, sino que ha logrado posicionar a su padre como Diputado nacional, a su madre como Vicepresidente de la Cámara, mientras su principal alfil, Ricardo Sánchez, preside el bloque justicialista.

Otro caso es Domingo Peppo, actual ministro del Gobierno que también sobrevive al fuego cruzado de la pelea y que ha confirmado con un acto público de lanzamiento su postulación a la Gobernación.
Se trata del, varias veces, Intendente de Villa Ángela, un correntino que supo hacer pie en la política chaqueña y que hoy por hoy aparece como el peronista mejor posicionado para pelearle a Aída Ayala, intendenta radical de la capital chaqueña.

En el Chaco no son pocos los que dicen que Coqui no vería con desagrado un triunfo de la radical, que le permitiría mantener incidencia en el justicialismo del Chaco. Fue el propio Vicegobernador quien denunció públicamente la existencia de un acuerdo de estas características luego de que Coqui le abriera de par en par las puertas de la Casa Rosada a la intendenta de Resistencia, que volvió a la Provincia con el anuncio de un paquete de obras que hizo estallar de furia a Bacileff.
Lo que queda en claro, a esta altura, es que así como le será fácil a Capitanich saldar su pelea con "Chiyo", como se lo llama al Vicegobernador, menos fácil le será recuperar el carácter de gran elector en el peronismo del Chaco, donde cualquiera de sus delfines, sea su hermano o el senador Aguilar, tienen serios riesgos de no lograr el aval de los chaqueños en las Paso".
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