lunes, 21 de septiembre de 2015

El macrismo intenta desviar la atención del caso Niembro y la #CorrupciónPRO

Pato Bullrich, ayer, en su sitio web: "Lo llaman entre ellos “Todos Unidos Triunfaremos”. Finalmente, el peronismo se une. En esta oportunidad, Massa, frente a la imposibilidad de ser segundo ha pergeñado una estrategia para pensar en su “futuro”. Que en la elección no haya segunda vuelta. Es decir, asumiendo la realidad, al salir tercero su objetivo es destruir a “Cambiemos” como opción de futuro y de Gobierno y prepararse para ocupar el escenario de un peronismo que es, a la vez oficialismo y oposición.
El ideólogo de esta operación es Alberto Fernández, que manda en cuotas a los dirigentes massistas a decir que en segunda vuelta ni locos votan a Macri, antes a Scioli. Para eso se reúne cada semana con Alberto Pérez. Todo estrictamente monitoreado por Zannini. La estrategia es que Massa participe de la guerra sucia del oficialismo contra “Cambiemos”, a cambio de dinero y de una presencia abrumadora en la cadena de medios que manejan los Kirchner. Le garantizan futuro y no meterse con él.
Quieren evitar de cualquier modo la segunda vuelta. Si logran el objetivo, después entre ellos se arreglan. Si logran desarmar la opción del cambio que reclama la sociedad, habrá dos peronismos y una sola estrategia: unos serán oficialismo y otros será la oposición. Así, ellos creen que van a conservar el poder absoluto.
Para ellos es el “crimen perfecto”: Scioli, Massa, Alberto Fernández y Aníbal Fernández serán los garantes del continuismo y la impunidad. Se quiere perpetuar en el poder para seguir degradando con la corrupción la vida de los argentinos".
El procesado Pagni, hoy, en La Nación: "El rol de De la Sota junto a Massa es decisivo. Y no por razones programáticas. Aun cuando es consciente de que el ascenso de su aliado podría, estancando a Macri, mejorar las chances de Scioli de ganar en primera vuelta, el gobernador de Córdoba trabaja para que el kirchnerismo sea desplazado. Un colaborador cercano explica: "Para José Manuel un gobierno de Scioli sería peor que un gobierno de Cristina". Habría que descartar, entonces, que De la Sota avale un supuesto pacto de Massa con el Gobierno, como el que ayer denunció Patricia Bullrich, basándose en las reuniones entre el jefe de Gabinete de Scioli, Alberto Pérez, y Alberto Fernández, sobre las que informó este diario.
El diagnóstico de De la Sota explica uno de sus últimos movimientos. Hace dos semanas, según publicó Clarín, invitó a comer a Macri y a Massa. Fue en el departamento de su amigo Horacio Miró, en Buenos Aires. Hablaron de no agredirse en la campaña. Y sellaron un compromiso: el que consiga ingresar al ballottage, tendrá el apoyo del otro candidato. Después, claro, desmintieron la reunión".
Luisito Investigador, hoy, en El Cronista Comercial: "Mauricio Macri cree que Sergio Massa pactó con el gobierno nacional y que hizo un acuerdo secreto con el jefe de gabinete, Aníbal Fernández. "De otra manera, no se explica por qué es el único candidato de la oposición que salió a pegarme por la pantalla de C5N", le dijo el sábado en una reunión informal, ante pocos amigos.
Al candidato a presidente por Cambiemos le parece muy extraño que el canal público y todo el sistema de medios "de propaganda" oficial le haya empezado a dar "micrófono y muchos minutos de aire" al líder del Frente Renovador. Macri dice tener información sobre un pacto reservado entre Massa y ‘Aníbal’ que, según él, incluiría, además, financiamiento para lo que resta de la campaña electoral.
"La última vez que hablamos, su gente me dijo que Massa no tenía un peso. Pero ahora es evidente que fondos no le faltan. ¿Cómo hace sino para mantener semejante presencia en los medios? Además ¿Por qué me está pegando mucho más fuerte a mí que a (Daniel) Scioli?", se preguntó Macri el fin de semana, en uno de los pocos momentos más o menos distendidos de la actividad proselitista.
El saliente jefe de gobierno de la Ciudad dice tener "más evidencias" que probarían su sospecha. Y en las últimas horas se preocupó en compartirlas. En especial, con los asesores que, en su momento, le habían planteado la conveniencia de formar un acuerdo con el ex intendente de Tigre.
A ellos se encargó de remarcarles, que, como sospechó desde el principio, para él, Massa, no era "un dirigente confiable". Incluso les recordó: "El mismo me había jurado una y otra vez que jamás acordaría con Cristina, con Scioli o con Aníbal. Ni por abajo ni por arriba. Me había confesado que los conocía demasiado como para saber, de memoria, que si el oficialismo llegara a ganar, no se detendrían hasta meterlo preso y lastimar no solamente a él, sino a toda su familia".
Macri, aseguran testigos de su enojo, se siguió haciendo preguntas inconvenientes. "Pero ¿por qué (Massa) agitó con tanta fuerza las acusaciones contra Fernando (Niembro)? ¿Por qué se colgó de la denuncia trucha de censura contra C5N? ¿Acaso Cristóbal López no era su enemigo público número uno? ¿Ignora Massa que la jugada de Cristóbal es porque teme que, si ganamos, quitemos el negocio del juego, una actividad que él se encargó de demonizar durante toda la campaña?".
El ex presidente de Boca afirma que, en los últimos 15 días, su gente se encargó en aclarar a los dirigentes del Frente Renovador que los contratos del gobierno de la Ciudad con Niembro se habían realizado dentro de las normas administrativas y sin ningún elemento de mala fe. Y que lo mismo hicieron con la estruendosa denuncia de Cristóbal López y el presunto acto de censura contra su canal de cable.
"Primero: es una burda mentira que le levantamos la publicidad del gobierno de la Ciudad porque ellos agitaron el caso Niembro. Hay órdenes emitidas antes, durante y después que se encargaron de poner la noticia casi todo el día en la pantalla. Segundo: todo el mundo sabe que el encargado de la secretaría de Control Gubernamental, Juan José Gómez Centurión, es un tipo súper honesto que no le permite a nadie pasar por encima de la ley. Un ex héroe de Malvinas que no tiene consideraciones políticas. Fue él que advirtió, hace ya mucho tiempo, que el garaje que el grupo Indalo usa para sus ejecutivos no tenía habilitación. Por eso pidió a la gente de Cristóbal que la tramitaran ante el organismo correspondiente. Pero ellos no lo hicieron. Entonces se los multó y se les advirtió. Pasaron varias semanas. Sin embargo siguieron en falta. Aún cuando sabían que solo tenían que iniciar el trámite para evitar la clausura. No terminaron de llegar los inspectores con la faja cuando desde la pantalla iniciaron una campaña para, otra vez, enviarle el mensaje a la gente de que somos como ellos. De que lo hicimos como una represalia. Y eso es otra gran mentira. Pero no importa lo que hagan. No somos como ellos", me dijo un alto funcionario del gobierno de Macri que también abona la teoría de que Massa "arregló" con Cristina Fernández, con Carlos Zannini, con Daniel Scioli y con el jefe de gabinete.
Dejó bien sentado el nombre, el apellido y el orden de importancia de los "conjurados" y lo explicó: "Nosotros no nos comemos el verso de que Scioli es la versión buena y educada del kirchnerismo. Al contrario: creemos que es igual o peor que ellos. Sólo que más hipócrita. Te doy un solo dato: Daniel se decía muy amigo de Fernando (Niembro). Y sin embargo vio una hendija y lo mandó debajo del camión. Y lo hizo sin siquiera darle la oportunidad de escucharlo".
El equipo de campaña de Massa negó de manera terminante un pacto con el gobierno nacional en general y con Scioli o Aníbal en particular. Un hombre de absoluta confianza del candidato a presidente por el Frente Renovador me dijo que la "denuncia" era solo producto de la paranoia y "la bronca". Según él, Macri estaría perdiendo votos en la misma proporción en que Massa los está recuperando. "Nosotros denunciamos la corrupción de cualquier fuerza política. Y repudiamos los intentos de coartar la libertad de expresión venga de quien venga. Esta es una competencia electoral. No un juego de niños. Y nosotros jugamos a ganar"".

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