Clarín, 27 de septiembre: "El sistema educativo argentino sumará 6 nuevas universidades nacionales: tres en el conurbano (San Isidro, Almirante Brown y Hurlingham) y tres en el interior (Santa Fe, San Luis y Misiones). La creación de estas casas de estudio está a punto de ser aprobada por el Congreso, aunque sólo uno de los seis proyectos ha sido avalado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), un organismo que reúne a todas las universidades estatales y que se encarga de estudiar cada propuesta de creación de una nueva institución, pero cuya opinión no es vinculante.
Las 6 nuevas casas de estudio se sumarán a las 9 universidades públicas creadas desde 2007, 5 de ellas en el conurbano: la Arturo Jauretche en Florencio Varela, la del Oeste en Merlo y las de José C. Paz, Avellaneda y Moreno. Su apertura permitió que accedieran a la educación superior miles de jóvenes que tal vez no hubieran podido estudiar en Capital, por los costos de traslado o los tiempos de viaje. Pero varios especialistas advierten sobre la falta de planificación de este crecimiento, en muchos casos motivado por cuestiones más políticas que académicas.
Para el diputado radical y precandidato presidencial Julio Cobos, “el informe del CIN tendría que ser vinculante; su labor es trabajar en la planificación regional para que haya un presupuesto eficiente y una complementariedad de carreras. Siempre un municipio va a pedir la creación de una universidad. Pero hay alternativas: anexos, unidades académicas dependientes de otras universidades hasta que logren la autonomía”.
Federico Pinedo, jefe del bloque del PRO, dijo a Clarín: “Lo vamos a discutir en el bloque, porque hemos votado a favor de la creación de otras universidades, pero está muy mal crear una nueva compartiendo el presupuesto con el resto de las universidades. Lo importante no es que cada puntero político tenga su universidad, sino que los alumnos tengan acceso a una educación universitaria de calidad”.
Roa, 27 de septiembre: "El modelo de la universidad política funciona a pleno en el Conurbano, donde están los votos. A la Universidad del Oeste la dirige el hijo del intendente de Merlo. En la de Moreno el rector era empleado de la Intendencia y lo mismo en la de Avellaneda. Y a cargo de la José C. Paz se puso a un ex concejal. Todo quedó en familia.
Lo más grave ya se ha contado más de una vez: el Gobierno usa estas universidades para contratar en forma directa, eludiendo la ley.
Una ruta para triangular fondos sin control y para la corrupción.
Las de San Martín y La Matanza se llevan las palmas.
Va a ser necesario estudiar duro para arreglar y darle seriedad a todo esto".
Lanata, 27 de septiembre: "Cuando en 409 días Argentina se despierte del sueño kirchnerista quedará, en tierra arrasada, que este gobierno, entre otras cosas, prostituyó a los organismos de derechos humanos.
En los próximos días el Congreso tratará de forzar la aprobación de la estatización de la Universidad de las Madres.
Sería una nueva oportunidad para seguir convenciendo a Hebe de Bonafini que ella se encuentra más allá de la ley".
El Cronista, hoy: "El presupuesto 2015 que el oficialismo pretende aprobar el mes que viene en el Congreso revela fuertes disparidades en cuanto a la asignación de recursos de las universidades nacionales y, en especial, en torno a los incrementos que han tenido las partidas de las casas de estudio que fueron fundadas por el kirchnerismo en la última década y las más tradicionales, como la de Buenos Aires. La UBA, por caso, será la universidad que menos aumento recibirá en relación a las creadas por el Gobierno. El crecimiento de su partida será de 29,6%, mientras que sus pares de Tierra del Fuego y Florencio Varela recibirán una suba del 69,7% y 69,2%, respectivamente. Córdoba, la universidad más antigua del país, en tanto, pasará de un presupuesto de $ 2058 millones a $ 2688 millones, poco más del 30% de crecimiento".
González, hoy: "Hace tiempo que el Gobierno promueve el desarrollo de universidades en las provincias y en municipios de gran densidad poblacional para descentralizar la oferta terciaria. Pero esta iniciativa elogiable pierde legitimidad cuando se mezcla con la bajada de línea político-partidaria que se advierte en muchas de esas casas de estudio.
La educación, como la seguridad o la salud, son funciones básicas del Estado que deben tener prioridad en la asignación de gastos y deben quedar al margen de la digitación política que degrada el desarrollo institucional de la Argentina".
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