"En los años 50, 60, y parte de los 70, El Gráfico creó una cultura de
crónicas formidable. No es casual que Fontanarrosa, Soriano y Sasturain
sean una absoluta referencia de la crónica de fútbol de latinoamérica.
El Gráfico formó parte de este relato y generó admiración. Pero así como
generó admiración e intentos de seguimientos, cuando la televisión
irrumpió, generó una copia en el sentido inverso. En el deporte, la
televisión argentina provocó el tema del amiguismo, el chiste fácil, la
complicidad con el entrevistado, una cosa de estudiantina. Eso pasó a
ser el eje central.
En general, no es fácil para el periodismo investigar. Y en general,
los grandes medios forman parte del poder. Se proponen investigar al
poder político cuando ese poder político no les gusta. Hoy el periodismo
representa un poder que pretende ser intocable, que no se lo puede
investigar.
Los periodistas perdimos el patrimonio de la información,
algo que me parece extraordinario. Veo en medios de otros países que en
los foros intervienen especialistas que enriquecen y complementan el
artículo. Porque nosotros no somos especialistas. Como dice el dicho,
los periodistas somos neófitos ante los ojos del especialista. Y
especialistas ante los ojos del neófitos.
Los periodistas somos objeto de manipulación permanente.
Las fuentes nos quieren manipular siempre y no podemos ser ingenuos ante
eso. Con los años uno aprende a confiar en una fuente más que en otra.
Hoy, no me animo a hablar sólo de un árbol si no logro describir mejor
el bosque. Me enseñaron que informar es dar forma. El dramaturgo
brasileño Nelson Rodrigues escribió: “Me molestan los periodistas que ven
la caca del pajarito en medio de la exuberancia del bosque”".
Fuente
sábado, 6 de julio de 2013
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